Canción: Can't help falling in love
Personaje: Vegeta y Bulma.Ahí estaba.De pie delante de una lapida fría con el nombre de su esposa,que era acompañado por una frase escueta y cliché. Se quedo hasta el final.Hasta que todos se fueron y ni sus hijos permanecieron con él. Así lo prefería. Quería estar solo ante ese lecho de tierra,decorado con flores azules. Él exigió que fueran azules,como esos ojos que le regalaron tantas miradas a lo largo de los años. Miradas de ternura,de reproche,de rabietas,de enojos,de deseo,de odios breves y amor profundo.
Miradas que desde esa mañana, ya sólo serían un gentil recuerdo.Miro al cielo que resplandecía a la luz del sol de primavera. Estaba despejado,con un azul uniforme e infinito. Era un día hermoso,limpio y tranquilo, como fueron las últimas tardes junto a esa mujer.
La vida con ella fue una batalla constante y no porque vivieran en conflicto,sino por esas cosas propias de la convivencia. Cuantos pequeños sacrificios debieron hacer,cuantas veces transaron o postergaron en pos de cosas que ahora parecían ridículas,pues no merecían tanta dilatación. Tal vez él debió ceder más y ella protestar menos. Ya no importaba. No se quejaba. Todo valió la pena sin duda alguna,pero no podía evitar sentir que quedaron muchas,
quizá demasiadas,cosas pendientes entre los dos. La mordedura de la muerte fue súbita y cruel. De una dentellada le arranco a esa mujer de su lado,para siempre.La muerte y él,se conocían,pero su relación fue insensible hasta encontrarse con ella y en ese momento le estaba causando un dolor que era como si todas sus heridas de batalla,se hubieran vuelto a abrir a la vez. Su cerebro escribía palabras que no eran articuladas y morían en su boca cerrada,apretada como la de un niño que se contiene para no soltar ese llanto patético que desarma,que es inestetico.Donde el cuerpo es un pelele de impulsos eléctricos erráticos,
trastornados por esos sentimientos sangrantes. Nada salia de él.Era como un pilar de piedra que desafiaba vientos capaces de barrer la tierra entera,pero no a él.Muchas imágenes pasaban por su cabeza. Recuerdos absurdos,
cosas que ocurrían a diario ¿Por qué no llegaba algo más memorable a su cabeza? No lograba entenderlo,pero le resultaban pequeños y constantes azotes sobre su espalda,que con el pasar de los horas que se quedo allí,fueron quebrantando aquello que lo sostenía en pie.Colapso,pero no cayó. Un llanto abundante se derramo de aquellos ojos que se fugaron al cielo,otra vez, para restarle resplandor tras el velo de agua salina que brotaba de su mirada.
Una vida entera no fue suficiente.Un llanto que le tiraba el orgullo,por completo,a la basura no lograba acallar el enorme amor que le tendría a esa mujer,hasta el último de sus días. Nunca se preguntó como o por qué termino así.Esa tarde al morir el día,si alguien le hubiera preguntado, hubiera dicho que era de esas cosas que simplemente tienen que suceder y que no volvería a enamorarse,claro que esa palabra y toda la declaración,no fueron más que un pensamiento fugaz, ese día en que el azul se tiñó de ceniza.