Un Omega Entre Alfas

O34: Sentimientos

Después del concierto, aunque los alfas intentasen tener una conversación con Yoongi este no les prestaba nada de atención, las escenas que habían ocurrido solo pasaban una y otra vez en su cabeza sin parar, y eso le molestaba de sobremanera, frunció el ceño, la camioneta en la que viajaban se había detenido por completo, era el primer concierto, y esos alfas solo hacían que sus emociones estuvieran en pelea.

- ¡Muero de hambre! -menciono Taehyung saliendo de la camioneta y estirando sus brazos, lo único bueno era que podían disfrutar de la estancia en el hotel, se veía un tour muy fabuloso, tendrían otros conciertos después de unos días, irían a Japón y Estados Unidos, y eso en verdad que era emocionante-. ¡Ordenemos todo el menú del hotel!

- No puedes comer tanto, vomitarás como la ultima vez que comiste en exceso -advirtió Hoseok para hacer recapacitar a Taehyung.

- ¡No importa! -menciono Taehyung mientras seguía su camino hacía la entrada del hotel en dónde todos se hospedaban.

Todos seguían su camino comentando lo bien que se la habían pasado en el concierto, Yoongi se había quedado rezagado, no quería saber nada, aún sentía que todos sus sentimientos estaban totalmente revueltos, no quería ni siquiera saber de comida, sentía el estomago tan revuelto que solo quería descansar.

De inmediato al ver que los demás ya no se encontraban cerca suyo, corrió hacía las escaleras y las subió de prisa para poder encerrarse en su respectiva habitación, y eso había hecho, en cuanto llego al pasillo del tercer piso, corrió hacía el fondo para ingresar a su habitación, de inmediato abrió la puerta y la cerro con algo de fuerza, se recargo en ella para poder soltar el aire que había estado reteniendo desde hace un tiempo, estaba agotado, y no era por el concierto, estaba feliz por hacer feliz a A.R.M.Y pero estaba cansado, esos alfas solo lo hacían tener tantas cosas en su cabeza que ni siquiera podía entender y eso era frustrante para él, no podía soportar estar de esa forma.

Se deslizo poco a poco hasta por fin dar con su trasero en el suelo, y allí se quedo, mirando sus piernas dobladas y sus manos en sus costados, descansando sobre la pequeña alfombra que se encontraba en el suelo.

Sonrió, parecía que la canción que había escrito para su solo, concordaba solo un poco con lo que estaba pasando, era obvio que se sintiera en un sube y baja, todo lleno de emociones, por una parte le había molestado un poco el hecho de que sus compañeros se metieran a bailar junto a él solo para que el fandom se diera cuenta de que todos los shippeos en donde está él, son más que reales.

Pero estaba feliz por tener a todos allí a su lado, sabía que a ellos les gusta la canción, inclusive a él le fascino en cuanto la había terminado, pero ahora no sabía que pensar, los alfas estaban allí, estaban con él, habían bailado con él, le habían dado un beso, cada uno de ellos en una parte distinta, y ninguno se había atrevido a robarle un beso en los labios, o siquiera en dónde corresponde la marca para el omega.

Eso hubiera causado una controversia enorme, soltó un largo suspiro, cerro los ojos por unos momentos, estaba confundido, todos sus sentimientos revueltos en su totalidad, no sabía que debía sentí ahora, coloco sus manos justo en dónde se encuentra su corazón, la imagen de cada uno de los alfas había aparecido en su mente, y sintió como se aceleraba un poco más cada uno de sus latidos, sonrió, tal vez si se encontraba más enamorado que nunca, pero seis alfas, eso era el problema.

Era raro que un omega tuviera más de dos alfas, casi siempre era el alfa quien tenía la oportunidad de tener más de dos omegas, pero que un omega tuviera más de dos alfas, había pocos en el mundo, y casi siempre se trataba de la realeza, había escuchado viejas historias sobre aquello, y le parecían un poco absurdas, ahora que él prácticamente lo estaba viviendo, ya no sabía que pensar al respecto sobre todo eso.

- Min Yoongi -menciono su nombre para después sonreír-, ¿qué hice como para tener a seis alfas tras de mí?

Tal vez había sido demasiado lindo con ellos. Tal vez se había pasado la mayoría de su tiempo con ellos. Tal vez el apoyo que les brindaba a cada uno de ellos era lo suficientemente valioso como para hacerlos quererlo.

Había hecho demasiadas cosas que alentaban a cada uno de los alfas a querer algo más que una amistad con él, y no sabía si considerar eso como algo peligroso de por medio, era peligroso cuando los alfas se encontraban peleando solo por obtener su total atención, podía reconocerlo por completo, pero aún así sentía que no la merecía, a veces se portaba grosero con ellos, y aún así ellos venían con sonrisas hacía él.

Ya no sabe que hacer, no sabe que pensar, se siente confundido, su corazón cree estar confundido, pero no es así, está enamorado de seis alfas, alfas que lo han estado cuidando desde hace años, alfas que le sonríen y dan regalos, alfas que quieren obtener su atención con tal se poder estar con él de una u otra forma.

Necesitaba dormir, tal vez así su corazón y su mente aclaren todo de una vez por todas, sentía que no podía enamorarse de más alfas, eran demasiados para un solo omega, además de que sentía que si se los decía, seguramente se molestarían con su comentario, y eso es lo que menos quería, no le gustaría para nada que ellos se enojasen y comenzarán a pelear entre ellos solo por su decisión.