Te Enseñaré {Daddy Kink} Rubegetta

Cap 19-Confusión

Narra Rubius

No quería que mi Daddy siguiera enojado conmigo, casi no pude dormir en la noche, y estoy seguro de que no me dara mimos, y eso es lo peor que me puede haber pasado, recuerdo que Willy casi siempre hacia mi desayuno, y yo lo miraba mientras cocinaba, así que no creo que sea muy complicado hacerle el desayuno a mi Daddy...

Me acomode él gorrito de oso, y me pare de la cama, me cogí él pelo en una moña ya que lo tenia muy largo y me estorbaba, una vez listo salí de mi habitación y fui directo a la cocina, puse a hacer un café, y mientras tanto hice un huevo revuelto, cogí un plato puse dos tostadas, y serví él huevo revuelto, después cogí una taza y la llene de café.

Una vez él desayuno estaba listo, lo tome con cuidado, y camine a paso lento a la habitación de mi Daddy, tenia mi mirada fija en la taza, y si él liquido se movía paraba y esperaba a que se dejara de mover tanto, él café estaba muy caliente y no me quería quemar, o derramar, al final llegue a la habitación, abrí un poco la puerta e ingrese, mi Daddy aún se encontraba dormido, puse él desayuno en la mesa de noche, y me senté en la cama, empezando lo a mover para que despertara.

-Daddy, te traje él desayuno...-dije apenas abrió los ojos, él miro en la mesita y se sentó en la cama

-gracias Ruben, ve a desayunar -dijo seco, me hubiera dolido menos un puñetazo en la cara...

Mejor decidí salir de su habitación, no sin antes mirarlo con tristeza, para que supiera que estoy arrepentido, y para que se sienta culpable, hice lo que me dijo, desayune no muy tranquilo, y después fui a mi habitación, pensaba en que hacer para que ya no este enojado, odiaba que fuera tan serio y frío conmigo, y lo que más odiaba era que no me daba mimos!...

Después de un largo tiempo pensando encontré una posible solución, fui a mi armario y de ahí saque una de las camisas de él, me quite toda mi ropa, y cuando quede totalmente desnudo, me puse su camisa, esta me llegaba hasta mitad de muslo, así que no mostraría de más, me asegure que mi pelo aún estuviera sujeto por la moña, y salí de mi habitación, empezando a caminar a su habitación.

-D-Daddy...puedo pasar?...-dije un poco nervioso

-pasa. -volvió a decir igual de seco, yo ingrese a su habitación, y vi como se me quedo viendo

-vengo por mi...c-castigo...-me va a doler mi trasero, pero valía la pena, siempre y cuando él me perdone todo valdría la pena

-si tanto insistes ven aquí -yo me acerque a él y me senté en su regazo, quedando cara a cara con él

-te portaste muy mal, demasiado mal, escaparte de casa?, eso si que es grave -decía mientras acariciaba mis labios, y eso solo me ponia nervioso, pero tome fuerzas decidido a hablar

-perdón Daddy, enserio perdón, no lo volveré a hacer...-él me hizo una seña, yo la entendí, y rápidamente me acosté sobre su regazo

-cuantas se merece este Ozito? -pregunto levantando la camisa y comenzando a acariciar mi trasero

-diecisiete...-dije con mucho miedo, era la cantidad menor y justa que me podría dar

-muy bien, ya sabes que tienes que hacer -yo solo asentí, y apreté un poco mis labios al sentir como retiraba su mano de mi trasero

-UNO!...-mi trasero ardía como si le hubieran echado lava, y él dolor no se hizo esperar, si hací era la primera no me quería ni imaginar como serían las otras dieciséis...

Narra Vegetta

Después de unos largos minutos ya habíamos acabado, debo de admitir que hasta a mi me quedo ardiendo la mano, pero ya paso, mejor comence a sobar su marcado y rojo trasero, además no se puede quejar, lo pude escuchar unas pocas veces gemir...