1

1.6K 144 10
                                    

Una vez más Johnny debe colgar el teléfono. Suelta un suspiro y contiene sus ganas de mandar a volar el celular. Su humor estuvo bastante bien durante todo el día, pero en el momento en el que salió de la empresa su madre comenzó a bombardearlo con menajes y llamadas. Él la amaba, pero en el ultimo año ya no la soportaba.

—¿Tu madre? —Preguntó Jaehyun cuando volvió a la mesa en la que estaban cenando.

—Realmente no se cansa, le contesté sólo para decirle que estaba ocupado y volvió a nombrar el tema.

Jaehyun a diferencia de él, sólo disfrutaba de toda la situación, claro, a él sus padres le daban pase libre para hacer lo que quisiera y aún sabiendo que no lo obligarían a cansarse, por voluntad propia contrajo matrimonio. Johnny no lo entendía, pudiendo vivir una vida tranquila elige estar atado a otra persona.

—No es tan malo estar casado y en parte lo que dice tu madre es cierto, algún día te vas a cansar de simplemente "pasar el rato"

—Es mejor así, no tengo tiempo para omegas ricos y caprichosos.

Jaehyun suspiró antes de seguir con su cena, pero segundos después volvió a hablar dispuesto a no darle la razón.

—No todos son así y lo sabes. —Lo apuntó con el tenedor mientras masticaba.—Sólo debes dejar de cerrarte a todo, porque no se trata del tiempo que tengas o que todos los omegas sean "iguales". El problema es tuyo, Johnny. Libera tus fantasmas o lo que sea.

—No tengo nada en contra de los omegas. —Jaehyun casi escupe y lo mira con cara de "sí claro"

—Dices que no van contigo pero te acuestas mayormente con ellos.

Bien, la conversación lo estaba convirtiendo poco a poco en el villano de la historia, pero no era así, o al menos Johnny creía tener sus razones justas para no querer salir con un omega. El caso era que ya lo había intentando incontables veces, pero los omegas de familias acomodadas —con los que más se solía encontrar gracias al estatus de sus padres— no le terminaban de agradar. Eran demasiado egocéntricos y se creían la última coca cola del desierto y tal vez lo eran, al ser prácticamente los omegas más codiciados entre gente de alto nivel era obvio que debían asegurarse un buen legado. En fin, no le agradaban a Johnny, pero él definitivamente no odiaba a los omegas.

—¿Me estás acusando? —Entrecerró los ojos y su compañero solo se encogió de hombros. Esa mirada en cualquiero alfa, beta u omega normal causaría un estremecimiento, pero al igual que él Jaehyun era un alfa dominante.

—¿Miento? Esa es la verdad, Johnny.

—Te recuerdo que hasta hace unos años hacias exactamente lo mismo. —Y si, Jaehyun se mostró avergonzado.

—Eso fue antes de conocer a Taeyong.

Esta vez fue turno de Johnny para reírse.

—¡No mientas! También cuentan los primeros meses.

—Aún no estábamos oficialmente saliendo. No me dejes mal.

—Como digas...—Tomó un trago de vino y empujó el plato vacío hacia el centro de la mesa. —¿Vamos a tomar? Mañana tengo el día libre.

Jaehyun también terminó con el ultimo bocado y asintió despreocupado, pero segundos después comenzó a negar.

—Le prometí a Taeyong que llegaría antes de las diez.

Y ahí estaba el otro problema. Jaehyun era muy tonto para darse cuenta pero al tener un esposo el tiempo para uno mismo se limitaba a nada.

—¿Ves de lo que hablo? Desde que te casaste ya no salimos a beber juntos.

play date.  johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora