Shin y yo.Reto atrasado.
Eran ambos dioses,pero aquel de aspecto felino se retiro en compañía de aquel individuo de túnica granate, dejándome en manos de ese de aspecto más afable,pero con unos ojos oscuros que parecían tragar cualquier luz. No,no era la oscuridad sucia de lo abominable,sino otra,una mucho más insondable.
Me miraba como preguntándose qué hacer conmigo,pese a que la orden que el tipo con aspecto de gato le dio,era bastante clara. Era inútil intentar huir.Cuando lo intente le tomó una fracción de segundo neutralizarme,entonces ¿Cómo salvarme de ser sellada en una olla de cerámica? ¿Qué decir para sortear mi destino? Por más que pensaba,nada lo suficientemente sustancioso como para convencerlo de perdonarme, venia a mi mente. Sin embargo,el tiempo que le estaba tomando ejecutar la acción,me decía que tan convencido no estaba. Quizá creía que era demasiado castigo o bien que era muy poco.
Me quede mirándolo desde esa posición de sumisión,que mis cadenas me obligaban a sostener. A todas luces era un muchacho nada más,por más miles de años que tuviera,su actitud de respeto delataba su juventud.Quizá por eso era más blando,pensaba yo.
-¿Te parezco blando?-me preguntó súbitamente,mientras caminaba tomando distancia-Al menos tus pensamientos hacia mí,son menos desagradables que los de otros mortales-añadió como recordando.
-Lees la mente...-murmure.
-También puedo ver a través del universo.Lo llaman visión remota-dijo mientras ponía aquella olla de cerámica en el piso-Y si.Creo que es demasiado castigo para una simple mortal.
Me sonreí al escuchar respuesta a mis pensamientos.
-Para ti no hay secretos entonces-dije y me miró un momento-Ese poder que tienes puede darte ventaja en una pelea,o en una treta,pero por lo que pude ver y lo que has dicho,
me atrevo a decir que eres un tanto menospreciado.No respondió.
-Parece ser que nadie se salva de los prejuicios,ni siquiera los dioses ¿No es eso ridículo?
-tampoco respondió así que continúe-Yo me he sentido poderosa muchas veces ¿Sabes? aunque por un tiempo muy corto.No me miró,pero note el cambio de tono en su faz.
-Si...exactamente,en ese instante, se puede alcanzar un poder sublime. El dominio de un otro al tener las llaves de un efímero instante de placer-declare concentrándome en los mejores recuerdos de esa indole.
-Los dioses de la creación somos asexuales-dijo como si eso lo pusiera a salvó.
-La asexualidad es la carencia de apetito sexual a menos que entre ustedes tenga otro significado,
pero el sexo se trata de demasiadas cosas y no todas tienen que ver con un placer de esa naturaleza primordial. Lo sabes ¿no? Por eso te provoca pudor la idea. En el lecho no hay historia,sólo dos individuos en empresa por saciar sus propios anhelos. Yo he tenido sexo por razones casi extravagantes.-Estas buscando salvarte,pero...
-O despedirme de este mundo con gracia. No creas que sabes lo que quiero sólo porque lees mis pensamientos. Existen subpensamientos y memorias residuales sin procesar. Vamos ¿A que le temes? Sabes que no es un acto que cae en la maldad. Es sólo otra clase de poder,que bien sabes puedes llegar a ejercer,
muy fácilmente,sobre esta ordinaria mortal.Fácil de convencer no fue,pero tampoco lo llamaría difícil. Después de un intercambio de diálogos en los que me llamó orgullosa y arrogante, terminamos en una de esas modestas habitaciones de aquel solitario edificio.
El pudor le duro bastante poco,
pues lo dominó un ánimo de explorador principiante,que lo hizo recorrer,con paciencia, cada centímetro de mi piel con manchas y sicatrices,que parecían despertar en él,un interés que no podría definir,
pero claro que esto podría explicarse porque su piel estaba ausente de toda imperfección y desde luego, ese cuerpo de aspecto ectomorfo,firme y lozano,estaba dotado de una fuerza que sobrepasaba la del humano más fuerte. Que sujetará mis muñecas por encima de mi cabeza,fue suficiente para recordarme eso y otras cosas.-Te dije que leer la mente es una gran ventaja-le dije al final de esa noche.
Me sonrió nada más y de la olla de porcelana no se volvió a hablar.