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Doyoung estaba convencido de que todo en su vida volvería a su orden natural luego de retomar las clases, pero no podría haber estado más equivocado.

Había vuelto a clases hace aproximadamente una semana y todo parecía complicarse día tras día y eso ni siquiera tomando en cuenta los trabajos a entregar que tenía atrasados.

De hecho el pobre de Doyoung estaba tan metido en lo suyo que ni se tomaba la molestia de contactar a Johnny, pero para alivio del omega, era Johnny quien había adoptado en pocos días la costumbre de contactarse con él más seguido. Sin embargo todo el tema de Johnny realmente no ocupaba tiempo en sus pensamientos, por lo que tampoco tenía tiempo de sentirse mal por no estar tan pendiente de eso.

Actualmente Kim Doyoung estaba más pendiente de un trabajo grupal del que tendría que hacerse cargo si no quería reprobar el semestre. Él sabía que en parte era culpa suya por haber abandonado las clases por tanto tiempo, pero aún con eso en mente era inevitable sentir que todos estaban en su contra y lo veían como un vago bueno para nada.

El profesor de Lengua y Cultura lo había puesto en uno de los últimos grupos en formarse, lo cual ya dejaba mucho que desear. Los grupos eran libres, pero generalmente tardaban en formarse no más de una semana, pero en el caso de su grupo (del cual desconocía los integrantes) se había tomado más de dos semanas solo en formar el grupo y ponerse de acuerdo con los temas a exponer.

Ni bien se enteró, Doyoung contactó a los integrantes y formó un grupo en kakao, de forma muy amable los invito a tomar un café y platicar acerca del trabajo, pero sólo recibió tres respuestas en lugar de cinco. Tomando en cuenta que faltaba medio grupo por contestar Doyoung pensó cancelar la reunión pero al final no lo hizo, ya que le daba igual estar solo o acompañado mientras preparaba el trabajo, de todas formas él sí iría.

Doyoung había preguntado qué día convenía y los únicos tres que contestaban aseguraban que debía ser un viernes por la mañana, en lo personal a él no le venía bien ese día, pero decidió hacer un esfuerzo mayor.

Esa mañana despertó unas horas antes y comenzó a preparar el desayuno, Jeno se despertó unos minutos después y comenzó a alistarse para ir al instituto en lo que Doyoung tomaba una taza de café y soñaba despierto.

Mientras le daba sorbitos al café revisaba los mensajes que no había podido leer la noche anterior. Había recibido un mensaje de Johnny preguntándole si quería que lo pase a buscar por la mañana para dejarlo en la universidad, ¿Aún podía aceptar? ¿Johnny estaría despierto? ¿Aún estaba a tiempo de ahorrarse el viaje en bus?

Desde el primer día que Doyoung retomó las clases Johnny se ofreció a llevarlo, pero él no estaba en posición de aceptarlo de forma tan libre, más que nada por su orgullo aunque en ocasiones dejaba de lado su inexistente orgullo, pero solo en situaciones extremas... Esta por ejemplo.

-¿El pan se está quemando? -Jeno entró a la cocina haciendo una mueca.

Doyoung abrió los ojos de golpe y en efecto sintió el terrible olor a pan quemado, pero ¿en qué momento había cerrado los ojos?

-¿Ahora qué voy a desayunar? -Escuchó a Jeno quejarse.

-Puedes tostar más y listo.- Soltó un bostezo mientras estiraba los brazos.

-Sí, claro. Te recuerdo que entro a clases más temprano que tú. No tengo tiempo para tostar otro pan.

Como era costumbre de cada mañana, Jeno se encontraba de mal humor, en ocasiones ni siquiera hablaba y otros días se quejaba desde el minuto que se despertaba hasta salir por la puerta. Al parecer hoy tocaba las quejas.

-En lo que me dijiste eso podrías haber puesto a tostar otro pan.

-Te dije que lo mires mientras me duchaba. -Volteó a mirarlo con cansancio y deja la taza de café con fuerza sobre la mesada.

play date.  johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora