O28: Seokjin

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Kim Seokjin desde que había entrado al grupo se había sentido algo inseguro, nunca creyó que sería prácticamente reclutado por una empresa, él pensaba que algo así no sería posible para él, pero prácticamente había sido posible, cuando conoció al alfa que sería el líder del grupo no le parecía apropiado, pensaba que él sería el líder después de todo es el mayor.

Pero se había quedado resignado a las decisiones del manager, y luego conoció a Yoongi, al principio que lo vio le pareció un chico sumamente atractivo, una actitud digna de un alfa, lo que le había dejado sorprendido al instante que lo conoció, pero al enterarse que se trataba de un beta, fue cuando su sorpresa había crecido más, ¿un beta? ¿Por qué un beta?

No quería excluirlo ni nada por el estilo, simplemente se había quedado anonadado con aquello, pero debía admitir que estaba excelente aquello, Yoongi siempre parecía ser todo un rebelde que evitaba obedecerle, después de todo es su mayor, y aún así Yoongi quería comportarse como si fueran de la misma edad, pero claro Seokjin no se lo permitiría tan fácilmente.

Con el paso de los años, Seokjin había descubierto que Yoongi podía rebelas un lado mucho menos fanfarrón y más amigable y bondadoso, siempre lo oculta muy bien, Seokjin siempre le ha costado trabajo tratar con Yoongi, pues cuando lo ve y quiere darle un abrazo o mencionar cualquier cosas, siente miedo de que se moleste de por medio, así que casi siempre evita aquello.

Pero sabía que Yoongi podía ponerse tímido frente a algunas situaciones, y más cuando estaban las cámaras cerca, Seokjin siempre menciona lo difícil que es tratar con el omega, y es que Yoongi no es una persona fácil.

Los sentimientos ya los tenía de por medio, Seokjin se sentía atraído por aquel pequeño chico de piel pálida, cada que veía las fotografías que les tomaban en eventos públicos, podía ver a sus demás compañeros, casi todos altos, debido a que son alfas, por supuesto Yoongi siempre quedaba como el miembro más pequeño de todos, y eso solo lo hacía más adorable, Seokjin reconocía que le agradaba la altura de Yoongi, pues podías abrazarlo y mantenerlo cerca de tu pecho sin problema alguno.

Por supuesto a Yoongi lo que más le molesta en particular es que hablen de su altura, Seokjin le gustaba molestarlo con aquello para ver esos ojos enojados que más parecían ser de lo más adorable en lugar de causar algún miedo, Seokjin amaba verlo así.

El alfa nunca demostraba alguna señal de querer estar cerca de Yoongi, pero eso era lo que más quería, cada que veía que alguno de los otros alfas intentaba tener algún tipo de interacción con el omega, se sentía celoso al respecto, pues solo ver como a ellos les mostraba su total atención le hacía tener un amargo sabor de boca de por medio, y no le gustaba.

- Seokjin hyung -la voz del omega lo saco de sus pensamientos-, ¿todavía hay comida de ayer?

Yoongi jamás comía la comida que sobraba, frunció el ceño al escuchar aquello.

- Sí, ¿por qué?

- Tengo hambre -menciono el omega agachando un poco la mirada, casi no era de pedir alimento, siempre se la pasaba encerrado y no le importaba si comía o no, siempre hacía lo mismo, y alguno de los alfa le iba a dejar un poco de comida para que pudiese alimentarse y nutrirse-. ¿Pasa algo?

- ¡Te la daré! -respondió animado el alfa mayor-. Pero ¿e-estás seguro que quieres comerla?

- Lo estoy, ¿por qué lo pregunta?

Yoongi ladeo un poco su cabeza en señal de duda, lo que hizo sonreír a Seokjin de por medio, se veía tan adorable cuando hacía ese tipo de gestos, Seokjin quería seguir viendo esos gestos tan lindos de parte del omega.

- Porque es kimchi, y a ti no te gusta mucho como lo preparo -menciono Seokjin llevando su mano hacía su nuca, rascandola un poco.

Yoongi no ha sido un gran fanático de la comida que prepara Seokjin, solo algunas cosas las come, pero algunas siempre le dice que no le gustan, y que las prefiera cuando él mismo las prepara, Seokjin podía sentirse un poco ofendido por aquellos comentarios, y siempre trataba de mejorar en la cocina para por fin poder escuchar que Yoongi no se queja y que está feliz con lo que está probando, pero por alguna razón, el omega siempre tenía algo de que quejarse con respecto a su comida.

- Pero si está delicioso, hyung.

Por supuesto, Yoongi no sabía lo que esas simples palabras habían causado en Seokjin, el alfa se había sentido tan cálido al escuchar eso, sintió a su corazón comenzar a latir a una velocidad impresionante, y sentía que sus mejillas se habían calentado levemente, maldición, se estaba sonrojando frente al omega, nunca le pasa eso, jamás debería pasarle eso, pero es que ese comentario de parte del omega que siempre ha criticado su comida, le había causado tanta ternura que lo único que quería era abrazarlo y darle las gracias por dicho comentario.

- ¿D-de verdad te gusto?

- Sí, es delicioso, como mi madre solía hacerlo en casa, ¡es muy bueno!

Ahora Seokjin si sentía que podía derretirse por completo con aquellas palabras, pero debía dejar sus desmayos para otro día, ahora tenía que calentar la comida para dársela a su omega, detuvo sus acciones al percatarse de su pensamiento, su omega... no era nada malo pensar en eso ¿verdad? Frunció levemente el ceño mientras cerraba sus ojos con algo de fuerza, ¡ya estaba pensando como los demás lobos hambrientos! ¿Por qué? ¿Qué carajos tiene Yoongi que puede endulzar su vida en tan solo instantes? ¿Acaso eso era lo que todos sentían cada que estaban con el omega?

Ahora lo entendía.

Podía comprenderlo por completo, eso era lo que todos sentían, no era solamente pura atracción, no eran las hormonas, nada de eso tenía que ver, han pasado años juntos, todos han estado en convivencia con el omega, ¿quién no podría enamorarse de dicho omega? ¿Quién podía decir que no siente nada hacía él? Seguramente ninguno de ellos, han estado juntos todo el tiempo, han convivido juntos, han pasado momentos únicos al lado de tan precioso omega.

¿Quién no podría enamorarse de Min Yoongi?

Nadie, y él sabía que había caído al igual que todos, había caído enamorado del omega de Bangtan.

Un Omega Entre AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora