Maddie
La imagen de los abuelos de Harry caminando en dirección a la puerta de su casa llenó mi alma por completo. Angus medía sólo un poco más que Agnes, ambos cuerpos eran diminutos y caminaban a la misma velocidad, las manos de la abuela de Harry estaban sujetas al brazo de su marido, ayudándolo a dar cada paso hacia delante. Las calles del vecindario eran mucho más tranquilas que las de Chicago, no había demasiados edificios aquí, por lo menos en ésta manzana eran todas casas, con muchísimo césped delante de ellos, la casa de los abuelos de Harry constaba de dos niveles, las paredes externas eran blancas y tenía muchas ventanas, sin embargo lo que más me agradaba de la casa era el porche que ocupaba todo el largo de la parte delantera, observando que tenían en él una pequeña mesa con sofás alrededor y tuve que admitir que aunque adoraba Chicago me encantaría vivir en la tranquilidad de éste vecindario, "¿Harry?" Pregunté al darme cuenta que sus pasos no seguían los míos, volteé, observándolo apoyado en un pequeño árbol, "¿Que pasa?" Fruncí el ceño.
Sus ojos estaban clavados detrás de mi, me acerqué a él luego de asegurarme de que los abuelos de Harry habían podido pasar las pequeñas escaleras sin problema, "No sé si es algo bueno que le hayan dado el alta," Sonreí, mientras mis cejas volvían a su lugar.
Inconscientemente llevé la palma de mi mano a su mejilla, "Harry, ¿Por qué pensarías eso?" Intenté quitar mi mano de su mejilla pero me detuvo, tomando mi antebrazo entre sus dedos y obligándome a que mantenga mi palma en su rostro, "El médico te ha dicho que se encuentra lo suficientemente bien para estar en su casa,"
Harry pestañeaba de manera lenta y daba la sensación como si sus parpados no llegaran a tocarse, sus ojos verdes parecían tristes, "¿Y si sólo lo mandaron a casa porque se encuentra mal? ¿Porque ya no pueden hacer nada y sólo quieren que esté en su casa los últimos días?" Volví a fruncir mi ceño, encontrándome verdaderamente preocupada ante los pensamientos pesimistas de Harry.
Angus se encontraba mejor que ayer, y probablemente mañana se encuentre mejor que hoy, la abuela de Harry tenía razón cuando le dijo que no se encontraba demasiado bien, es decir, comenzaba a tener los problemas de salud que cualquier persona de su edad comenzaba a tener, sin embargo parecía estar mejor que hace unos días, pero Harry parecía hasta dudar de las palabras de un médico, "¿Y si lo mandaron a su casa porque verdaderamente se encuentra bien? ¿Porque los estudios que le hicieron tuvieron buenos resultados y no había motivo para retenerlo allí?" Incliné mi rostro y, aún con mi palma en su mejilla, Harry inclinó el suyo, hacia el mismo lado, imitando mis acciones, sonreí, "Tu abuelo se encuentra bien, Harry, ahora entremos así puedes pasar tiempo con él, en su casa y no en el hospital," Me reí por lo bajo, quise voltear mi cuerpo para dirigirme junto a él hacia el desconocido interior de la casa de sus abuelos pero su mano, que todavía se encontraba atrapando mi brazo, me detuvo, tirando de mi hasta tenerme una vez más frente a él.
Cada vez que me encontraba frente a Harry, a tan poca distancia, era como si nunca antes hubiera sucedido, era como si fuera la primera vez que lo sentía tan cerca, su respiración chocaba en mi rostro y provocaba que mi corazón se acelere, de manera involuntaria mi respiración comenzó a aligerarse cuando Harry sonrió y estiró su cuello, acabando con la poca distancia de aire que había entre nuestros rostros, la caricia que entregaban sus labios a los míos era tan dulce y lenta que no pude evitar sonreír, sintiendo como Harry hacía exactamente lo mismo, mis hombros se relajaron cuando Harry quitó su agarre de mi brazo, apoyando delicadamente ambas manos a la altura de mi cintura, sentí que comenzaría a perder la estabilidad así que me atajé de la parte superior de sus brazos y aunque creí que nada podría distraerme de éste beso un tarareo de parte de su abuela lo logró, me separé del rostro de Harry, volteando rápidamente para observa a Agnes volcar agua desde un vaso de vidrio a unas pequeñas macetas al costado de la puerta principal, "Hace un tiempo no las regaba," Sonrió en nuestra dirección y tuve la necesidad de bajar mi mirada, alejándome del cuerpo de su nieto mientras mi sangre volaba hacia mis mejillas y Harry reía por lo bajo, "Ahora preparé té, cuando quieran pueden pasar," Oí sus pequeños pasos chocar contra la madera del porche hasta que hubo silencio por completo nuevamente, dándome a entender que ya había entrado a su casa.
Solté una gran cantidad de aire por mi boca y Harry continuaba riendo, "Estás un poco colorada, ¿Te encuentras bien?" Bromeó y me crucé de brazos.
"Harry," Alcé ambas cejas, "¿Como te lo puedes tomar tan bien?" Sus ojos me observaban con una mezcla de diversión y admiración
Pasó sus manos por mis hombros bajándolos por mi espalda, acercándome una vez más a su cuerpo, "¿Acaso tu viste que mi abuela se lo haya tomado mal?" Se encogió de hombros.
Me sentía completamente patética, como si el hecho de estar acostándome con alguien que tiene novia no hubiera sido un pensamiento que me atormente demasiado hasta el día de hoy, hasta saber que la abuela de Harry nos había visto y que ahora debía entrar a su casa y tomar un té frente a sus ojos como si nunca hubiera sucedido, "Actúas como si estuvieras disfrutando de la situación."
Sonrió de una manera tan amplia que pude observar como sus hoyuelos comenzaban a aparecer en ambas de sus mejillas, "Quizás si," Chasqueé con mi lengua e involuntariamente cerré mis ojos cuando sentí sus labios en mi frente, mi corazón se detuvo, por completo, y por una milésima de segundos creí que no sólo mi corazón se había detenido sino todo mi alrededor, era la primera vez que Harry tenía un gesto como este, "Quizás si estoy disfrutando de la situación, ¿No puedo?" Susurró rozando mi frente antes de alejarse y obligarme a abrir mis ojos.
Hice una mueca con mis labios, "No deberías," Susurré.
"Tú tampoco deberías faltar tantos días seguidos a tu empleo y aquí estás," Mis labios se despegaron formando un perfecto circulo mientras intentaba no sonreír, fallé cuando comencé a reír y Harry depositó un beso encima de mi cabello, "Entremos."
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Chicago [H.S]
Fiksi PenggemarMaddie Tansley, hija del millonario dueño de la empresa Tansley Enterprise y reciente graduada de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, se encuentra abatida ante la sorpresa de que su padre, no sólo no quiere que continúe con el legad...