Mientras Ámbar me explicaba el final de la película el baño comenzaba a llenarse de vapor al mismo tiempo que el olor a coco de mi shampoo se esparcía por el aire, mezclándose con el vapor y con el olor a vainilla que estaba saliendo del pequeño pote transparente de jabón corporal, creando un aroma exquisito, "¿Estás segura de que no te desmayarás?" Le pregunté cuando la oí dejar de hablar, aún no habíamos desayunado, Ámbar continuaba con sueño y no dejaba de hablar, encerrada junto a mi en el baño, repitiéndome como detestaba la cantidad de vapor que se formaba a causa de mi agua caliente.
"Creo que si," Me reí por lo bajo, finalizando con mi ducha, aunque antes de poder avisarle que sólo me faltaba quitar el acondicionador de las puntas de mi cabello, escuché la puerta del baño abrirse, "Te espero afuera." No iba a negarme a una entrevista de trabajo. Sé que la idea principal y el propósito que estaba teniendo en mi vida era el de trabajar en la compañía de mi padre, sin embargo, desde hoy mi propósito era otro: conseguir un empleo, demostrarle a mi padre que si soy capaz de sostener una empresa pero, por sobre todo, independizarme, algo que ni mi madre, ni mi padre estaban al tanto, sin embargo me parecía un momento único para hacerlo, agregándole que mis años acompañaban el momento. Pasé la palma de mi mano por una parte del espejo, luego de enroscar una toalla blanca en mi cuerpo y otra en mi cabello. Resoplé cuando observé que, debido a la falta de sueño, mis ojeras estaban un poco más marcadas de lo normal, mis pecas resaltaban aún más en mis mejillas coloradas por el calor de la habitación y mis ojos color miel estaban un tanto más apagados de lo normal. Cepillé mis dientes antes de salir de la habitación y con el cepillo color negro que utilizaba para mi cabello fingí una tos, observando a Ámbar escabullida dentro de mi armario, "No seas pesada," Soltó mientras lanzaba algunas prendas de ropa hacia atrás, haciéndolas caer, sorpresivamente, encima de la cama, "Te estoy ayudando aquí," Me reí negando con la cabeza.
"Ámbar, eres libre de irte," Sin embargo no me escuchó, "Aún te encuentras con el pijama de ayer, que te recuerdo, tiene manchas de helado," Incliné mi rostro y comencé a sentir frío, teniendo en cuenta que aún estaba descalza y el suelo de madera no era precisamente cálido.
Tomé asiento en mi cama, observando a mi amiga continuar revolviendo mi armario, dejé de insistir y quité la toalla de mi cabeza, sintiendo alunas gotas de agua caer en mi nuca, aproveché el espejo que se encontraba dentro de una de las puertas del armario abierto y comencé a cepillar mi cabello, que normalmente era castaño claro, pero ahora debido al agua se encontraba algo oscuro, "Espera," Exclamó ella y alcé mis cejas, fingiendo atención completa, aunque seguía cepillando mi cabello, "¿Deberías vestirte formal?" Me reí cerrando mis ojos, sabiendo que probablemente las prendas que estaba eligiendo Ámbar serían una mezcla de oficinista y bailarina de club nocturno.
Aunque tardé más en elegir la ropa con la que iría que secarme el cabello, debía admitir que me agradaba la imagen que reflejaba el espejo, "¿Crees que se quejarán?" Le pregunté a Ámbar, observándola a través del espejo, "De los jeans," Aclaré y ella se encogió de hombros.
"Lo dudo," Había optado por unos jeans negros que eran, bastantes, ceñidos, sin embargo me agradaba mucho como me quedaban, "Y si lo hacen, es tu entrevista, no la de ellos," Terminé de cubrir mis ojeras con un poco de base fluida de maquillaje y agregué, sólo un poco, de rimel en mis pestañas, "Dios, parezco una sin casa a tu lado."
El cabello colorado de Ámbar estaba sin cepillar y, por supuesto, aún llevaba puesto su pijama, "¿Te quedarás a desayunar?" Me volteé y la observé negar con la cabeza.
"Sólo quiero llegar a mi apartamento y continuar durmiendo," Hice una mueca con mis labios.
"Lo siento," Me disculpé, sabiendo que la culpa de que tenga sueño era mía, ya que tuve que despertarme temprano para una entrevista de empleo que ni yo sabía que tenía.
Ámbar terminó aceptando el viaje en coche de mi padre, ya que insistió en que su apartamento quedaba de camino a la empresa, dejándonos a mi y a mi madre solas en la cocina, "Estás preciosa," Sonreí poniendo mis ojos en blanco, sabía que lo decía sólo porque era mi madre, sin embargo siempre me haría sentir bien, "¿Estás nerviosa?" Negué con la cabeza, era la primera vez que debía presentarme en una empresa a realizar una entrevista, ya que los trabajos de verano que tuve eran tan pequeños que ni eso necesitaban, pero por algún motivo no sentía nada de nervios, aún.
"No se la dirección," Susurré mientras terminaba de darle un sorbo al café y mi madre volteó su rostro para observar el reloj de la pared.
"Creo que si te subes a un taxi y les dices el nombre de la empresa no hará ni falta que les digas una dirección exacta," Fruncí el ceño ante su broma y abrí mi boca aunque la voz que retumbó en las paredes de la cocina fue la de mi madre nuevamente, "Yo te llevaré pero termina rápido, en cinco minutos a más tardar te quiero en la puerta del apartamento." El famoso ruido de sus tacones golpeando el piso de la cocina se escuchó fuertemente mientras desaparecía de mi vista.
Intenté terminar con mi desayuno más rápido que un rayo, sabiendo que más tarde me arrepentiría, ya que probablemente me causaría un poco de dolor de estómago. Dejé los platos sucios dentro del fregadero, sin lavarlos pues no me alcanzaría el tiempo. En los minutos restantes, previos a escuchar a mi madre llamar mi nombre, terminé de cepillarme los dientes, esparcir algo de perfume en mi cuello y observarme una vez más frente al espejo. Estiré los bordes de mis jeans negros, al igual que las mangas de mi blusa blanca, antes de colocar mi chaqueta negra encima de mi cuerpo, "¿Irás en tenis? ¿De verdad?" Apreté mis labios, suprimiendo una sonrisa y me encogí de hombros ante la mirada crítica de mi madre, ella suspiró y arrojó una bufanda gris en mi dirección, "Abrígate, que está nevando." Me advirtió y comencé a caminar detrás de ella mientras nos dirigíamos hacia el afuera, en busca de su coche.
Apoyé mi mentón en la palma de mi mano, haciendo equilibro en la puerta del coche mientras observaba los edificios pasar delante de mis ojos, la nieve caía al igual que la lluvia cae en otoño, cruzaba los dedos para que el destino nunca llegue, no por nervios, sino por no querer salir del coche ni despegarme de la calefacción. La gente que caminaba por las avenidas parecía realmente estar sufriendo el invierno y yo era uno de ellos, creo que de todas las estaciones era la que menos me gustaba. Mi madre detuvo el coche y suspiré, volteando mi rostro para observar si nos encontrábamos frente a un semáforo, sin embargo, no era así. Mi madre aún permanecía con ambas manos en el volante, alzando ambas cejas e inclinando su rostro hacia delante me incentivó a salir del coche. Sentí la sangre helarse en mis venas al mismo tiempo que volvía mi rostro hacia la ventana del coche, "Mamá," Susurré mientras mis ojos se movían por el rascacielos de vidrio que se encontraba frente a mi, "¿La entrevista es en Styles Holdings?"
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Chicago [H.S]
FanfictionMaddie Tansley, hija del millonario dueño de la empresa Tansley Enterprise y reciente graduada de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, se encuentra abatida ante la sorpresa de que su padre, no sólo no quiere que continúe con el legad...