play date. johndo

12

Luego del primer beso todo el ambiente dentro del auto se volvió una mezcla de ruidos, gemidos y un calor abrasador. Doyoung ni siquiera estaba seguro de en qué momento saltó a las piernas de Johnny o si fue el mismo alfa quien lo llevó ahí.

Él solo sabía que se sentía genial.

El beso que compartían no era dulce ni tierno, sino más bien bien sensual y profundo. Johnny, quien la noche anterior había rechazado su cercanía ahora era el que sostenía su cintura con fuerza, como si en algún momento el omega pudiese escapar. Le encantaba.

Se sentía atrapado, las feromonas que liberaba Johnny no eran una broma, lo envolvían y se aferraban a su piel como si el mismo alfa quisiera marcarlo con su olor.

—E-Espera, tiempo fuera...—Doyoung se apartó ligeramente con los labios hinchados y los ojos entrecerrados. —Me estoy ahogando.

Apoyó la cabeza contra el hombro de Johnny por unos segundos mientras recuperaba el aire y cuando finalmente lo hizo, soltó un suspiro seguido de una suave risa.

—¿Qué es tan gracioso? —Johnny también sonrió y comenzó a acariciar su espalda baja, logrando provocarle escalofríos.

—Nada...—Doyoung cerró los ojos y disfrutó del toque intimo mientras respiraba con fuerza la mezcla de aromas en el aire.—Creo que debería irme antes de ofrecerte otra mamada.

Esta vez fue Johnny el que empezó a reír con fuerza, alejándolo ligeramente para ver su rostro.

—Tal vez esta vez lo acepte. —Levantó una ceja con una mirada sugerente.

—Nah, no suelo insistir más de una vez. —Sonrió aunque por dentro estaba gritando, ¿Acaso Johnny quería?

—Bien, te dejo...—Se inclinó dejando otro beso sobre sus labios.

—Bien.

Doyoung sonrió tontamente mientras volvía al asiento del acompañante para poder abrir la puerta y bajar. Casi cerrando la puerta recordó algo y se inclinó para mirar a Johnny.

—Lo siento, pero quería preguntarte si sigue en pie lo que te dije el otro día...—Johnny frunció el ceño sin entender, Doyoung enrojerció al darse cuenta que debía volver a pedirlo.—Lo del adelanto...

—Ah, cierto. Lo había olvidado por completo pero cuando llegue a casa hago la transferencia, no te preocupes. —Doyoung asintió suavemente.

—Gracias, realmente te lo agradezco. —Cerró la puerta y se inclinó sobre la ventana semi abierta.—Hasta luego, Johnny...

—Hasta luego, Doyoung. —Johnny le sonrió.

Doyoung cerró la puerta y se permitió sonreír mientras caminaban hacia la entrada. Mientras cerraba la puerta de entrada pudo ver que Johnny seguía ahí y por alguna razón extraña razón su cabeza hizo toda clase de teorías románticas sobre eso.

En cuanto abrió la puerta de su pequeño apartamento escuchó a lo lejos la televisión encendida, pero las luces estaban completamente apagadas, por lo que pensó que Jeno se había quedado dormido mientras veía algún programa.

Dio pasos suaves desde la entrada, pasando por la cocina y finalmente a la sala, con la idea de no despertarlo, más se llevó una sorpresa no tan agradable al entrar a la sala y sentir el golpe de feromonas en el aire, estaba claro que su hermano no estaba durmiendo y ver a Jeno a los besos con otro muchachito de complexión pequeña solo corroboró todo.

Doyoung se quedó muy quieto pensando qué debía hacer, ¿debía irse o saludarlos como si nada?. Mientras lo pensaba su hermano seguía muy en lo suyo, al parecer ni percatandose de su aroma y él ya estaba por irse cuando escuchó algo parecido a un gemido. Todas las alertas comenzaron a saltar en su cabeza, ¿Iba a dejar que su hermano haga sus cosas ahí mismo?