Disclaimer: Si leen algo y les parece familiar, no es mío (y).
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Los siguientes días pasaron como un borrón en la mente de Cassandra.
No eran muchos, en realidad, pero sí se sintieron como una semana entera para ella.
Ya iban casi tres días. Tres días de pesadillas, de lágrimas silenciosas y de heridas en proceso de sanarse y cicatrices en proceso de formarse. Casi tres días desde que se había dejado caer en la puerta de la casa de Tonks y Remus; casi matando del susto a su ex profesor, por lo que le había comentado Hermione en alguna de sus muchas visitas; y seguía sin poder levantarse de la cama y caminar un poco sin ayuda. Detalle que le preocupaba más que un poco, porque quería salir pronto de esa casa.
Casa que, había aprendido también recientemente, era propiedad de Sirius.
Sirius que, encima de todo, no había visto desde la desastrosa noche en que había llorado hasta la inconsciencia en sus brazos.
Cassandra se giró en la cama, sintiendo como la luz del día la cegaba brevemente, al quedar de frente a la ventana. Si antes de despertar ese día en la cama de Sirius (sin Sirius), le había quedado alguna duda de que no tenía caso quedarse cerca de él…ahora podía estar segura de que Sirius no la querría cerca. Ni en un millón de años.
No lo culpaba tampoco por haber desaparecido aquella noche. Se había puesto en vergüenza. Y lo había hecho ella solita.
Cassandra no iba a negar que, en aquel momento, se había dejado llevar un poco por el pánico. Un poco mucho. Había sobre reaccionado, eso lo tenía claro.
Había adquirido más cicatrices, nada nuevo ahí. Su familia había vuelto a demostrarle todo lo que la odiaban. Nada nuevo ahí, tampoco. Había experimentado en carne propia lo crueles que podían llegar a ser los mortífagos con los que su familia se sentía tan identificada. Pero tampoco era algo que desconociera.
Se había llevado más sustos que nunca en su vida, eso sí era cierto. Y Cassandra atribuía a esa acumulación de sustos la reacción extrema que había sufrido. La palabra clave siendo "extrema". Extremadamente penosa.
Pero aún sentía que estaba arruinada para el mundo y aún pensaba que no tenía sentido insistir en el tema "Sirius", porque había mucho que debía reparar en ella misma, antes de exponer a nadie al desastre que sería tener una relación con alguien como Cassandra Lestrange.
Alguien que, por lo visto, podía reaccionar de las maneras más rara y locas, como empapar a una persona con lágrimas y quedarse inconsciente encima.
Merlín, mátame…
Un pesado suspiro abandonó su boca, al pensar que debía retirarse del lugar lo antes posible. Debió haberlo hecho desde un principio, entendió un segundo después Cassandra. Había llegado a inmiscuirse en la vida de toda esa gente maravillosa, que le había hecho un espacio en su mundo.
Aún no entendía muy bien cómo calzaban todas las piezas y por qué sus nuevas, y pronto a ser antiguas, amistades estaban tan ligadas con la guerra y con la destrucción de Voldemort, pero si tenía que ser sincera, no sabía muy bien qué hacía ella en la mitad de todo eso.
Tenía que alejarse y dejar que la gente siguiera con los planes que tenían, como debía haber sido. Aunque le doliera el pecho al pensar en que quizá no los vería más. Que no lo vería más.
¿Por qué tenía que comportarse tan malditamente adolescente, cuando debía actuar como una persona madura?
En vez de ser capaz de levantarse, limpiarse la cara, ponerse ropa limpia y de adulto, tomar a Mina y salir con la frente en alto por la puerta principal en busca de un trabajo para sobrevivir como cualquier adulto responsable…quería ponerse su camiseta de gato, hacerse pelotita y llorar por siempre.
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Ovejas Negras
FanfictionOC/ Sirius Black. Durante el 7mo libro.....La vida no ha sido fácil para Cassandra, pero con ayuda de su gata malhumorada, su ración diaria de dulces y un sentido del humor a prueba de Mortífagos, ha logrado sobrevivir. Cuando un invitado inesperado...