Empiezo a Caer | ALBALIA

25. Por última vez

Martes 27 del 02 del 2024, 8:38.

Barcelona.

NATALIA

-Natalia: Bruno, levanta que me tengo que ir —dije entrando a su habitación—, joder Bruno, qué desordenado —dije mirando el suelo—.
-Bruno: ¿A dónde te tienes que ir a las 8 de la mañana? —preguntó despertándose—.
-Natalia: He quedado para desayunar, venga, arriba que te llevo a la empresa.
-Bruno: Voy pesada —dijo levantándose—.

Salí de la habitación y lo siguiente que hice fue limpiar un poco el piso para no perder el tiempo mientras esperaba a Bruno.

-Bruno: Venga, vámonos —dijo ya duchado y vestido—.
-Natalia: Más te vale recoger tu habitación eh —dije mientras me montaba en el coche—.
-Bruno: Sí, lo haré —dijo haciendo lo mismo—.

Dejé a Bruno en las oficinas y luego fui a la cafetería, miré la hora...

«Las 8:54... Siempre puntual Natalia» «O a lo mejor es que estás deseando poder pasar unos minutos con ella»

Me senté en alguna mesa que daba al escaparate y desde allí ver la galería y me pedí un café.
Pasaron los minutos y en la cafetería no entraba ninguna persona con las características de Alba, pero cuando miré hacia la galería pude ver a dos hombres, uno con una cámara de las que se utilizan en los informativos y otro con un micrófono.

«Espera... ¿ese es Ignasi?» pensé fijándome más en el hombre con el micro «Sí, sí, es él» «¿Qué hace aquí?»

Y según me hice esa pregunta un coche paró en frente, de él salió Alba y Marco. Se presentaron y luego el novio se fue. Y los demás entraron a la galería.

«A ver que me entere yo bien» pensé mientras organizaba mis ideas «Si están aquí es porque tendrán que hacer un reportaje a la galería, ¿no?» «Entonces, yo aquí, ¿qué hago?» pensé rayándome «Hostieee, huelo a queso...» «A que sobro» pensé levantándome para pagar el café.

Salí de la cafetería y como no tenía nada que hacer esperé fuera a que terminasen.

10:28.

Dos malditas horas esperando fuera.

«Joder, pues sí que es un reportaje de los buenos» pensé yendo de un lado para el otro.

-Alba: Bueno, pues muchas gracias Ignasi, nos mantenemos en contacto, ¿no? —dijo saliendo de la galería acompañada de Ignasi y el camarógrafo—.
-Cardoneu: Sí, cuando esté listo te enviaré una copia para que nos des el visto bueno.
-Alba: Claro. ¿Natalia? —preguntó mirándome extrañada—.
-Natalia: Ehm, hola —dije acercándome—.
-Cardoneu: Bueno, nosotros ya nos vamos.

Nos quedamos en silencio mientras veíamos cómo se iban.

-Natalia: Me has dado plantón.... —dije mirándola—.
-Alba: Entiéndelo Natalia.
-Natalia: No me has dejado terminar.
-Alba: ...
-Natalia: Me has dado plantón pero entiendo que esto era importante para ti y para la galería, por eso, quería saber si para comer tenías un hueco.
-Alba: No puedo Natalia, como con Marco.
-Natalia: Ah, ehm... ¿Mañana?
-Alba: Vale, pues mañana quedamos aquí y ya vemos el sitio para comer, y ahora si me disculpas tengo que trabajar.
-Natalia: Sí, yo... yo también. Nos vemos mañana.
-Alba: Adiós.

Entró en el recinto.

«Joder Natalia» pensé yendo hacia el coche.

Como no tenía mucho que hacer llamé al estudio y así grabar alguna nueva canción.

-X: Claro, vente que estamos aquí todos.
-Natalia: Perfecto, muchas gracias.

Conduje hacia el estudio que la verdad era mío. Está mal que lo diga pero mi madre como regalo de mis 23 años compró un estudio, lo equipó con todo lo necesario y luego lo puso a mi nombre. Ya lo demás me encargué yo, es decir, los músicos, técnicos de sonido y productores pues los tuve que contratar yo con ayuda de Bruno. El estudio estaba a disposición de todo cantante que quisiera grabar allí o lo que quisiera pero antes tenía que avisar claro.
Llegué, aparqué en un parking que teníamos para el personal y subí con la idea de grabar una canción en concreto.

-X: Buenos días Natalia.
-Natalia: Hola Lucas.
-Y: ¿Y yo qué? —preguntó sonriendo—.
-Natalia: Que no me olvido de ti Paula —dije abrazándola—.
-Lucas: ¿Traes un nuevo tema?
-Natalia: Sí.
-Paula: ¿Y con qué lo vas a grabar? Por si hay que llamar a músicos.
-Natalia: Piano y efectos.
-Lucas: Ellaaa simple —dijo riendo—.
-Natalia: Voy a necesitar tu ayuda para hacer coros Paula.
-Paula: ¿Yo?
-Natalia: Sí, lo hiciste muy bien en el disco.
-Lucas: Ehh, que yo he hecho los coros de la próxima canción.
-Natalia: Se te hará una mención tranqui, pero ahora graba.
-Lucas: Sí jefa.

Nos metimos en la sala de grabación y nos pasamos toda la mañana probando efectos y cantando.

ALBA

-Carla: ¿Alba? —preguntó llamando a la puerta—.
-Alba: Pasa Carla.

Entró y se quedó de pie mirándome.

-Alba: ¿Sucede algo?
-Carla: Verás, he estado revisando las cuentas de la galería y no es que vaya muy bien.
-Alba: Nadie ha comprado nada ¿verdad?
-Carla: Exacto.
-Alba: Vamos a dejar de momento las obras expuestas por otra semana y ya veremos lo que hacemos.
-Carla: Claro, estoy abajo por si necesitas algo.
-Alba: Vale.

Salió del despacho y di un golpe en la mesa.

«Mierda, qué asco tío» «¿Y ahora qué hacemos?» «Ya sabíamos que esto era muy arriesgado» «Piensa Alba, piensa» «A lo mejor se puede hacer una página web y vender también online...» «Pero eso equivale a más personal y material»

Llamé a Marco para decirle el problema y las posibles soluciones.

-Marco: Dime Alba.
-Alba: Tenemos un problema.
-Marco: En casa lo solucionamos, ahora mismo estoy con el caso y creo que tengo algo, luego lo hablamos Alba —dijo para después finalizar la llamada—.

«Esto es un problema que te incluye a ti» pensé enfadada.

Miré todos los papeles en busca de alguna solución, los artistas ganaban el 40% de sus cuadros y eso no nos hacía ganar mucho dinero he de decir. Pero siempre había soñado con tener mi propia galería y cuando se presentó la ocasión hice realidad mi sueño pero muchas veces empezar es fácil pero mantenerlo cuesta. Quizá tendría que coger otro segundo trabajo en cualquier sitio que dé un sueldo más o menos bueno.
Encendí el móvil y me puse a ello, no quería perder ni un solo segundo.

-Alba: ¿Si? Hola, buenos días, ¿ofrece un trabajo como camarera?
-X: Sï, buenos días, pásese mañana sobre las 14 para comenzar su prueba.
-Alba: Muchísimas gracias.

Colgué y me llené de energía, a la primera había conseguido una entrevista de trabajo.
Durante todo el día estuve cuadrando el presupuesto de cada uno de los empleados, comí cualquier cosa de la cafetería de en frente y seguí toda la tarde en la galería hasta que llegó la hora de irse a casa.

«Y ahora a hablar con Marco» pensé suspirando.

-Alba: Hola... —dije abriendo la puerta—.

Y como siempre, Queen me dio la bienvenida con sus ronroneos.

-Alba: ¿Está el amito? —la pregunté mientras dejaba las llaves—.

Pasé al salón y vi en el sofá a Marco dormido.

-Alba: Marco... —dije hablando bajo—.

Ni se movía.

-Alba: Marco, despierta —dije dándole unos pequeños golpes—.
-Marco: ¿¡Qué!? —preguntó despertándose sobresaltado—.
-Alba: Que será mejor que te vayas a dormir a la habitación, el sofá es cómodo pero no para dormir.
-Marco: No he podido preparar nada para cenar —dijo triste—.
-Alba: No pasa nada, vete a descansar.
-Marco: Buenas noches Alba —dijo dándome un beso—.
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Este es más corto pero necesario.
Espero que os guste!!!
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