Ser la hija de un pastor y la típica rara no era malo.
Pero el hecho de relacionarse con un chico rebelde y algo posesivo,sique lo era.
Y mas aún si se trataba de Min Yoongi.
-YOONIE.
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-D-detente-con fuerza trato de cerrar la puerta pero el molesto pie de Yoongi seguía ahí-
Yoongi se mantenía de brazos cruzados con una expresión bastante confusa.Que le ocurría a ella?por supuesto que quería hacerle el amor una vez más pero no creía conveniente presionarla.
Sin embargo ahí estaba ella,molesta!quien entendía a las mujeres-pensó para si mismo-
-Yoongi deja de ser pesado quieres?
-Yo soy el pesado?tu eres la que no quiere decirme que le pasa joder-exclamó casi gritando-
Ella se sintió mal por un momento,lo estaba presionando cuando era más que obvio que el no deseaba tocarla.
-Y Bien?-pregunto expectante- me dirás?
Guardo silencio por un momento,era demasiado vergonzoso pero...
-Sino quieres tocarme esta bien-dijo ella con una expresión digna de un meme-
Yoongi creía que se le iban a salir los ojos después de haber escuchado semejante aberración.
Que el no quería tocarla?si como no.
-E-stas bromeando No?-por primera vez era el quien se sentía avergonzado-
- No...-susurro ella inflando los cachetes para luego conectar fijamente sus ojos con los de el-Quiero que me hagas el amor por última vez,que saques todas esas marcas que me dejó aquel asqueroso...
Ella hablaba muy enserio.Esa expresión sería y firme lo confirmaba.
-Pero puedo entender que su sientas asco después de-Fue interrumpida al chocar fuertemente con la pared-Y-yoongi?-pregunto sorprendida-
Pero el se encontraba ocupado besandole el cuello con besos húmedos y chupadas que dejarían marcas notorias. La volteó quedando ella al frente para caminar con pasos lentos hasta la habitación de Hoseok.
-Nunca...Nunca vuelvas a decir algo asi-después de decir aquello fue desprendiendo su ropa con sensualidad.Jennie echo la cabeza hacia atrás soltando jadeos de placer.
Aunque la llamarán tóxica por volver a los brazos del chico que tan malos ratos la hizo pasar ella volvería a caer ante el.Lo deseaba tanto que le quemaba la piel.
Con lentitud el dirigio sus manos hasta su sostén de seda.Se entretuvo apretandolos por encima,robandole gemidos que eran callados por sus labios.
Decidió sacarlos de su prisión para ver pezones puntiagudos rogando atención que no se negó a dar.Se agachó hasta estar ala altura para así engullir uno en su boca mientras el otro lo apretaba con sus dedos.
Jennie volvió a echar la cabeza hacia atrás soltando sonidos obscenos mientras le desordenaba el oscuro pelo. Alejándose un momento el mismo se quitó la ropa con velocidad quedando sólo en boxers donde se marcaba perfectamente sus dolorosa erección.
