ᴇᴅᴜᴄᴀɴᴅᴏ ᴀʟ ᴘʀíɴᴄɪᴘᴇ ~ᴊɪᴋᴏᴏk~

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 39

Ya habían pasado semanas luego de que el castaño entrara en coma, todos los días se podían ver a varios de sus familiares afuera de la habitación, con las esperanzas de que el omega despertara, ahora este tenia un pequeño bulto en su vientre, notándose el desarrollo de su cachorro, los médicos decían que afortunadamente el cachorro supo adaptarse, que ya estaba fuera de peligro, aunque aun no sabían porque el castaño no despertaba, muchas veces Hwasa intento curarlo pero no pudo. El abuelo de Jungkook había llegado el mismo día en que el castaño fue hospitalizado, cuando se entero de lo que pasaba fue corriendo a el hospital, porque las noticias eran rápidas, y ellos eran figuras publicas. El al igual que Hwasa intento curarlo con el dont pero fue inútil, el cuerpo del castaño estaba bloqueado, tenia una especie de capa de olor, nadie podía hacerle daño, y tampoco curarlo, así que por mas que intentara no podría, ya que ningún poder entraba cuando un omega creaba un nido de olor.

Los ciudadanos entraron en pánico al saber la situación, el Rey Park desaparesido, la Señora Park muerta calcinada, y el Rey Jeon en coma. Era todo un caos, aunque la encargada de calmar las aguas fue Homin, tomando el mando con tan solo 17 años, la primera princesa en hacerlo. Ahora ella era la encargada de todo un país, solo hasta que el Rey Jeon saliera de coma, ya que el poder le pertenecía a el.

En las primeras horas de saberse el tremendo escándalo, varios reporteros, políticos, y demás personas llegaron al hospital, Homin tubo que poner seguridad en las puertas para que no entraran a hacerle daño a su cuñado, porque muchos de ellos no venían con las mejores intenciones. Al pasar una hora de la hospitalizacion de Jungkook llego Jin, totalmente preocupado, con los ojos rojos y un pequeño bulto en el vientre, el tenia riesgo de aborto pero no le importó, el solo quería saber si Jungkook estaba bien, aquel amigo que lo busco día y noche, que fue tan terco, y lo encontró, ahora el vería por su amigo, por su hermano, porque el así lo consideraba. Su hermano.

Y hasta hoy habian pasado ya tres semanas, tres semanas en que Jungkook aun no despertaba, tres semanas en las que se sumía en dolor en su mente, porque su lobo lo había metido ahí, tratando de sanar el inmenso dolor que sentía, el vacio gigante que tenia, y ahora junto a su cachorro, el sabía que aun no era tiempo de despertar, el quería estar mas ahí, tratando de sanar. Sanar el dolor de un lazo roto, porque el sentía como una mitad de su cuerpo era arrancada de el, y podía jurar que sentía como su alfa lo llamaba. Pero eso no era cierto, porque Jimin murió, y eso se lo repetía día y noche. Tratando de convencerse a si mismo.

Ahora tenia un motivo por el cual seguir vivo, su bebe, su pequeño, aquel que tomaba su mano. Que le sonreía con tanto cariño. Ahora debía de vivir por el, por su bebe.

 

*Tres meses después...*

ㅡ ¿Aun no despierta?. - pregunto con una rostro de esperanza, la negativa del otro lado de la linea la hizo suspirar. - llámame si el despierta. - pronuncio y luego colgó. Estaba cansada, no sabia que esta era la carga que soportaba su padre, se compadeció.

La puerta fue tocada, pronuncio un pase, y por ella entro el alfa Eir.

  ㅡ Princesa. - dio una reverencia.

ㅡ Ya déjese de ridiculeces. - exclamó algo cansada, ella no era de estas cosas de poder, o Reinar, no ella era mas de acción y emoción, no estar todos los días aplanandote el tracero en una silla. ㅡ Dígame que encontró.

Ella le había encargado la tarea de encontrar a Jimin a el cazador, quien mejor que el para que lo pudiera encontrar. Tenia toda su fe puesta en el alfa. Vio como la cara del cazador Eir se iluminaba.

ㅡ Encontré a los hombres que fueron los encargados del choque, los extrorsione y saque la verdad. Ellos llevaron el cuerpo de el Rey a las afueras de Corea, sobre la frontera con el Norte, ya tenemos algo solido de que guiarnos, solo nos falta saber si seguía vivo o... ya estaba muerto. - Un dolor se sintió en el corazón de la Alfa, pero lo dejo pasar.