Te Enseñaré {Daddy Kink} Rubegetta

Cap 16-Papá y Mamá

Narra Vegetta

Hoy era nuestro último día aquí, yo y mi equipó de construcción logramos hacer nuestro trabajo en menos de una semana, nada mal para lo que me demoro, pero bueno, Alex prometió cuidar de mi pequeño, así que los dos están observando lo que parece ser un grupo de caballos salvajes, y mientras yo estaba empacando las maletas.

Iba organizando la ropa, y colocándola en la maleta, cogí una prenda y era la pijama de oso de mi pequeño junto a su pequeño peluche, la verdad se veía muy tierno con esas orejitas, desde ahora mismo lo empezaré a llamar Ozito, es muy tierno, me concentre en lo que estaba haciendo, pero de un momento a otro apareció una máscara, también de oso, pero era muy extraño, que hacia mi Ozito con una máscara de oso?...

-Daddy ya llegamos! -guarde la última camisa que había y me volteé para recibirlo

-hola chiqui, como te fue? -pregunte mientras le daba un pequeño beso

-a él le fue bien...-dijo Alex con unas hojas en él pelo, por lo menos si lo protegió de lo que sea que haya pasado

-bien, Alex creo que es mejor que se despidan, ya va siendo hora de que nos vayamos -dije mientras miraba la hora, tal vez lleguemos a mitad de día si nos vamos ya

-esta bien, nos vemos en la escuela Rub, cuiden se! -se dieron un abrazo y me ayudo con las maletas, llevándolas a la camioneta todo terreno.

-adiós Alex, le dices a Fargan que me tuve que ir, cualquier cosa que me escriba -él asintió y mi Ozito y yo nos montanos al auto.

-Ozito te quería preguntar algo -dije después de comenzar camino

-Ozito?, me gusta!, que me querías preguntar Daddy? -dijo aceptando él nuevo apodó, ambos sonreímos un poco, yo estire mi mano por detrás del asiento y cogí la máscara

-vi esto en tu maleta, que es esto? -pregunte entregándole la máscara, él la tomo en sus manos, y toda risa o sonrisa se desvaneció, dejando ver unos ojos empezándose a llenar por las lágrimas

-no, no, si no me quieres decir lo entiendo, pero por favor no llores, odio que llores -dije al darme cuenta, él solo negó con la cabeza, dejando ver una pequeña sonrisa a la vez que dos lágrimas bajaban por sus coloradas mejillas

-yo te quiero decir Daddy...-yo puse una mano en su pierna para demostrarle que lo escuchaba...

Narra la narradora

13 de febrero, en una gran mansión se encontraba una pareja, para ser exactos él padre y la madre de Ruben, en estos momentos la madre estaba dando a luz, la razón por la que no fueron al hospital, muy sencilla, él padre era uno de los mafiosos más grande de toda España, y simplemente ir a un hospital, seria arriesgarse a que lo atrape la policía.

Pero no todo es malo, tenia mucho dinero, demasiado, y pago a unos doctores para que atendieran él parto de su esposa...

Pasados varios minutos de gritos, dolor, sudor, por fin acabo, todo acabó con él lloriqueo de un bebé, él padre sin pedir permiso entra en él cuarto donde su esposa descansaba, encontrandose con un hermoso varón, pero ambos sabían que pasaría, ambos tenían que ocultar a este ángel, al ser uno de los grandes mafiosos, también tiene mucho más peligro, y no solo para él, sino que peligro para toda su familia...

(Seis años después...)

-felicidades Ruben, ya seis añitos, que niño más grande! -mimaba la mamá al castaño, hoy él pequeño Doblas cumplía seis años

-felicidades hijo!, aquí te traigo un regalo -dijo él padre ingresando a la habitación, y entregándole el regalo al castaño, él todo emocionado lo abre, encontrándose con su mejor amigo para la vida