¡¡¡¿ QUIÉN $#%#$ ERES TÚ ?!!!

Tres demonios, una loba y un niño

Tierra -"CIUDAD NUEVA" - Mundo de los vivos.

El portal se había cerrado justo al frente de él, llevandose consigo a su mejor amiga, y no pudo hacer nada para evitarlo. Era apenas un niño de 11 años aterrado por lo que estaba pasando y ahora se había quedado solo, Samantha se había ido sin ninguna explicación.

- ¡NOOO! - Escuchó derrepente el pequeño, con ambas manos cubrió fuertemente su boca para no gritar, estaba temblando como nunca y lo único que lo cubría para no ser visto era unas cajas amontonadas. La lluvia caía a cantaros.

- ¡MIERDA! ¡FUCH, LLAMA A TUS HOMBRES, DILES QUE SE LA LLEVARON!

- ¡Sí, señor! - El hombre marcó apresuradamente el teléfono y se lo llevó al oido, a los segundos habló la contestadora - ... ¡Mierda! - volvió a marcar y nada, la contestadora de nuevo, con manos temblorosas por el frío y por el miedo de perder la vida en ese momento, le dijo a su jefe - ... No responden, señor.

- ¡¡INTENTA DE NUEVO, CON UN DEMONIO!! - El hombre obedeció, marcó denuevo los dígitos con dificultad.

- ¡¡ESA PERRA!! - Grito el jefe pateando con furia una columna de cajas que calleron por todo el callejón, afortunadamente no era el montón donde se encontraba escondido el niño.

- H-hola?, ¡¿Por qué no respondías?! - dijo el otro hombre.

- ¡Señor, estamos siendo atacados en este mismo momento! ¡Ya hemos perdido a siete de nuestros hombr---! - La señal se iba, el hombre golpeó el teléfono y se lo llevó de nuevo al oido un poco asustado por lo que estaba oyendo.

- ¡Quienes! ¡Quienes son, Fill!

- ¡N-no sabemos, SE MUEVEN MUY RÁPIDO! ¡Espere, me están diciendo que son tres... ¿Qué?! .... ¡SEÑOR, SON DEMON----

- ¡Fill! ¡¿Fill, estás allí?!  ¡FILL! - La señal se había cortado. El hombre le dirijió una mirada completamente aterrada a su jefe, sus ojos lo decían todo.

- ¡NO, NO, NO! ¡DEBE ESTAR POR ALGUNA PARTE! ¡SOLO... HAY QUE ENCONTRARLA!

- Es todo señor... moriremos...

- ¡IVAMOS A MORIR DESPUÉS DE TODO, FUCH! - Gritó el jefe que andaba en circulos agarrandoce la cabeza sin saber que hacer. Dudoso y tembloroso, el niño se asomó por el borde del muro de cajas, pudo ver a ambos hombres, totalmente empapados por la lluvia, estaban desesperados y eso se notaba, pero lo único que quería hacer el pequeño era salir de ese lugar lo más pronto posible. Con cautela se arrastró por el suelo mojado y rasposo hasta llegar a un contenedor de basura, solo le faltaba dar la vuelta y salor huyendo calle abajo. Sabía que Samantha ya no iva a volver, sea lo que sea eso que se la había tragado no creía que volviera aparecer, tenía que salvarce él mismo. Respiró hondo para darce ánimos, "A las tres, Daniel", se dijo a sí mismo, "Uno... Dos... ¡Tres!".

Unos fuertes disparos detubo el plan del pequeño quien asustado volvió a sentarce cubriendose la cabeza. "Y-ya me e-encontraron ...".

Unas sombras rojas aparecieron moviendoce en zig-zag a la velocidad de un rayo, estaban rodeando a los dos hombres que se habían juntado por los disparos, aterrados, pues no querían morir, pero eso no lo evitarían esta noche.

- ¡¿Q-quiénes s-son?! ... ¡MUESTRENCE! - gritaron ambos hombres levantando sus armas hacia una dudosa dirección.

- ¡Vaya, Vaya!,  Parece que esta noche se moriran algunas ratas... bueno... ¡Aparte de las que ya se murieron!