Menor que Yo (En Edicion)

CAPITULO 11

Capitulo 11

- ¿Qué pasa Ximena? - ella se ve atormentada, hasta ahora me he dado cuenta que tiene unas horribles ojeras bajo sus ojos.

- Jacob está muy mal.

Cierro los ojos y respiro, eso ya lo sé.

- ¿Qué tiene Jacob?

Apenas salimos del despacho de papá agarré mi bolso y salí afuera con Ximena para subirnos al coche.

Todos estaban preguntado que pasaba, si todo estaba bien y que podían hacer ellos para poder ayudarnos. No dijimos nada. Todo lo que les dije fue que cuando llegara a la ciudad los llamaría y que no se preocupara por mi, que todo estaba bien.

No, nada estaba bien.

Ximena está manejando como una maniática y todo lo que dice es que Jacob está muy mal. De verdad estoy preocupada.

¿Un accidente? No, eso no.

¿Qué es tan malo como para poner así a Ximena?

- Taylor él... el - cierra los ojos un momento y luego los abre mirando la carretera fijamente. Da una mirada a mi ropa y niega con la cabeza.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? Explícame por favor o me volveré loca - casi grito.

- Es que es muy difícil - alza la voz - es muy difícil y triste decírtelo.

- Sólo dímelo y ya por favor.

- Dame unos momentos - pide.

Mi respiración está agitada, mi frente fruncida. ¿Qué es lo que pasa?

Desde que Jacob entró a mi vida todo a sido un completo desastre. Nada me sale bien, todas las cosas van de mal en peor.

Cierro los ojos fuertemente y siento como mis lágrimas caen, una por una. Le rezo a ese Dios que muchos le tienen fe, pero yo no la tenía. Hasta hoy.

Le ruego al Dios que todos alaban que me ayude, que lo que sea que le haya pasado a Jacob que se mejore, que no le vaya a pasar nada malo.

Le rezo una y otra vez.

La última vez que le resé a ese Dios fue cuando casi mi padre me vende, le había pedido con todas mis fuerzas que mi padre no lo hiciera. Que me ayudara a llevar todo eso. Le prometí mil cosas que al día de hoy muchas no le he cumplido.

No sé si sé rezar, tal vez reze bien o tal vez no. Pero lo hago, le pongo toda la fe que tengo en mi cuerpo y alma.

Salgo de mi trance al escuchar mi teléfono. Es Melanie.

No le contesto, no quiero hablar con ella ahora.

Vuelvo a cerrar los ojos y trato de descansar mi mente unos segundos.

Un ruido sordo me despierta de golpe ¿Eh?

Trato de enfocar la vista y me doy de cuenta que me había quedado dormida ¿Ya estamos en la ciudad? ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

Le doy una mirada a Ximena. Veo que está más calmada ahora, me da una sonrisa de boca cerrada y sigue mirando al frente.

- Vamos a pasar por Chanel para que arregles tu atuendo.

- ¿Qué?

Lo único que importa en estos momentos es Jacob y ¿ella está pensando en lo que llevo puesto? Me da un gesto torcido.

- No es lo que parece. Solo cambia tu ropa a una más... - ella busca las palabras - elegante.

- ¿Por qué?