Chicago [H.S]

Capítulo 76

Maddie

Sonreí, "Buen día, Julie," Agité mi mano en el aire, saludando a la hermana mayor de una de mis mejores amigas.

Su cabeza volteó, interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con otra mujer vestida igual que ella, "¡Maddie!" Exclamó y volteó por completo, "Antes de que sigas caminando," Detuve mis pasos, sintiendo como la pelinegra atrapaba mi brazo con una de sus manos, "Leslie me contó sobre tu y Styles," Susurró cerca de mi y no pude evitar poner mis ojos en blanco, tanto a Leslie como a Ámbar les costaba demasiado mantener un secreto, tarde o temprano lo terminaban soltando.

Suspiré, "No digas nada, Julie, por favor," Sabía que, a diferencia de su hermana, Julie podía guardar secretos, "Además ya terminó lo que sea que había," Le expliqué con algo de decepción.

El Sábado por la noche Harry se fue de mi apartamento y durante todo el día de ayer no lo había visto ni había hablado con él, debía admitir que me daba algo de nervios la situación, "Se va a casar, ¿Verdad?" Sabía que Julie sólo lo estaba preguntando para saber un poco más del tema, sin embargo su pregunta sólo me entristecía un poco más.

Asentí lentamente, "Si, al final de éste mes," Apreté mis labios y ella puso sus ojos en blanco, como si la boda de Harry le pareciera ilógica, "Iré a la oficina," Susurré señalando uno de los elevadores frente a mi, Julie me guiñó uno de sus ojos y una vez que comencé a caminar pude oírla retomar su previa conversación. Jugué con los dedos de mis manos mientras apoyaba mi espalda contra el espejo del elevador, observando de manera fija los números de color rojo que se encontraban cambiando continuamente encima de las puertas plateadas. Me resultaba algo triste y desesperante pensar en que tendría que soportar estar tan cerca de Harry durante la mayoría de los días de la semana sin poder hacer nada. Respiré hondo mientras las puertas del elevador se abrían de par en par, tragué fuertemente al observar que al final del pasillo del último piso se encontraban hablando Harry y Nolan. 

Salí del elevador de la manera más sutil posible, creyendo que quizás de esa manera ninguno de los dos se daría cuenta de que me encontraba allí, sin embargo no tuve tanta suerte, "Maddie," La voz de Nolan me obligó a levantar mi mirada.

No tardé más de un segundo en encontrarme con los verdes ojos de Harry, "Nolan, Harry," Sonreí saludándolos observando como Harry se limitaba a sólo asentir. 

Respiré de manera profunda, preguntándome si a partir de ahora sería así, atravesé la puerta de nuestra oficina encontrándola vacía, me detuve en seco antes de voltear, los ojos de Harry y Nolan me observaban y antes de que pueda decir algo oí la voz del morocho de ojos azules, "Mejor me voy, tengo que hacer algunas cosas," Incliné mi rostro ante la vaga explicación de Nolan mientras comenzaba a caminar en dirección al elevador.

Harry no se movió de su lugar, sus manos se encontraban detrás de su cuerpo, y me observaba fijamente, "¿Y Caleb?" Intenté descifrar la mirada de Harry pero me fue imposible.

Las puertas del elevador se cerraron con un suave sonido y el piso en el que nos encontrábamos se volvió completamente silencioso teniendo en cuenta que éramos las únicas dos personas en él, "Estará trabajando en el piso quince, por un tiempo," Fruncí mi ceño.

"¿Por qué?" No pude evitar preguntar, me sentía intrigada, las primera vez que vine a la empresa Caleb se encontraba detrás del escritorio que ahora se encuentra a mi lado, normalmente cumplía su trabajo allí y también dentro de la oficina que compartíamos, sus tareas estaban estrechamente relacionadas con las tareas y la agenda de Harry, lo cuál provocaba que me sorprenda el hecho de que ahora se encuentre en otro piso.

Harry levantó una de las comisuras de su boca, inclinando su rostro mientras movía sus hombros, "¿Por qué tienes que saberlo?" Me crucé de brazos mientras alzaba mis cejas, "El primer puesto de Caleb ha sido en ese nivel, he contratado a alguien y necesito que lo ayude hasta que pueda realizar todas las tareas de manera correcta y solo," Se encogió de brazos como si quisiera minimizar el asunto, "Si lo extrañas demasiado no tengo problema en darte un puesto en el mismo nivel," Pude oír algo de ironía en su voz, obviamente.

Mis labios se despegaron, completamente atónita por su actitud, "Me agradaría," Solté intentando sonar lo menos sarcástica posible, queriendo averiguar cual sería su reacción ante mi respuesta seria a su pregunta irónica.

 Harry apretó su mandíbula y sus ojos se entrecerraron, como si estuviera intentando deducir si mis palabras eran sinceras o no, "No," Se negó de manera antipática y no pude evitar soltar una risa por lo bajo, "¿Que es lo gracioso?"

Puse mis ojos en blanco, "No estaba hablando en serio, Harry," Suspiré, "¿Que pasa contigo ésta mañana?" Su rostro y sus hombros se relajaron.

Su boca se torció en una mueca, "No lo sé," Fruncí el ceño, "Supongo que no tuve una buena noche," Se encogió de hombros y comenzaba a angustiarme el hecho de que parecía estar sumamente distante hacia mi.

"De acuerdo," Susurré sin querer preguntarle sobre su noche, probablemente estaba involucrada Serena en ella y era de lo último que iba a querer hablar en estos momentos, "Empezaré con mi trabajo," Señalé con mi dedo pulgar la oficina detrás de mi, aún encontrándome en el umbral de la puerta.

Harry asintió lentamente y antes de que pueda voltear habló, "Espera," Incliné mi rostro, "Tengo unos papeles en mi oficina para que los sellen y firmen," Harry comenzó a caminar hacia atrás mientras hablaba, dirigiéndose a su oficina, sin pensarlo demasiado seguí sus movimientos y una vez que lo hice su cuerpo volteó para enfrentarse a su puerta, abriéndola por completo, "Son demasiados," Me advirtió, "No debes hacerlos tu sola, Nolan puede ayudarte," Asentí, "Además no deben estar todos para el día de hoy," Sus manos tomaron una pila un tanto alta de papeles blancos de su escritorio y se acercó a mi, "¿Los llevas tu?" Sonreí estirando mis manos para recibir la pila.

"Ni que pesaran toneladas, son papeles," Me reí por lo bajo y en el momento en que Harry apoyó la pila en mis manos, las suyas rozaron mi piel, mi corazón se encogió y sentía que era ridículo, hace dos días no estábamos acostando y ahora me sentía nerviosa por el simple hecho de que su piel roce con la mía.

Levanté mi mirada cuando me di cuenta de que Harry no soltaba los papeles, "Si necesitas algo me dices, ¿De acuerdo?" Sonreí, asintiendo, "Menos darte un puesto en otro nivel," Bromeó y me reí por lo bajo, "Suficiente con que no puedo besarte, al menos quiero verte."