Empiezo a Caer | ALBALIA

21. El Mismo Aire

Viernes 9 del 02 del 2024, 13:47.

Valencia.

NATALIA

-Abogado: Esto ya está solucionado, lo habéis hecho bien.
-Pol: ¡Bien! Ya no correréis ningún riesgo.
-Natalia: ¿Qué hago con el colgante?
-Eva: Ya no tiene valor ninguno así que puedes hacer lo que tú quieras con él.
-Natalia: ¿Lo puedo quemar?
-Santi: ¡Hala! Qué bruta hermana.
-Pol: Sí, puedes hacer lo que quieras, incluido quemarlo —dijo riendo—.
-Eva: Y ya que estamos aquí, es hora de daros vuestras acciones de la empresa.

Los tres miramos a nuestros padres sorprendidos y un poco asustados.

-Elena: ¿¡Cómo!?
-Pol: Ya habéis oído a vuestra madre, es la hora y sabemos que vais a saber gestionarla bien.
-Santi: ¿Habéis hablado con los de Amazon?
-Eva: Sí, y están de acuerdo en que os dejemos la empresa.
-Abogado: Voy a empezar a decir el reparto.

Asentimos. ¿Yo para dirigir una de las empresas más importantes de España? Ja, ni de coña iba a ser capaz, vale que había terminado la universidad y sabía de economía pero uf...

-Abogado: Santi 30%, Elena 30% y Natalia 40%.

Un 40%... ¿yo? Ay qué mal.

-Santi: ¿¡Qué!?
-Pol: Santi entiéndelo, aunque tu hermana no haya estado tan en contacto con la empresa, las veces que lo ha estado ha hecho todo esto más fácil.
-Santi: Claro.
-Natalia: Pero eso es una gran responsabilidad, y no quiero dejar la música.
-Eva: Y no la tienes porqué dejar así que tranquila, puedes delegar algunos cargos a Bruno.
-Elena: Ese chico ha hecho mucho por esta familia y la empresa.
-Pol: Elena tiene razón.

Después de unos cuantos discursos más por parte de nuestros padres pudimos salir del despacho, entré en el coche y Bruno aún seguía absorto mirando el móvil.

-Natalia: Ejem —dije para llamar su atención—.
-Bruno: Uy, hola Natalia —dijo guardando rápidamente el móvil—, ¿qué tal te ha ido?
-Natalia: Bien, vámonos a comer —dije arrancando el coche—.
-Bruno: ¿A dónde vamos?
-Natalia: A comer.

Y sin quererlo, ya estaba aparcando en frente del restaurante, no cualquiera, era EL restaurante.

-Bruno: Este restaurante es súper famoso.
-Natalia: Ya, venga vamos.

Entramos, Miguel nos saludó y nos sentamos.

ALBA

Valencia.

13:53.

-Alba: Venga cariño que llegamos tarde.
-Marco: Voy, voy —dijo terminándose de poner su pendiente—, es que se me resiste.
-Alba: Anda trae.

Me acerqué, le puse el pendiente y le di un beso.

-Alba: Vámonos.

Subimos al taxi, condujo hasta mi querido restaurante y cuando Marco pagaba vi un coche que me traía viejos recuerdos.

«Es muy poco probable que esté aquí, ¿no?» «Ese coche lo puede tener cualquiera, o eso espero...»

Entré con un miedo disimulado bastante grande.

-Miguel: ¡Alba! ¡Cuánto tiempo! Hola Marco.
-Marco: Hola.
-Alba: Hola Miguel, ¿qué tal te va?
-Miguel: Bien, venga, que os digo la mesa que es.

Fuimos con él y nos sentamos en la mesa que nos correspondía.

-Marco: ¿Estás bien Alba?
-Alba: Sí, perfectamente, ahora vuelvo, voy a hacer eso.
-Marco: Claro.