CAPITULO 24

1.3K 78 6
                                    

Capítulo 24

Abro los ojos, mi estómago gruñe y mi espalda grita de dolor.

Gimo cuando trato de incorporarme. Analizo donde estoy y rápido, pasan los sucesos del día anterior. Me llevo la mano a la cabeza para tratar de calmar el intenso dolor.

Busco a mi alrededor y me doy de cuenta que no está Jacob, ni su ropa.

Miro hacia fuera de la camioneta y me maravillo con la vista: hay muchos árboles, todo es de verde menta y verde oscuro. La casa no está tan vieja y a los alrededores de la misma, se ve que hay muchas flores todas marchitas y secas. Sin duda éste lugar bien cuidado sería el paraíso.

Cuando salgo de la camioneta, la gravilla toca mis pies descalzos y hago un gesto de dolor. Camino rápido hasta un pasto suave, agarro la pequeña sabana que cubre mi cuerpo ( Es ilógico, yo se. No hay nadie, aparte de Jacob en algún lugar ) pero me siento extraña.

Siento el aire fresco, jamás había sentido tanta paz en mi vida. Ni cuando iba a la hacienda de mis padres se sentía tan bien.

A lo lejos escucho agua. Miro hacia el sonido y mi boca se abre cuando veo a Jacob que camina hacia mi, todo empapado y con rallos de sol callendo sobre su cuerpo.

Si que se ve sexy. Mis hormonas se preparan, listas para explotar en un éxtasis maravilloso, que sé que Jacob hoy no me lo va a dar.

Me estabilizo, trato de cerrar la boca y mirar hacia otra parte.

- Buenos días. ¿Como está tu espalda?

- Hola. ¿Como sabes lo de mi espalda?

Coloco la mano izquierda en mi frente tratando de que el sol no me de en la cara o tratando de no mirar tanto a Jacob.

El se ríe y sacude su cabeza, pequeñas gotas de agua salen a su alrededor y arrugo la cara cuando unas de ellas me caen.

- Anoche no dejabas de quejarte del dolor de espalda y de maldecir a mi padre - ni siquiera me acuerdo. 

- ¿De ver... ahh.

Oh. Mierda.

Me encorbo hacia adelante y me llevo la mano directamente hacia mi vientre.

Gimo, eso dolió.

Jacob cambia la cara y llega corriendo hasta donde estoy. Me agarra fuerte mientras me deja en el suelo suavemente.

- ¡¿Que?! ¿Que pasa?

- Me duele... me dolió.

- Dime amor, que te dolió. ¿Estas bien? ¿Los bebés? - su cara está fruncido al igual que su boca.

- Creo... creo que los bebés se movieron - lo miro asombrada.

- Pero... ¿Están bien, los tres? - le sonrío, se ve tan lindo preocupado.

- Si, los tres estamos bien.

Su cara cambia, ahora es de relajación y paz. Se ve más sonrosado y sus ojos se ven más brillantes. Me encanta verlo así.

Hago un gesto de dolor cuando los siento de nuevo.

- ¿Otra vez? - asiento, éste dolió menos - Taylor, lo mejor será que te llevemos al hospital. Esto no me está gustando nada.

- Tranquilo. Solo se están moviendo. Primera vez que siento que se mueven, eso está bien.

- No lo creo... yo...

- Jacob... antes la única forma con la que veía que mis bebés estaban bien, era por medio de un aparato. Jamás se habían movido. A veces me desesperaba porque mis bebés no se me movían, ahora... es tan lindo y tan... doloroso, pero lindo. - le sonrío, siento una alegría en mi corazón. Una cosquilla, un orgullo dentro. No sé que será, solo me siento divertida y más liviana.

Menor que Yo (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora