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El hecho de estar frente a un alfa en el inicio de su celo era definitivamente algo intimidante. Él podía haber pasado su celo con un alfa antes, pero no era parecido ni de cerca a estar con un alfa en celo. Las fermonas que estaba liberando Johnny eran poco menos que una droga, como un afrodisíaco que activaba todos los sitios correctos en Doyoung.

Doyoung sabía que Johnny probablemente lo estaba pasando fatal, pero se tomó su tiempo para observarlo y aunque apenas podía pensar con claridad se planteó realmente si lo que estaba a punto de hacer era correcto o no, la respuesta fue un rotundo no, sin embargo Doyoung pasaba un poco de su instinto natural.

Cuando las palabras salieron de su boca algo se rompió en el ambiente. Johnny ahora lo miraba como si estuviese loco, cosa que hasta el mismo omega comenzaba a poner en duda. Estaba claro que toda la situación de Johnny y no exactamente el celo, estaba sacando lo peor de él, pero no podía hacer más. También sabía que si se iba en ese momento Johnny no tardaría en encontrar a otra persona que ocupase su lugar y eso le hervía la sangre.

-Tú lo hiciste por mí -Volvió a hablar al no recibir respuesta.

Se desabrochó el cinturón y se movió unos centímetros más cerca, Johnny miraba cada uno de sus movimientos desde su asiento con una expresión inexplicable.

-Lo estás malinterpretando.

¿Qué estaba malinterpretando? Estaba claro que Johnny también lo deseaba, sino no habría estado con él el día que su celo lo golpeó, pero entonces qué era lo que lo detenía ahora mismo, no lo entendía.

-Si no te gusta me lo dices...

Sin esperar una respuesta, la cual probablemente jamas llegaría, se inclinó en el asiento y como pudo comenzó a sacarle el cinturón a Johnny, este seguía mirándolo y en cuenta sintió los dedos delgados y fríos de Doyoung, adentrándose en su ropa interior se sobresaltó. No tardó nada en tomar su muñeca y apartarlo como si él simple toque de sus dedos le quemase la piel.

-¿Qué estás haciendo?

Ahí estaba devuelta, ese tono y esa mirada que le causaba escalofríos y no en el buen sentido, Doyoung realmente temblaba cada vez que lo miraba así, como si fuese otra persona.

Había sentido ese tipo de mirada solo una vez y fue la noche en que bebió de más y comenzó a comportarse raro. Había pensado que Johnny lo trató así porque estaba en un estado en el que no lo dominaba la razón, pero comenzaba a pensar que tal vez fue por otra razón, porque ahora no estaba ebrio, era plenamente conciente de lo que estaba haciendo, ¿Cuál era era problema entonces?

-¿No quieres? -Intentó mover la mano que Johnny estaba sujetando, éste lo apretó aún más. Doyoung definitivamente se odió al sentir como se mojaba.

-No así -Negó con la cabeza como si ni él mismo pudiese ordenar sus pensamientos.

-¿Cómo entonces? -Doyoung intentó dejar de lado la necesidad que tenía de pegarse a su cuello y dejarse dominar por las feromonas, Johnny no sé veía muy dispuesto a eso de todas formas.-¿O solo te acuestas con omegas en celo?

-Cállate.

Johnny, quien aún sostenía su mano en alto, finalmente se atrevió a mirarlo a los ojos, desafiante y Doyoung sintió su interior retorciendose en la espera. Al ver un ligero atisbo de duda en sus ojos, liberó feromonas con la ilusión de ser correspondido. Johnny no tardó en reaccionar, soltando algo parecido a un quejido antes de rodearle el cuello con una mano y empujarlo hacia sus labios.

play date.  johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora