Narra Rubius
Hoy era domingo, una hora antes de la cita con él desconocido, estaba en mi habitación probandome una ropa que Auron me paso, y si, le pregunte que si conocía al tipo, y me lo confirmó, así que por ese lado, estaba un poco más tranquilo...
-bien, yo creo que con esto ya estoy -dije saliendo de la habitación, y dejando que Auron me analicé con la mirada...
-ahora que tengo de malo? -dije cruzándome de brazos, y suspirando cansado.
-no, no, creo que así estas bien...-él se paro del sofá y se acercó a mi, ambos caminamos por mi pequeña sala hasta llegar a la puerta...
-Auron, porque tengo que verme bien?, porque tanto interés de que todo salga bien? -decía parándome en la puerta y volteándolo a ver.
-no es nada calvo, solo que es la primera vez que sales con alguien que no sea yo, creo que es momento de que tengas más amigos, no crees? -dijo soltando una pequeña risa, y eso hizo que mis sospechas aumentarán más
-esta bien, hagamos como que te creo, y no quiero que toques a mi osito, él me contó que la otra vez lo trataste mal.
-fue él quien empezó, y tu también trataste mal a Frederick, así que estamos a mano. -dijo cruzándose de brazos, y haciendo un pequeño puchero.
-bueno como sea, ahora si me voy, apenas tengo 30 minutos para llegar -dije después de mirar la hora, ambos salimos de mi casa y caminamos hasta la carretera...
-calvo, mucha suerte, me dices como te fue con él -me dio un abrazo, y después paro a un taxi
-si, adiós -me subí al taxi y le di la dirección, para que me llevara a la cafetería.
Por él camino iba pensando diversas cosas, y también trataba de calmar los nervios que se empezaban a formar, miraba por la ventana del auto las tiendas, observaba bien cada una, para saber si alguna de ellas nesecitaban a un empleado, pero trataba de mirar las fáciles, ya que literalmente no sabía hacer nada...
-joven hemos llegado, baje se -logre escuchar al taxista, saque la plata de mi bolsillo y se la entregue
-gracias -dije fuera del taxi, y al darme la vuelta, él auto ya se había ido a toda prisa.
-que grosero -dije para volver mi vista al frente, y mirar él gran cartel.
~bien genio, ya estamos aquí, por lo menos sabes como es él tipo?
Como es él tipo?, no lo vi en ninguna foto, y solo hablamos quince minutos, ahora yo que hago?, quedarme aquí parado viendo un letrero no seria la mejor opción, pero tampoco seria quedarme allá dentro, parado mirando a todos lados, ahora yo que hago?.
Me toco entrar a la cafetería, por que ya todo él mundo me estaba mirando raro, analice toda la zona con la mirada, tratando de aparentar que buscaba algo, sabiendo que no tenia ni idea de que estaba buscando, estaba apuntó de sentame en una mesa vacía, si no fuera por que escuche una voz a mis espaldas...
-tu eres Rubius, cierto? -esa voz era tan masculina, se podía sentir que demandaba poder, que con solo una orden ya te tenia a sus pies, esa voz hizo que de inmediato un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.
-si, tu eres Vegetta? -dije al darme la vuelta, y lo que vi era mucho mejor que lo que sentí, tenia un traje formal, que aparentaba ser de mucho dinero, y hacia notar un poco sus músculos, tenia un aroma exquisito, su cabello negro, estaba perfectamente peinado hacía atrás, y sus ojos, esos ojos que en mi vida había visto, unos ojos violetas...
-si, un gusto conocerte, y dejame decirte que te vez mucho mejor en persona -tomo mi mano, y la acerco a su boca, dejando un pequeño beso en esta, y su mirada que antes estaba seria, cambio a una amigable, esta acción nunca la había recibido antes, así que para mi fue imposible, no sonrojarme
-eres muy tierno, ven, mejor sentemonos a comer -me guió por toda la cafetería, mientras aún tomaba de mi mano.
Llegamos a una mesa muy bien decorada, corrió un poco la silla y me invito a sentarme, yo le Sonreí un poco y me senté, él volvió a correr mi silla, y se sentó al frente mio, observándome atentó, y con una sonrisa ladeada.
-y bien Rubius, cuenta me un poco de tu vida -dijo mientras servía dos copas de agua, seguro sabia que no tomaba alcohol.
-bien, no tengo mucho que contar, vivo solo en una casa, estudio en un colegio publicó, mi nombre completo es Ruben Doblas, mi padre murio cuando yo tenia seis años, mi madre cuando yo tenia diez, y me la paso mucho con mi mejor amigo, y casi hermano Auron -dije sin mucha importancia, y tratando que él tema de mis padres no me afectará tanto -y tu?.
-lamento mucho lo de tus Padres, y yo, vivo solo, mis padres se encuentran en Andorra, trabajo en mi propia empresa, y tengo a un buen amigo llamado Luzu...-dijo mientras hacia unas señas, pero yo solo le prestaba atención a esa cara, era tan perfecta
-y en que empresa trabajas? -pregunte dando un sorbo al agua, me interesaba mucho esta información, tal vez pueda darme empleó o recomendarme
-trabajo en una empresa de arquitectura, "Dobluques" la has escuchado hablar?
-tu eres él famoso, Samuel de Luque, he oído hablar mucho de ti, incluso, sera que me podrias dar trabajo ahí?, haré lo que sea, pero enserio nesecito él trabajo -dije apenas lo logre reconocer, él me miro curioso por mi petición, y yo solo me limite a darle una de mis sonrisas
-señor de Luque, aquí traje su pedido, Ratatouille, es una comida típica y exquisita de Francia, y para él joven Doblas, una Carne Marinada, una comida muy reconocía en Noruega, disfruten su comida -él mesero dejó los platos en la mesa, y se retiró, no sin antes dar una pequeña reverencia
-y bien Rubius, porque quieres él trabajo? -preguntó comenzando a comer la ratato y ulle, o algo así le entendí a ese mesero.
-digamos que no estoy muy bien de dinero, y en unas cuantas semanas quedare en la calle si no pago...-dije un poco desanimado, pero para que no se notara, comencé a comer esa carne madrugada, o algo así...
Estaba buenisima esta comida, nunca había probado algo así, cada sabor era como una explosión en mi boca, que me deja una rica sensación y con deseos de comer más, podría jurar que de seguro ese gran plato me lo acabe en menos de quince minutos, y también durante todo ese tiempo, Vegetta no dejaba de mirarme, me llenaba de nervios esa intensa mirada clavada en mi, pero gracias a esa rica comida, los nervios se iban...
-tenias hambre? -preguntó al acabar su plato, yo me sonroje por la pregunta, sera que me vi muy mal?
-perdón, nunca había probado una comida tan rica -deje escapar una risa nerviosa, pero fue ahí cuando caí en cuenta, yo no podía pagar esta comida, no tenia como...
-Rubius, si te estas preguntando lo de la comida, no te preocupes, yo pago, pero con la condición de que nos sigamos viendo -dijo mientras me guiñaba un ojo, yo desvíe la mirada mientras asentía...
-gracias, me la pase muy bien...-dije mientras salia de aquella cafetería
-no hay de que, todo por verte sonreír -con una mano tomo mi mentón, me giro un poco la cabeza y dejo un beso sobre mi mejilla, yo solo me dejaba, mientras sentía como los colores se subían a mi cara.
-te llevo a casa? -preguntó separándose de mi.
-no gracias, yo tomare un taxi -me acerque un poco a la carretera y pare uno que venia, me monte, y estaba apunto de irme, sino fuera que ese guapo hombre me siguió, y se asomó por la ventanilla del auto.
-por lo menos dejarme pagar por ti...tome señor...Rubius cuidate, y nos vemos otro día, chao hermoso -dijo eso último, para dar dos golpes al capo del taxi, y este salio disparado.
Yo rápidamente le di una nota con la dirección y mire asía atras, viendo a Vegetta ahí parado, mientras se despedía, que acababa de pasar?, porque un hombre tan guapo, y exitoso me trataría así?, es normal esto?, sea lo que sea, me gustaba, y quería seguir experimentando estas nuevas sensaciones...
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Te Enseñaré {Daddy Kink} Rubegetta
FanfictionRubius, como le suele llamar sus amigos, es un chico que vive solo por la cuidad, y que siempre lleva a su lado un peluche de osito, este chico de tan solo 16 años es encontrado por un hombre, que estresado por su trabajo decide conseguir a un Baby...