POV Azula
Me sentía desorientada sentia que todo había sido real pero me sentía rara apagada solo recordaba al Avatar enfrente de mi y todo se apagó
- Real..mente lo..lo siento.. - El Avatar se veía muy cansado y apenas se podía poner de pie.
- ¿Que me has hecho? - el me miró con pena y empecé a recordar lo que dijo antes de que me desmayara, lo de quitarme mi control y unas lágrimas empezaron a salir de mi ojos.
- ¡Maldito eres un monstruo! - Sentía una gran impotencia así el y mis lágrimas empezaban a salir cada vez más y con fuerza intentaba escapar.
- Azula no es su culpa tu misma fuiste quien lo arrodillo a esto -
- ¿Como te atreves a defenderlo tu eres mi madre? - Siempre finguendo que sentía algo por mi pero ahora era distinto el sentimiento contra ella.
- ¿Ella es tu.. tu madre? - No pude creer sus palabras sabía que solo yo la veía pero como era posible que el la estuviera viendo.
- Es un gusto conocerte joven Avatar soy la madre de Azula y Zuko mi nombre es Ursa -
- Es un gusto pero yo ya la había visto en esa pesadilla cuando Ozai la atacó... - Lo interrumpi patiando la arena para que no siguiera recordar eso hacia que sintiera una presión en mi pecho.
- Liberarme ya no tengo poderes... ni nada que perder - Ambos me voltearon a ver algo tristes y me con el apoyo de mi madre me libero.
- Eso no es cierto Azula tienes mucho por que pelear - Yo no la quería escuchar pero sentí como una mano se puso en mi hombro pero cuando volte era el Avatar.
- Tranquila vi en tu interior y se lo que se siente... lo que se siente tener una obligación de nacimiento Ozai te enseño eso te obligó a ser alguien que no querías y te transformo en lo que el quería pero eso puede cambiar la guerra acabo y el fue derrotado no hay que tener miedo... - Quite su mano y lo empuje para que se alejara
- ¡Saber de nacimiento que te lo imponga... tu no sabes nada ni ella ninguno lo sabe...! - Quería irme pero mi madre puso enfrente nuestra.
- Nunca te pedí nada madre pero sabes que me equivoqué debí pedirte que me quisieras más que a Zusu o por lo menos igual pero no me veías como el monstruo que había creado mi padre - Ella solo agachó la cabeza sabía que tenía razón todo había sido su culpa.
- Azula tu siempre serás mi hija y te amo tanto como amé a Zuko y siempre lo haré perdóname por no ser lo que quisiste realmente lo siento - Solo se desvaneció y sentí lo mismo que al ver como moría en mis manos en mi pesadilla y empecé a llorar.
- Ella si te quiere... - Escuche al Avatar quien estaba atrás mío.
- Déjame en paz no quiero a nadie cerca... - Pero escuche que sus pasos se acercaron.
- Cuando tenía 12 años me dijeron que era el Avatar y que mi deber iba a ser deter a el ese entonces señor del fuego... - No me importaba su historia en lo más mínimo quería estar sola pero por alguna razón dejé que continuara.
- No fue fácil era un niño que solo quería jugar con sus amigos divertirse pero no podía, se que tú papá fue duro contigo desde muy pequeña lo vi en tus recuerdos y realmente sentí lo mismo que tu la única diferencia es que yo huí y tu no.... - El tenia razón mi padre me causaba un miedo ya que me entrenó como un arma desde pequeña y eso me cambió pero el Avatar también sentía ese miedo de ser algo que no quería ser.
- ... - No tenía Ganas de hablar con el sobre eso ahora era un tema muy desagradable para mi.
- Aun así nadie más que nosotros mismos estamos a cargo de nuestros propio destino - Solo escuche que se alejo y me quede llorando mientras pensaba en mi madre y mi vida hasta ahora.
Ya estaba oscuro cuando dejé de llorar y vi que a lo lejos est Avatar había creado una fogata y decidí acercarme.
- Hola ¿Quieres sentarte? - Hizo un banco con tierra pero se veía que estaba muy cansado.
- ¿Que te pasa? - El me miró raro fingiendo como si nada le pasara.
- No sé a qué te refieres me encuentro bien - Solo sonrio mientras comía una fruta me vio y me acerco una también.
- Claro.... oye ¿Como es que viste mis recuerdos y esas cosas? - El se quedó pensando unos momentos.
- Realmente no tengo idea es la segunda vez que hago "energía control" y no se que cosas pueda causar - No entendía nada de lo que me decía y el no se dio cuenta y se durmió.
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- Seria tan fácil acabar contigo - el estaba durmiendo muy cómodo mientras lo miraba con una piedra en la mano.
- Azula el mundo necesita de el el equilibrio depende el y no serviría de nada tu padre ya esta en prisión -
- ¿Y? sería recordada por ser quien mato al Avatar - Mi madre me tomó de los hombros y me abrazo senti una calor y calma mi mente se aclaró me sentía segura en sus brazos y me dormi.
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- ¡Despierta! - Me levanté rápido para ver que sucedía y vi al Avatar parado aún lado mío.
- Es hora de desayunar - Me había despertado para eso lo iba a matar.
- Tengo un plan mientras mis poderes se recuperan esperaremos aquí aque mis amigos me encuentren - No podía creerlo el quería quedarse aquí era inconcebible.
- Enserio ¿quieres quedarte aquí por que no nos vamos? - El solo se sentó de forma rara viendo el mar.
- Este es un buen lugar y te podría ayudar con la meditación y equilibrar tu espíritu fue sugerencia de tu madre...- Estaba apunto de tomar una roca y lanzarse la pero mi madre me detuvo y me sonrió.
- Azula tienes la oportunidad de equilibrarte y redimirte por todo lo que has pasado esta es tu oportunidad - Entendi lo que mi madre quería y tal vez tenía razón era momento de seguir aunque realmente no sabia si quería eso todo había sido raro desde que hice el Angi Kai con Zuko mi mente no era la misma.
- Esta bien Avatar nos quedaremos mientras esperamos a tus tontos amigos y tal vez medite pero si no llegan en unos días nos iremos y saldremos por otra forma - El sonrío y me extendió su mano en señal paz.
- Dime Aang es más cómodo y créeme ellos vendrán - se volvió a sentar con mucha seguridad.
- Azula princesa de la nación del fuego para ti - El me miró y me dijo que me diría Azula que era más corto y aunque me molesto acepte.
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LA PROMESA
FanfictionLa Princesa Azula de la Nacion del fuego atormentada por sus actos en el pasado y negando todo intentaría huir de esa falsa máscara que su padre creó sobre ella para tener a el soldado perfecto y no una hija. Con nuevas amistades para ella, aprender...