Maddie
No sé cómo hizo, supongo que fue su voz, o quizás sus ojos, o hasta la manera en que deslizó la yema de sus dedos por mis hombros expuestos, pero de alguna manera lo hizo, hizo que entré al club sólo para avisarle a mis tres amigos que me iría con él, que me alcanzaría hasta mi casa, ni Ámbar, ni Leslie se detuvieron a interrogarme y probablemente era debido al alcohol, aunque por otro lado los ojos de Tyler me juzgaban más de lo normal, y aunque podría haber sido una razón por la cuál me quede en el club no fue suficiente, ya que en éste preciso momento me encontraba en el coche de Harry, "¿Te llevo a tu casa?" Negué con mi cabeza rápidamente.
"Mis padres van a matarme, les dije que iría cenar con mis amigos," Cerré mis ojos golpeando mi frente con la palma de mi mano, "Si llego así probablemente me deshereden," Harry soltó una risa, bajando la velocidad del coche.
"¿Y entonces por qué lo hiciste?"
"¿Por qué hice qué?" Continuaba con mis ojos cerrados, apoyando mi cabeza en el respaldo del asiento.
El coche se detuvo, probablemente en un semáforo y Harry volvió a hablar, "¿Por qué decidiste venir conmigo si sabías que debías quedarte en la casa de alguna de tus amigas para que tus padres no se enteren de ésta pequeña mentira?"
Me acurruqué en el asiento, sintiendo como comenzaba a llegar la tercera etapa de mi borrachera: el sueño. "No lo sé, deja de hacer tantas preguntas," Me quejé y sentí sus dedos acariciar mi mejilla, algo que me hizo sobresaltar y abrir mis ojos, encontrándome con la mirada de Harry contemplándome.
"¿Que se supone que debo hacer?" Inclinó su rostro, aún con sus dedos en mi mejilla, provocando que los pequeños pelos de mi brazo se ericen y el alcohol en mi sangre me ruegue que lo bese, "¿Llevarte a mi casa otra noche más?" Me moví incómoda en el asiento y el sonrió, "Sonó demasiado mal, ¿Verdad?" Asentí, soltando una risa por lo bajo.
"Si quieres podemos volver al club, Harry," Susurré, "Es decir, puedes dejarme en el club nuevamente," Arrugué mi nariz, sintiendo culpa ante mis decisiones patéticas, "Lo siento," No pude evitar pedir perdón y cuando la mitad de su rostro se pintó de verde quitó su mano de mi piel y aceleró el coche, continuando con el recorrido.
"Si vuelves al club seguirás bebiendo," Abrí mi boca para explicarle que no iba a ser así, que ya sabía antes de irme que no debía seguir bebiendo, pero su voz fue la que se escuchó nuevamente en el interior del coche, "No tengo nada mejor para hacer esta noche," Sonrió y sabía que soltaría una broma en cuestión de segundos, "Que hacer de niñera contigo."
Resoplé aunque inevitablemente sonreí, "No tienes por qué hacerlo, Harry, de verdad," El negó con la cabeza, "No quiero volver a ser una molestia, suficiente con..."
"Maddie," Cerré mis ojos nuevamente, "Sé que no tengo por qué hacerlo, así que si lo estoy haciendo es porque quiero, déjalo y ya," No sonaba cabreado, sin embargo lo estaría si continuaba insistiendo con el tema por lo tanto me limité a no decir una palabra, disfrutando del silencio para nada incómodo que había en el coche.
El hecho de ver a Harry abrir la puerta de su coche una vez que estábamos dentro de su garaje me hacía dudar si me había mantenido despierta o no durante todo el trayecto, "¿Me dormí?" Harry apareció a mi lado, sosteniendo la puerta del coche con su cuerpo.
"Si, y has roncado demasiado," Puse mis ojos en blanco, aceptando la ayuda de Harry para salir de aquí, "Y también has babeado." Me reí negando con la cabeza, debía admitir que me gustaba, y mucho, poder bromear de ésta manera con alguien, sin que nadie se ofenda de verdad, "¿Como te sientes?"
Me acerqué a la misma puerta que me había permitido ingresar a la casa de Harry ayer por la noche y sonreí, "Bien, creo que la siesta me ha ayudado un poco," Su risa rebotó entre las paredes grises mientras introducía la llave en la ranura de la puerta, permitiéndonos ver la sala de estar de su casa.
ESTÁS LEYENDO
Chicago [H.S]
Fiksi PenggemarMaddie Tansley, hija del millonario dueño de la empresa Tansley Enterprise y reciente graduada de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, se encuentra abatida ante la sorpresa de que su padre, no sólo no quiere que continúe con el legad...