Menor que Yo (En Edicion)

CAPITULO 26

Capítulo 26

- No estamos para bromas ahora, Liam - gruñe Jacob a mi lado.

- Yo no estoy bromeando - lo mira fijamente.

Se miran por unos segundos. En mi vida los había visto con esas miradas.

Me levanto enseguida y aclaro mi garganta. Lo último que quiero es que estos dos se vayan a agarrar a golpes y después no pueda hacer nada.

- Chicos, ya. Yo...es estúpido todo lo que estás diciendo Liam, yo estoy...

- No - se levanta Liam de la silla - no es estúpido, se que tengo tanto derecho como Jacob de ser el posible padre de esos bebés.

- ¿Que mierda estás diciendo? ¿Te estás escuchando a ti mismo pedazo de imbécil? - Jacon no puede con la rabia.

Liam llega hasta el sitio de Jacob, este se levanta de la silla y queda a la misma altura de Liam. Yo estoy como una mongolica parada el lado de ellos, digo sus nombres pero parecen que no me escuchan o hacen caso omiso a mi voz.

- ¿Crees que porque te dejé que tuvieras sexo con ella una noche ya te pertenece? - le pregunta un Jacob furioso.

- Pues si me dejaste cogermela fue por algo. Porque seguramente si fuera mía, no dejaría que ni siquiera la miraras con tus ojos follamujeres.

Entonces pasa. Siento que todo pasa demasiado rápido para poder verlo y procesar.

Jacob agarra del cuello a Liam y lo estampa contra la pared de la cocina.

- ¡Jacob! - es lo único que sale de mi boca.

Llega hasta el en segundos y comienza a golpearlo con su puño derecho. Gruñe y se levanta para patear su entrepierna y sus costillas. Liam grita en el suelo y trata de levantarse. Jacob se lo impide y le escupe antes de darle un puñetazo en toda su nariz. Se escucha un "Crack" en la cocina.

Yo despierto de mi trance y voy hasta donde están.

- ¡Lárgate! - me grita Jacob.

Antes de responderle Jacob se levanta del suelo y comienza a darle puños a la pared sin parar. Con un movimiento rápido, vuela la mesa a la otra parte de la cocina, yo brinco en mi puesto. Recuerdo la última vez que alguien perdió el sentido y me dan mareos.

Miro a Liam y está cubierto de sangre por toda su cara, su cuerpo está contraído del dolor y gruñe cada vez que se mueve.

Camino tambaleandome hacia la puerta principal de la casa, abro la puerta con dificultad y en segundos estoy fuera de la casa, vomitando.

Escucho gimoteos y gruñidos dentro de la casa, la cabeza me da vueltas, trato de apoyarme de la pared pero es inútil. Caigo en el suelo en un estado de debilidad en el cuerpo y paz mental.

Cierro los ojos y al minuto los abro. Me quedo mirando el cielo azul. Creo que lo que me está pasando ya lo he vivido antes. Tengo un Deja Vu.

Recuerdo cuando tenía 17 años, probé por primera vez la marihuana, al principio fue horrible y no quería hacerlo. Pero luego ya me sentía bien, me sentía tan suave, tan delicada y mi mente estaba tranquila, sin complejos ni problemas.

Abro mis ojos lentamente, me siento pesada. Me muevo un poco, llevo las manos a mi cabeza, me duele.

Miro hacia mis lados y me doy cuenta de que estamos en la habitación de la casa. ¿Que pasó? Miro por la ventana, está oscuro.

Me levanto de la cama. Miro hacia abajo y respiro profundo cuando siento un movimiento en mi vientre. Con mis manos acaricio mi vientre de arriba abajo y de un lado a otro. Me estoy unos segundo hasta que alguien entra por la puerta.