Capítulo 68

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Maddie

Hasta éste momento nunca me había detenido a pensar sobre mi futuro. No más de un mes. Sin embargo, por algún motivo, tuve una extraña sensación dentro de mi al ver a Harry cargar entre sus brazos al recién nacido, "Bastian," La voz de Lea resonó en la silenciosa habitación luego de la intriga de Nolan por saber el nombre del pequeño.

Lamec se encontraba al lado de Lea, apoyado en la cama de la habitación y acariciando el cabello colorado de su mujer, sonreí ante la idea de algún día estar en ese mismo lugar, "Harry," Esta vez la voz que se oyó fue la del padre del pequeño niño, me preocupé al darme cuenta que en este momento los únicos ojos que no se encontraban encima de Bastian eran los de Harry, la pequeña criatura tenía nada más y nada menos que seis pares de ojos encima de él, "Nos gustaría que seas el padrino de Bastian," Alcé ambas cejas, despegando inevitablemente mi vista del niño para llevarla a sus padres.

Angela se cruzó de brazos a mi lado, "Y yo me perdí el puesto por culpa de la hermana de Lea," Bromeó por lo bajo y me hizo sonreír.

Busqué a Harry en la habitación, sus ojos iban de Lamec hacia Bastian, quién parecía sumamente cómodo entre los brazos de su, ahora, padrino, "Si, si claro que si," Apresuró las palabras de su boca, luego de volver a la realidad, "¿De verdad?" Sonreí inconscientemente, mordiendo mi labio en un intento de que no sea tan obvio, la emoción de Harry provocaba en mi una ternura que nunca antes había experimentado.

Lamec asintió mientras reía por lo bajo, "Si, Harry, de verdad," De reojo intenté observar a Max y Nolan, sabiendo que todos estaban emocionados ante el primer hijo de todos los amigos, aunque esperaba que la noticia les pueda llegar a dar celos me sorprendí gratamente cuando los vi sonreír, completamente felices ante la situación.

La puerta se abrió lentamente y, pidiendo permiso, entró una de las enfermeras que se encontraba en la habitación apenas entramos, la muchacha se acercó a Lea, revisando los finos y largos tubos que estaban introducidos en los brazos de ella. Lamec se quedó al lado de Lea, observando cada movimiento que llevaba a cabo la enfermera, Nolan estaba apoyado en una de las paredes mientras que Angela se agachaba a mi costado para quedar a la misma altura que Max, quien estaba sentado en uno de los sofá de la habitación, "Maddie," El susurró de Harry fue casi inaudible, levanté mi mirada y observé como con su cabeza gesticulaba para que me acerque.

Sonreí obedeciendo, tomando delicados y suaves pasos hasta encontrarme al lado del castaño de ojos verdes, "Es muy pequeño," Me reí por lo bajo observando a Bastian, quién de por si era pequeño pero probablemente parecía aún más entre los brazos de Harry, levanté mi mano, pasando la yema de mis dedos por su, terriblemente, suave y diminuto brazo, llegando hasta sus manos, mi estómago se alteró en una mezcla de nervios, ternura y sorpresa cuando sus pequeñísimos dedos se enroscaron en mi dedo índice.

Tragué fuertemente, por un momento sentí que todas las personas que se encontraban aquí podían tener una idea de lo que era un hijo, de querer tenerlo, de sentirse preparado para ello, contrariamente a mi. Levanté mi mirada y observé una pequeña sonrisa formada en los labios de Harry mientras sus ojos parecían estar pegados a mi dedo y la pequeña mano de Bastian, la puerta de la habitación se abrió dándome a entender que la enfermera se estaba retirando, sin embargo, no podía estar más lejos de la realidad, "¿Que es esto?" Mi corazón se detuvo cuando reconocí en cuestión de segundos esa voz femenina. Serena. "¿Traes a una empleada al nacimiento del hijo de tu mejor amigo?" Esto iba a terminar en un desastre.

Aunque me costó, y no quería, con delicadeza solté mi dedo del sutil agarre de Bastian, tomando varios pasos hacia atrás, "Por favor, baje el nivel de su voz," Llevé mi mirada al suelo en cuanto oí la risa de Angela ante la advertencia de la enfermera hacia Serena.

En cuestión de segundos comencé a sentir nauseas, sabía que iba a ser sumamente difícil para Harry salir de esta situación y no podía evitar pero sentir nervios por él, "Estaba trabajando cuando Lamec llamó," Explicó Harry, completamente tranquilo, moviendo sus brazos mientras continuaba observando a su ahijado.

Respiré hondo, tenía miedo de levantar la mirada, no quería hacer contacto visual con Serena, casi como si se tratara de Medusa, "¿Quién le aviso?" Se quejó Nolan en un susurro y cuando creí que nada podía ser peor Serena lo escuchó.

"¿Que quién me aviso?" Su tono era agudo y arrugué mi nariz, apenada por Bastian que con tan pocas horas de vida ya tenía que estar escuchando todo esto, "¿Acaso te molesta que esté aquí?" Volteé mi rostro, unos pocos milímetros observando como Nolan se encogía de hombros, cerré mis ojos sorprendida ante lo sincero que era, "Lamec me ha avisado."

Los pasos de la enfermera hacia la puerta era lo único que se oía además de la voz de Serena, "Harry no respondía y creí que estaría con ella..." Angela volvió a reírse, llevando la palma de su mano hasta su boca, en un intento de ocultarla, pude observar como Max disimulaba una sonrisa mordiendo su labio inferior y golpeando con su codo a Angela en un intento de buscar calma.

"¿Es decir que sólo me avisaste porque Harry no respondía?" Escuché un resoplido de parte de Harry y supe que su paciencia se estaba agotando, "¿Sino no me avisaban? ¿A mi? Pero a la empleada de Harry, ¿Si?"

Tragué con nervios y sentí como Angela se incorporaba a mi lado, "De acuerdo," Susurró y frotó las palmas de sus manos, "Primero, quizás en vez de hacerle esas preguntas a Lamec deberías hacértelas a ti misma," Apreté mis labios, lo último que quería es que haya una discusión, en este contexto, por mi culpa, "Segundo, deja de dirigirte a Maddie como la empleada de Harry, tiene un nombre y estoy segura de que lo sabes bastante bien," No sabía si agradecerle o rogarle que se detenga, "Y por último, no sé si te has dado cuenta que hay un recién nacido," Levantó una de sus manos y supuse que estaba señalando al niño que cargaba Harry, "Me alegra que Lea aún no pueda levantarse de la cama porque si yo fuera la madre de ese niño ya estaría ahorcándote con tal de que dejes de chillar." 

El sermón de Angela llegó a su fin y ahora entendía por qué se llevaban así de bien con Lea, eran polos completamente opuestos, Lea era una persona sumamente dulce, jamás se pararía frente a otra mujer de la manera en que Angela acababa de hacerlo con Serena, "Gracias," Susurré muy por lo bajo, deseando que la única persona que lo escuche sea Angela.

Serena no soltó ni una sola palabra en respuesta a Angela, sin embargo su voz volvió a oírse, ésta vez un poco más baja, "¿Podemos hablar afuera?" Estaba algo sorprendida ya que tenía una idea un poco distinta sobre Serena, pero ahora puedo entender porque casi todos los amigos de Harry no la aprecian demasiado.

"No, estoy ocupado," Por alguna razón me sentía culpable, sentía que Serena tenía razón, era algo extraño que yo me encuentre aquí, a pesar de que ya había compartido almuerzos y cenas sólo con Lea y Angela, continuaba sintiéndose raro cuando las había conocido debido a Harry, "Hablamos cuando vuelva a casa." 

Moví mis hombros algo incomoda, quería salir de la habitación pero me preocupaba que Serena me asesine en su paso al salir, "De acuerdo," Parecía completamente rendida ante la situación.

Me atreví a levantar mi mirada luego de oír una vez más la puerta cerrarse, ésta vez todos los ojos de la habitación estaban puestos en Harry, "Te admiro," Susurró Lea por lo bajo, estirando sus brazos mientras Harry le entregaba a su hijo, lo pude observar fruncir su ceño, como si no entendiera a lo que se refería, "Creo que sólo tu te atreverías a casarte con ella."

Chicago [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora