Personaje:Goten.
Canción:The Mystic/Adam Jensen.El redondo reloj en la pared del bar marcaba un cuarto para las diez. Poco a poco el lugar se llenaba de los clientes de siempre. Quedaba un sólo espacio en la barra y fue ocupado por un tipo que llevaba una sudadera con capucha que, con un ánimo despechado, dejó caer unas monedas sobre el mesón. Parecía haberlas reunido con mucho esfuerzo y sumaban el precio exacto de lo que pidió.
-Un whisky seco-dijo mientras el barman,con fastidio,contaba las monedas.
Un minuto después le dejaban un vaso delante de sus brazos,
que cruzados,puso sobre la barra. Extendió la mano hacia ese objeto,con lentitud,para envolverlo con sus dedos,
levantarlo y contemplarlo como si aquello fuera un maná,
ambrosía o hidromiel;pero no,era sólo un licor que le servian para entumecer los sentidos. Se lo bebió despacio,
saboreando los matices. Esas notas metálicas le acariciaron la lengua causándole un escalofrío y una expansión en sus negras pupilas. Devolvio el vaso pesadamente y se alejo de la barra,para ir hacia la puerta.Le hubiera gustado tanto poder beber un poco más. Ese whisky no fue suficiente,pero tendría que conformarse como lo había hecho con cada aspecto de su vida desde su infancia. Primero a la ausencia de su padre,
después a no ser tan bueno en el combate y los estudios como hermano.No cumpliendo asi,con ninguna expectativa familiar y por ende quedando relegado a un segundo plano o menos,
porque Pam apareció para robarse toda la atención,por allá,en sus día de adolescente.Goten siempre se sintió como una sombra a la luz de todos los demás y profundamente solo. De niño eso lo mitigaba su amistad con Trunks,pero con el paso de los años,su amigo, se vio más involucrado en los negocios de la familia,por lo que se terminaron distanciandose condenandolo, indirectamente,a una vida solitaria en que buscaba la aprobación y el cariño en pasajeras conquistas,a las que nunca trato mal;pero con las que nada prospero.
La calle se abría ante él,amplia y vacía,como su vida. La hilera de luces del alumbrado publico parecían una metáfora irónica de como eran las personas que conocía. Figuras altas que derramaban cascadas de luz amarillenta a precisos intervalos, para cortar las tinieblas de la noche dando una falsa sensación de seguridad,que se desvanecía al apartar la vista de la senda,descubriendo que la oscuridad es más vasta,
aplastante y callada;como un monstruo que te mantiene sobre su lengua,saboreandote antes de lanzarte a sus molares y aplastarte.Con las manos en los bolsillos y la capucha en la cabeza,
mezclándose entre los marginales de las calles más putrefactas de la ciudad,Goten avanzaba a paso rápido hacia ninguna parte. De casualidad acabo en un puente,
contemplando las furiosas aguas del rio. Cuanto le hubiera gustado que un salto al vacío fuera suficiente para terminar con su vida,pero aquello no le harían mella. ¿Cómo escapar a esa sombra que lo abrazaba y que hasta lo acariciaba?Cansado se sentó en el barandal un rato hasta que se dejo caer sin más. Sabia que no moriría,aun envuelto en esa corriente salvaje que lo azotó contra las rocas y lo hizo perder la horientacion. No sabia cual era el arriba y al abajo,sólo que era batido sin misericordia y no podía respirar, pero estaba bien,no era diferente estar fuera de ese torrente de agua helada y oscura.
El rio lo llevó a kilómetros de donde se lanzo. Los tibios rayos de sol le daban en la cara mientras blotaba en manos de la corriente. Un viejo pescador lo encontró y subió a su canoa. Fue a bordo de esta embarcación que Goten abrió los ojos.
-¿Dónde estoy?-preguntó.
-En Onitsed,una aldea de pescadores-le respondió el anciano-¿Cómo te llamas jovencito?
-No lo recuerdo-le contesto con una tenue sonrisa.