"La invitación"

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A nadie le gusta que su espacio se invadido, en el especial por extraños...

Hace un par de dias que el infierno habia comenzado a recibir a más pecadores de lo usual. Muchos eran ancianos, pero había unos cuantos jovenes. Pero el problema no era la gran cantitad que venía, sino la calidad de estos... pues muchos eran unos grandisimos...

- ¡LADRONES!

Cherri corría por los techos de los edificios tratando de atrapar a tres de estos nuevos que habían llegado, unos hombres. De quién sabe donde sacó una granada rosa y con su mismo diente la activó sacandole el seguro. Para su mala suerte la granada cayó al costado de su objetivo principal quien al ver la mala puntería giró en si solo para mostrarle el dedo medio a la demonio explosiva lo cual la hizo enojar mucho más de lo que estaba.

De pronto comenzó a sacar más granadas y tiró cada una de ellas apuntando a los otros desgraciados de enfrente. Pudo derribar a uno, y al pasar a lado del demonio, esta le dió una patada en el estomago antes de seguir corriendo. Derrepente sintió que su corazón iba a pararse, a unos cuantos edificios más adelante se enontraba la "Zona 0" de la ciudad, y ella sabía muy bien que no podía ni debía ir allí, era un suicidio total.

Desesperada comenzó a sacar todas las municiones que tenía y las lansó sin importarle donde cayeran, estaba muy asustada... ellos no debían irse con el pequeño bulto que le habían robado, no tenían que hacerlo.

- ¡Alto, ALTO!  ¡DETENGANSE, POR FAVOR!

- ¡Jodete estupida!

Faltaban ya unos cuantos edificios más para llegar al límite, claramente ya se podía distinguir la oscura zona que rodeaba toda esa parte prohibida haciendola distinguible de todo lo demás. Alarmada comenzó a revisar sus bolsillos pero ya no había ni una sola bomba más... se le habían acabado y aún estaba muy lejos de los ladrones. Su mirada cambio de enojada a aterrada, esto no podía pasarle... no a ella.

Y como si el infierno hubiera escuchado sus suplicas internas, una enorme nabe aterrizó crusandose justo en el camino de los ladrones impidiendoles el paso y al instante comenzó a disparar fuegos rosas apuntando a los demonios. Cherri se detubo de golpe, confundida, pero a los segundos volvió a reaccionar y consiguió acercarse a los dos demonios que ahora se hallaban tirados apretandoce sus heridas. La demonio explosiva no dudó en plantarle a cada uno de estos unas fuertes patadas sin piedad que realmente disfrutaba. Después se dió la media vuelta y buscó con su ojo la pequeña mochila rosa, la encontró en los brazos del ser que menos esperaba toparse, pero si no fuera por él... todo hubiera sido un desastre.

- Buscabas esto, linda...?

- ¡Dame eso, anciano! No estoy de humor ahora para tus jueguitos.

- Un por favor hubiera sido suficiente - alardeó la serpiente de elegante apariencia y de sombrero de copa, Sir. Pentious. Impulsó la mochila para lansarcela pero justo Cherri lo detubo con un estruendoso grito que casi lo deja sordo. La bella ciclope corrió alarmada hacia donde se encontraba la serpiente y al estar frente a este habrió con mucho cuidado la mochila. Ambos miraron el interior de esta, más Pentious que estaba muy confundido.

En el fondo y bien acurrucado entre las demás cosas que había, se hallaba un tierno cerdito rosa que dormia muy plasenteramente enroscado en una mantita afelpada que cubría su cuerpecito. Era Fat Nuggets, el "bebé" de Angel Dust. Cherri solo lo estaba cuidando cuando esos imbeciles se acercaron a robarle, los estupidos creyero que era dinero, la tomaron por sorpresa.

- Que bien... no se despertó

- ¿Qué esss... eso? - dijo Pentious que no había retirado sus ojos del lechoncito.

¡¡¡¿ QUIÉN $#%#$ ERES TÚ ?!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora