Empiezo a Caer | ALBALIA

17. ¿Todo bien?

Viernes 16 del 07 del 2021, 12:49.

Barcelona, El Prat Estació.

NATALIA

Estábamos a punto de coger el AVE a Valencia y allí seguir cada una su camino. No lo habíamos arreglado y Alba no tenía intención o eso creía.

-Alba: Natalia, cuando lleguemos, ¿comemos juntas?
-Natalia: ¿Tiene trampa?
-Alba: ¿Cómo?
-Natalia: Si has quedado con alguien más y me vas a dar otro plantón —dije sin pensar—.
-Alba: No te voy a dar "otro" plantón, quiero que comamos juntas para aclarar todo y para que me cuentes qué pasó ayer.
-Natalia: ¿Ayer qué?
-Alba: Te llamaron y ya no dijiste nada más en toda la noche.
-Natalia: ¿Y qué querías que dijera?
-Alba: Y yo que sé, comentar el Chat o algo.
-Natalia: Espera a la comida.
-Alba: Tenemos unas cuantas horas de viaje, a lo mejor podemos empezar.
-Natalia: No.

Me negaba a hablar en el viaje, allí no tenía un medio de huida y no podría hacer nada.

-Alba: Está bien, esperaremos a la comida.
-Natalia: Perfecto.

Y os preguntaréis... ¿dónde está la atracción? Pues en ninguna parte, durante estos días hemos estado insoportables las dos y no había quien nos aguantara. Y la atracción que había o que al menos yo sentía se quedó en aquel armario donde todas nuestras preocupaciones se fueron por unos instantes.
Pasaron las horas y ya estábamos en Valencia, allí nos esperaban muchas personas pidiéndonos una foto.

«¿Todo esto es por nosotras? Pero si no nos han cogido...»

Nos acercamos a cada personas y les dimos lo que querían ya sea foto, autógrafo o cualquier cosa. Cuando ya hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, nos fuimos al restaurante del amigo de Miguel y allí descansamos un poco.

-Miguel: Buenas tardes, ¿lo de siempre?
-Alba: Claro.

Asintió y se fue.

-Alba: Venga, comienza.
-Natalia: ¿Por qué yo? Tú también tienes mucho que contar.
-Alba: Yo en realidad tengo mucho que preguntar.
-Natalia: Empezaré yo preguntando. ¿Por qué me abandonaste cuando íbamos a subir al AVE?
-Alba: Te lo iba a decir pero fue tarde. Ignasi el día anterior me lo pidió y a mí se me olvidó, me lo vino a recordar y cuando te lo iba a decir pues ya habías entrado.
-Natalia: ¿Y lo de la comida?
-Alba: Nunca te dije que sí. Así que eso no es abandono.
-Natalia: Ya, claro.
-Alba: ¿Qué pasó ayer por la noche?
-Natalia: Era Universal Music.
-Alba: ¿La discográfica de Operación Triunfo?
-Natalia: La misma. Está interesada en mí, vieron mi casting y les gustó así que me han dicho que tengo que ir a Madrid para ver el contrato.

Pude ver ¿decepción? En sus ojos, ¿por qué? A lo mejor es porque a ella no la habían llamado.

-Alba: Enhorabuena...
-Natalia: No te veo muy feliz.
-Alba: ¿Qué dices? Estoy muy feliz por ti en serio.
-Natalia: Seguro que a ti te llaman también, tranqui.
-Alba: ¿Y cuándo te vas a Madrid?
-Natalia: Mañana, ¿me quieres acompañar? Si quieres claro.
-Alba: Vale, no tengo nada mejor que hacer.
-Natalia: Ya verás que pasará. Y siento mucho lo que te dije aquel día.
-Alba: No pasa nada, ¿amigas?
-Natalia: Amigas, amigas no podemos ser, yo con mis amigas no hago lo que hice...
-Alba: Ya... —dijo sonrojándose—.
-Natalia: Que no pasa nada, amigas.

Asintió y por primera vez en muchos días comimos a gusto, no había malos rollo y eso siempre se agradecía. En la mitad del postre la llamaron, se ausentó y unos cuantos minutos después volvió con cara de haber llorado.

-Natalia: ¿Estás bien?
-Alba: Me tengo que ir, asunto familiar.
-Natalia: Claro, pago y te acompaño.
-Alba: No, no hace falta, ¿nos vemos mañana?
-Natalia: Vale.