Reto atrasado: una historia con 17 (lo siento,pero es de esos tipos con quienes no sé que hacer)
Era un día solíado y el sonido de los disparos,era arrastrado por el viento que peinada la carretera. De la gasolinera escapaba una banda de motociclistas dando gritos y descargando sus armas,mientras de las bolsas rotas escapaban algunos billetes y productos que robaron de la tienda. A la cabeza iba un tipo grande, al final una chica de melena rubia y junto a ella,un tipo de cabello oscuro, ambos con los ojos azules.
Eran de los más nuevos en la banda y si bien,robar estaciones de servicio les daban buenas emociones,no eran precisamente las que estaban buscando. Aquellos hermanos querían hacer otro tipo de cosas. Quienes eran,nadie lo sabia realmente. El líder de la banda tenía sospechas de que eran hijos de una familia adinerada,en busca de experiencias que estimularan su adrenalina. Es que el aspecto de esos dos era demasiado cuidado en comparación a la gente con la que se mezclaban. Los modales e intereses,en especial de la chica,hablaban de una vida alejada de las calles.
Fue mientras repartían lo saqueado, que aquel muchacho hizo un comentario que medio ofendió al líder de la banda,pero que otros apoyaron. La verdad es que no dejaban de ser un montón de maleantes de poca monta,que asustaba a pobres infelices con negocios pequeños de los que sacaban muy pocas ganancias. Así entre comentarios y reproches,de los que los hermanos se mantenían al margen (siendo ellos quienes lo iniciaron), uno de los rufianes hizo un comentario interesante:
-No lejos de aquí hay una base de la Patrulla Roja-dijo el tipo-Según dicen trabajan en secreto en un arma muy poderosa. Si la robamos,
podemos venderla a alguna nación o...La idea sonaba poco factible,
como una empresa destinada al fracaso. Todos sabían que la Patrulla Roja era un ejército muy poderoso,con el que muchas naciones temían enemistarse, sin embargo,otro miembro de la banda dijo tener,entre sus amigos,unos mercenarios y otro dijo conocer a un traficante de armas,pronto la idea fue tomando forma y un mes después partieron rumbo a la base.-¿Estas seguro de que esto es una buena idea?
-Puedes quedarte atrás si quieres,Lazuli-le respondió su hermano,revisando su fusil.
La chica miro los muros de la base con desazón. Tenía una especie de presentimiento negativo respecto a todo ese asunto,pero se dejo llevar y termino siendo parte del asalto.
Al principio todo iba bien,hasta parecía que iban a lograrlo. Invadieron al edificio y consigueron llegar al laboratorio,pero fue aqui que todo cambio de curso. Los soldados que resguardaban ese lugar,eran mucho más letales que los de afuera y terminaron por derrotar al grupo que tenía como tarea robar las armas. Pronto los hermanos se dieron cuenta que algo andaba mal,sus compañeros se estaban tardando demasiado en salir. Así que el chico de cabello negro sugirió retirarse,pero no le hicieron caso alguno. En vista de esto,tomo por el brazo a su hermana e intento salir de ese lugar,mas una explosión en el edificio a su costado,termino con esa idea.
Cuando recobro el sentido,estaba atado de manos y pies junto a otros de sus compañeros. Un poco más allá estaba el cuerpo de su hermana cubierto de sangre. La pensó muerta, pero le tomaron uno de los hombres le tomó el pulso y dijo que aun vivía, claro que él pensaba terminar con eso.
-No-exclamo un hombre viejo que salia del túnel,que llevaba al subterraneo-ella y estos otros,pueden ser útiles para mi trabajo. Subanlos al camión.
Lo último que ese muchacho vio antes de entrar a la oscuridad,
fue a ese hombre de larga cabellera blanca y abundante bigote. Lo primero que vio al volver a la luz también fue a ese hombre,sólo que en esa oportunidad lo hizo desde una cama de operaciones,con medio cuerpo destrozado. Su grito de horror rompió la fría noche.La cueva estaba silente y las capsulas que lo contenía a él y su hermana,se cubrían de polvo,como sus moradores durmientes se anortajaban de sueños que no conseguían despertar.