play date. johndo

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Pasaron algunos días y las cosas no iban como Doyoung esperaba, no sólo el terror del celo finalmente llegó sino también un grupo de problemas comenzaron a verse a lo lejos.

Su celo pasó como uno los peores que había experimentado en el año, aunque estaba claro que no podía ser un celo ligero cuando dos días antes de empezar oficialmente, tuvo que ausentarse en el trabajo porque no podía levantarse de la sensación pesada.

Como no podía tomar los supresores aún sólo se quedó acostado todo el día, apenas levantándose para comer y tomar agua, porque su cuerpo a pesar del gran cansancio le pedía agua como si estuviese secándose bajo el sol del desierto.

Por la tarde llegó Sicheng y no desaprovechó la oportunidad de reírse de lo ridículo que se veía. Le dejó algunos paquetes de comida chatarra y muchas botellas de agua alegando que seguro no podría ni salir de la habitación durante los tres días que solía durar su celo.

Claro, estaría muy ocupado llorando por no tener un alfa para satisfacer sus necesidades.

Lo último que recuerda antes de quedarse dormido nuevamente es a Sicheng diciendo que se llevaría a Jeno para que tenga su espacio y también hablaría con su jefa.

Los tres días siguientes pasaron demasiado lentos y borrosos. Los supresores sólo ayudaban a que no fuera tan malo.

Cuando finalmente su fuerza fue suficiente como para salir del cuarto decidió llamar a Sicheng y contarle que ya había terminado.

Pensó que luego de su celo las cosas irían mejor, ya no tenía que pensar en donde llevar a su hermano o por los permisos para la universidad y el trabajo. Pero una semana después todo se puso más desastroso.

Doyoung no era estúpido y sabía que su hermano no era exactamente un ángel, pero no esperaba que estuviese haciendo nada perjudicial para su salud ya sea física o emocional, mucho menos que estuviese metido en cosas extrañas. Pero tampoco podía evadir todas las señales que le daba.

Él no conocía mucho a sus amigos a pesar de dejarlo ir con ellos todo el tiempo, sabía que estaba mal pero no podía hacer otra cosa, prohibirle cosas sólo llevaría al mismo final que tuvieron sus padres. Jeno se iría.

Ese día pasado el medio día recibió una llamada del colegio de Jeno, nunca lo llamaban por cosas buenas así que temió lo peor. No quisieron entrar en detalle por teléfono pero le dejaron claro que posiblemente iban a suspenderlo por unos días.

Su turno en la cafetería empezaba, pero no podía faltar a la reunión así que simplemente le mandó un mensaje a su jefa avisando que no podría llegar a tiempo.

El instituto de Jeno no quedaba muy lejos pero aún así el viaje se sintió eterno y al llegar prácticamente corrió a la dirección. Dio su nombre y lo mandaron al despacho del director.

Cuando entró pudo ver a Jeno de espaldas, el cabello despeinado y la cabeza baja. Se sentó al lado suyo e inspeccionó su cara mientras el director sólo se quedaba de brazos cruzados.

—Jeno...— Estiró el brazo para poder mirar bien su rostro y cuando pudo verlo tuvo ganas de llorar. —¿Qué te pasó?

Tenía un ojo morado y un poco de sangre en el labio, Doyoung jamas había sido golpeado pero podía asegurar  que eso era muy doloroso.

—Fue una pelea y todos dicen que fue Jeno el que empezó. —Habló el hombre. Estaba claro por su expresión de desinterés que no quería lidiar con el tema y simplemente echarle toda la culpa a él.

—¿Quienes lo dicen? —Doyoung se acomodó mejor en la silla.

—Kim Dongyul y Lee Youngsoo fueron los que vieron todo. Son compañeros de Park Minjoon el que tuvo el percance con su hermano.