13. Fugitivas

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Sábado 19 del 06 del 2021, 9:43.

Valencia.

ALBA

-Julia: ¡Buenos días! —exclamó llena de energía—.
-Alba: Joder Julia —dije desperezándome—, ¿y esa energía?
-Julia: Tía, ¡que hoy nos vamos!
-Alba: Qué pereza hacer un viaje de casi 4 horas.
-Julia: Da igual, la ocasión lo merece. Por cierto, ¿y Natalia?
-Alba: Ni idea, tampoco es que me importe mucho... —dije yendo al baño para lavarme la cara—.
-Julia: Venga ya... —dijo apoyándose en el cerco de la puerta del baño— no me niegues que Natalia y tú hicisteis algo en el armario.
-Alba: Tía Julia, no empecemos.
-Julia: Sabemos lo que hicisteis, si no lo quieres aceptar es tu problema, pero tenemos pruebas.
-Alba: ¿Cómo? —pregunté mientras me lavaba—.
-Julia: Uishh... se me escapó —dijo huyendo de la situación—.

Me duché y salí para que me diese una explicación.

-Alba: Ahora me lo dices Julia.
-Julia: Ehm, voy al baño —dijo encerrándose—.
-Alba: Se lo voy a preguntar a los demás —dije cerca de la puerta para que me oyera—.

Al no recibir respuesta, volví a centrar mi atención en la habitación y en la maleta a medio hacer.

«Qué pereza me da terminar de hacer la maleta» pensé mientras veía lo que me faltaba «Venga Alba, te falta el pijama y dos o tres cositas, tú puedes»

Cogí las cosas necesarias o las que creía que eran y guardé todo lo demás. Puse mi maleta a los pies de la cama y salí dispuesta a obtener explicaciones. Subí las escaleras dirección a la habitación de los chicos. Di unos golpes suaves a la puerta para avisar de que alguien estaba allí esperando.

-Carlos: Uy, hola Alba, estamos a punto, solo falta Miki por cambiarse y terminar de hacer la maleta.
-Alba: Buenos días Carlos, ¿está Joan?
-Joan: Claro —dijo apareciendo por detrás— ¿dónde iba a estar sino?
-Alba: ¿Podemos hablar un momentito?
-Joan: Por supuesto —dijo saliendo de la habitación y cerrando la puerta—.

Bajamos a la recepción y nos sentamos.

-Joan: ¿Sucede algo?
-Alba: Me ha dicho un pajarito que ustedes saben qué sucedió o se lo imaginan en el armario.
-Joan: Joder Julia —dijo por lo bajo—, no era nuestra intención, sabéis que os shipeamos a tope y más Julia. Y aunque no quiero librarnos por detenerla, ella fue la cabecilla.
-Alba: ¡Pero qué coño Joan! —exclamé elevando el tono—, ¿cómo se os ocurre hacer algo así?
-Joan: Sé que no lo teníamos que haber hecho, lo único que puedo decir es que Natalia y tú hacéis una pareja muy bonita —dijo sonriendo—.
-Alba: ¿¡Qué más da eso Joan!? No podéis meteros en la privacidad de las personas.
-Joan: Que ya lo sé joder. Y ya te he dicho que lo siento y me arrepiento muchísimo.
-Alba: Vamos a olvidarlo, ¿vale? Este tema no se vuelve a sacar nunca —dije resaltando la última palabra—.
-Joan: Por supuesto.
-Alba: Ni a Natalia.
-Joan: Prometido.

Nos dimos un abrazo y decidimos quedarnos allí para esperar a los demás e ir a desayunar todos juntos.

-Joan: ¿Y Natalia?
-Alba: No lo sé. La última vez la vi con su familia.
-Joan: ¿Cómo?
-Alba: Como lo oyes, está mintiendo a todo el mundo.
-Joan: Alguna razón tendrá.
-Alba: Sí, que es una cobarde.
-Joan: Ustedes son bipolares, ¿no? —dijo riendo—.
-Alba: El problema es que cuando sale la "mierda" pues nos encerramos.
-Joan: Cualquiera se encerraría, a nadie le gusta exponerse demasiado.
-Alba: Ya.

-Julia: Pero si estáis aquí, y nosotros preocupados por saber dónde estabais —dio bajando acompañada por Carlos y Miki—.
-Joan: Os queríamos esperar.
-Carlos: Pues venga que me muero de hambre.
-Miki: ¿No esperamos a Natalia?
-Alba: No sabemos dónde está.
-Miki: Pues llamadla.
-Joan: Llámala tú Alba, nosotros vamos cogiendo mesa.

Empiezo a Caer | ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora