Maddie
"¿Cuánto tiempo te irás?" Ámbar inclinó su rostro mientras subía sus piernas a mi cama.
Terminé de doblar una de mis blusas negras, posicionándola encima de otras prendas dentro de mi maleta, "No es demasiado, cinco días,"
Escuché a Leslie aclarar su garganta en la silla de mi escritorio, "Si vuelves y no te has acostado con él simplemente van a ser los cinco días más desperdiciados de tu vida."
"Leslie," Advertí mientras ella levantaba sus manos en el aire, fingiendo inocencia, "No va a suceder."
Ámbar resopló, "Ya lo has besado, no sería algo demasiado nuevo." Oí a Leslie unirse a las risas de Ámbar y negué con la cabeza.
Habían pasado casi dos semanas de la última vez que estuve a solas con Harry, más precisamente de la noche en el que lo había besado. Aunque me costó demasiado, teniendo en cuenta que trabajo para él, pude evadirlo durante la mayoría de los días, encontrándome con él solamente cuando se acercaba a nuestra oficina, dónde también se encontraba Caleb y Nolan, y aunque estaba agradecida de no haber tenido nuevos encuentros a solas con Harry, tenía que admitir que hoy, día en el cuál me iría a Inglaterra con él, dejaba de estar agradecida, sintiendo con anticipación la incomodidad que iba a predominar en el ambiente, "No les debería haber dicho que lo besé," Me quejé por lo bajo y sentí una almohada golpear mi cabeza.
Me reí mientras terminaba de agregar algunos jeans y ropa interior a mi maleta, "Sólo acuéstate con él, luego nos agradecerás," Solté una risa negando con la cabeza mientras se escuchaban tres golpes en la puerta de mi habitación.
Volteé mi rostro para observar a mi padre, "¿Puedes venir un momento?" Fruncí el ceño, asintiendo lentamente.
"¿Está todo bien?" Cerré la puerta de mi habitación detrás de mi, escuchando como Ámbar y Leslie continuaba hablando, rogué para que no digan nada de Harry ya que mi padre escucharía con facilidad.
Asintió rápidamente, "Es sólo que voy a extrañarte," Relajé mi ceño y sonreí.
"Son sólo cinco días," Minimicé el tema, esperaba algo como esto pero de parte de mi madre, no de él.
Se encogió de hombros, "Lo sé," Sonrió de una manera poco honesta, algo que causó confusión en mi, "Es sólo que," Respiró profundamente, como si le costara encontrar las palabras indicadas, "No digo que nos hayamos distanciado, pero sé que estuviste enfurecida conmigo y puedo sentir como eso cambió un tanto nuestra relación," Sus palabras me hacían sentir un tanto culpable, no tenía idea de que mi padre se sentía así, "Te extrañaré, Maddie," Sonreí a medias, acercándome a él para abrazarlo, "Y te quiero demasiado, nunca dudes de eso."
"Y yo a ti," No pude evitar reírme ya que sentía que estaba exagerando, "Pero sólo serán cinco días," Repetí en un susurro, estaba actuando como si no fuera a verme nunca más en su vida.
Harry
"¿No te preocupa?" Detuve mis pasos milímetros antes de que mi cuerpo atraviese el umbral de la cocina, continué pasando la toalla blanca que sostenía en mis manos por mi cabello, intentando secarlo por completo.
Escuché la risa de Serena ante la pregunta de una de sus amigas, "¿Que Harry se vaya a Inglaterra?" Fruncí el ceño, mientras me mantenía cerca de la blanca pared, escuchando la conversación.
"Que vaya a Inglaterra con una chica," Serena volvió a reír.
"Por supuesto que no," Negó rápidamente y quise reír por lo bajo al pensar en que si Serena sabía las cosas que pensaba acerca de Maddie quizás su respuesta era distinta, "Es por trabajo, además, ¿Qué va a hacer? ¿Acostarse con ella?" Ojalá pudiera, "Que lo haga, no es como si yo no lo hubiera engañado a él," Alcé ambas cejas, sorprendido pero acostumbrado a que diga cosas hirientes como esas, "Siempre termina volviendo a mi," Bajé mi mirada, avergonzado de que piense y hable así de mi, "Ya sabes, con todo eso de que siente que le piden más de lo que puede dar, y sobre su edad," Soltó alargando las palabras en un tono burlón.
"Ya me voy," Solté entrando a la cocina, pasando por el lado de Serena para depositar la toalla, que había usado luego de mi ducha, en la lavadora.
Su amiga, que ya ni siquiera recordaba su nombre, bajó la mirada, evitando contacto visual con cualquiera de nosotros dos, "¿Ya?" Se apresuró a preguntar Serena y asentí, saliendo del mediano cuarto donde se encontraba la la lavadora y secadora, "Dijiste que te irías luego de almorzar." Me encogí de hombros.
"Almorzaré con Maddie," Observaba algo de culpa en sus ojos pero no estaba seguro de si debía creerle o no.
Se acercó a mi, posicionando sus manos en mi hombros, "De acuerdo," Sonrió estirando su rostro, "¿Nos vemos a la vuelta?" Suspiré asintiendo, cuando noté que sus labios estaban por apoyarse en los míos no pude evitar cambiar la dirección, apoyando mis labios en su mejilla, esquivando su beso en mi boca.
La escuché quejarse por lo bajo y tuve el presentimiento de que me seguiría, sin embargo me apresuré, arrastrando mi maleta por la sala de estar y buscando mi móvil para llamar a Maddie, "¿Harry?" Su voz comenzaba a causar escalofríos en mi y me gustaba más de lo planeado.
"¿Estás lista?" Escuché voces de fondo y estaba seguro de que eran Ámbar y Leslie, las amigas de Maddie, quienes estaban con ella el día del club, "Iremos a almorzar antes de salir." Solté rápidamente, evadiendo el pensamiento de que recordaba ambos nombres de las amigas de Maddie pero hace segundos no pude recordar el nombre de la amiga de Serena.
Mientras sostenía mi móvil pegado a mi oreja con la parte superior de mi hombro, abrí el baúl de mi coche negro para acomodar la maleta allí dentro, "Hay algo que se llama anticipación," Sonreí, las últimas dos semanas había intentado más de una vez hablar con Maddie a solas, sin embargo evitó todos esos momentos como una profesional, me asustaba la idea de que no volvamos a hablar como antes y escucharla bromear me hacía sentir mejor, "Se suele usar en frases como: avisar con anticipación." Esta vez me reí y mi corazón se aceleró cuando Maddie también lo hizo.
"De acuerdo, te estoy avisando con quince minutos de anticipación."
Ella suspiró, "¿Puedo elegir el lugar en el que almorzaremos?"
Si tan solo entendiera que podría pedirme cualquier cosa y probablemente le diría que si "Por supuesto, Bambi."
No sé si me apresuramiento por llegar al edificio donde vivían los Tansley fue provocado por la idea de alejarme cada vez más de Serena o de acercarme cada vez más a Maddie, pero lo que si sabía es que antes de lo que imaginaba me encontraba en su puerta esperando por ella. No pretendía bajar del coche hasta verla cerca de mi, sin embargo, tuve que hacerlo al darme cuenta no había bajado sola, sino acompañada de sus dos amigas y, por supuesto, de Helen y Airam. "Avísame cuando llegues," Escuché la voz de Helen mientras depositaba mi mirada en el padre de Maddie.
"Harry," Sonreí cuando me saludó, sus ojos eran del mismo color que los de Maddie y comenzaba a tener palpitaciones, nada podía salir mal y con su mirada me lo estaba haciendo saber.
Rasqué mi nuca mientras le preguntaba a Maddie si estaba lista, ganándome una respuesta afirmativa de su parte, tomé su maleta entre mis manos y me concentré en guardarla al lado de la mía mientras escuchaba los últimos saludos de parte de su familia, "¿Harry?" Me sobresalté ante la presencia de Helen a mi lado, volteé mi rostro observando como Airam acompañaba a Maddie hasta la puerta de piloto de mi coche y volví mis mirada a su madre, observando que sus ojos estaban brillosos y con un deje de preocupación, fruncí el ceño aunque imaginaba hacia donde iba ésta conversación, "Cuídala, ¿De acuerdo?" Efectivamente tenía razón, recordando que Airam me había explicado por qué debía contarle a Helen, "Pero sobre todo necesito que la contengas, ¿Si?" Asentí, aunque no me lo hubiera pedido yo sabía que lo hubiera hecho de igual manera, "Va a destrozarla."
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Chicago [H.S]
FanfictionMaddie Tansley, hija del millonario dueño de la empresa Tansley Enterprise y reciente graduada de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, se encuentra abatida ante la sorpresa de que su padre, no sólo no quiere que continúe con el legad...