CAPITULO 20

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Capítulo 20

Me tenso cuando escucho a Karen.

- ¿Mi padre? - pregunta Jacob confundido con el ceño fruncido.

- Si.

- Que raro. Dile que ya voy.

- Está bien.

- ¿Que hace él en mi casa Jacob? - le hablo fuerte.

El me mira raro.

- ¿Pasa algo? ¿Te molesta que mi padre venga a tu casa?

Mierda, verdad que él no sabe nada. A veces me olvido por completo de las cosas. ¿Que me pasa últimamente? Estoy siendo estúpida.

- Nada, solo que me pareció raro que tu padre sepa donde vivo.

Bueno, si sabe dónde vivo por obvias razones. Pero no le da derecho venir a mi casa, si tiene muchas ganas de hablar con su hijo, ¿No se podrían ver en un café? O tal vez ¿No lo podría llamar?

Esto realmente no me está gustando.

- Si, también a mi. ¿Te importa que hable con él en tu despacho?

Se levanta y espera mi aceptación.

El primer pensamiento es no: no quiero que ese hombre esté en mi casa y mucho menos en mi despacho donde están todas las cosas de mi trabajo.

Me quedo en silencio un momento viendo sus musculosas piernas.

- ¿Que hacías en mi despacho cuando me desperté? - le pregunto mirando aún sus piernas.

- Solo estaba hablando con tus socios. Ya sabes, los socios con los que iba a hablar del nuevo proyecto, del club. Espero que no te importe...

- No, tranquilo. Está bien. ¿Quedaron en un acuerdo?

- Si, tu vas a tener el 40% de las ganancias y el resto para ellos.

Levanto la mirada y siento lentamente.

- Gracias por hacerlo, agarra un 20% de las ganancias.

- No, Taylor.

- No seas orgulloso Jacob.

- No es orgullo. Mira, después de todo estoy viviendo en tu casa... hago de todo aquí y no pago nada. De alguna manera quiero ayudarte. Me siento incómodo vivir aquí y no aportar nada. Las personas de aquí me mirar raro.

Lo miro a los ojos, esos hermoso ojos azules que me tienen loca. No hemos hablado mucho de los sentimientos, tampoco de nuestra relación. Pero aquí hay algo, no solo sexo vainilla. Se que estoy enamorada de este hombre y tal vez el no me corresponda, lo entiendo, pues si estuviera de su edad no me metería con alguien de treinta y dos años. Eso es absurdo.

- Estas ayudándome con la empresa de todos modos.

- Solo es un club y ya.

- Lo sé, pero puedes ayudarme en otros asuntos.

- ¿De verdad? - me mira impresionado.

- Claro, además... - alzo mi mano derecha y la muevo un poco - no es que pueda trabajar mucho.

El sonríe, su mirada es alegre. Se mueve rápido y mete su lengua dentro de mi boca. Me chupa el labio inferior y le da un mordisco, gimo cuando siento un leve dolor. Me encanta. Chupo mi labio cuando se aleja, siento su sabor.

- Gracias - susurra.

- Tengo que hablar sobre la boda, ¿Que es eso de que hablaste con mi hermana?, ¿Como conseguiste el vestido? Y ¿De dónde sacaste el Jet?

Menor que Yo (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora