26. Problem

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Miércoles 28 del 02 del 2024, 12:49.

Barcelona.

NATALIA

Pensaréis que soy una ansiosa por estar ya en frente de la galería y sí, lo soy. Pero es que en realidad no habíamos acordado una hora así que no he hecho mal. Entré y Carla me miró.

-Carla: ¿Vienes por Alba?
-Natalia: Ehm, sí, ¿dónde está?
-Carla: Está arriba, puedes pasar.
-Natalia: Gracias.

Subí impaciente, hoy era el día, hoy la iba a decir todo lo que tenía apuntado en esa lista que había sido una decoración en mi escritorio durante unos cuantos días.

-Natalia: ¿Alba? —pregunté abriendo la puerta y asomándome—.
-Alba: Natalia, pasa, pasa.
-Natalia: Bueno, en realidad te iba a decir que si nos íbamos ya pero si tienes que seguir espero —dije mirándola aún sin pasar del todo—.
-Alba: Pues espera que estoy con un contrato que se me está resistiendo.
-Natalia: Te puedo ayudar —dije acercándome—.

Y alrededor de ese contrato había otros.

-Natalia: ¿Están aumentando el sueldo a los empleados?
-Alba: Qué va, es justo lo contrario.
-Natalia: ¿Va mal?
-Alba: Bueno, no me esperaba que fuese así, es solo eso.

Estuve a punto de decirla que la podía ayudar económicamente pero volveríamos a discutir y no quería volver a estar mal con ella. Pero sabía una forma de poder ayudarla.

-Natalia: Bueno, yo estoy aquí, si te puedo ayudar me lo dices —dije sentándome en la silla de en frente—.

Esperé a que terminase, la verdad es que se demoró bastante.

-Alba: Venga, vámonos que tengo que comer e ir a una entrevista de trabajo —dijo levantándose y recogiendo—.
-Natalia: ¿Qué? —pregunté muy extrañada—.
-Alba: Si quiero conservar la galería tendré que conseguir dinero extra y ayer llamé a un bar de estos nocturnos y tengo una entrevista a las 14 para hacer una prueba y ya me dirá.
-Natalia: Pero no vas a poder dormir.
-Alba: Ya me las apañaré.
-Natalia: Bueno, pues venga que te llevo.

Y como el día anterior, salimos del recinto y subimos a mi coche. Puso la dirección del bar en el navegador y fuimos para allá.
Entramos al bar y vimos a una chica de más o menos 30 años limpiando la barra.

-Alba: Hola.
-X: Hola. ¿Quieres algo?
-Alba: Sí, venía para el puesto de camarera.
-X: Ah sí, Victoria me lo dijo. Soy Ana, encantada, ahora mismo vuelvo —dijo saliendo de la barra—.
-Alba: Yo soy Alba.
-Natalia: Yo...
-Ana: Natalia Lacunza sí. Quedaos aquí que la voy a avisar.

Hicimos caso, mientras ella iba a avisarla nosotras observamos el bar.

-Natalia: Está muy bien el bar.
-Alba: Sï, aunque la que se tiene que liar aquí por las noches...
-Natalia: Ya...

-Victoria: ¡Natalia Lacunza! —exclamó viniendo con los brazos abiertos—.
-Natalia: Hola... —dije extrañada y aceptando su abrazo—.
-Victoria: Y tú debes ser Alba, ¿no? —preguntó cuando se separó de mí—.
-Alba: Sï, estoy lista para hacer la prueba.
-Victoria: Venga, Ana —dijo mirando a la camarera—, enséñala todo lo que debe saber, incluido los peligros. Yo mientras voy a revisar el pedido de mañana.
-Ana: Vale jefa.

Mi móvil empezó a sonar.

"Bruno"

«Pero si ya le dije que estaría fuera»

Descolgué para saber qué quería.

-Natalia: Dime Bruno.
-Bruno: ¿Qué tal van las cosas?
-Natalia: ¿Solo llamas para saber eso?
-Bruno: Sí.
-Natalia: Madre mía, de momento bien, estamos en un bar.
-Bruno: Me alegro, acuérdate de utilizar la chuleta eh.
-Natalia: Sí... por cierto Bruno —dije mirando a Alba la cual también me estaba mirando—.

Empiezo a Caer | ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora