Capítulo 8

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"Que no quiera que tu primer empleo como administrativa de empresa sea en mi compañía no significa que piense que no eres lo suficientemente buena," Me crucé de brazos frente a mi padre, su oficina tenía el mismo tamaño que la de Harry, sin embargo el único vidrio que había era el de las ventanas, el resto estaba hecho mayormente de madera o metal, y casi todo era negro, "Es decir, si crees que he hablado con Styles para que te contrate, es porque también crees que yo no pienso que eres lo suficientemente buena para lograrlo por tus propios medios, no me agrada que pienses así de mi," Puse mis ojos en blanco, sentía que mi padre estaba pasando a ser la víctima de toda la situación, lo observé frotar la yema de sus dedos en su frente para luego apoyar ambos antebrazos en el escritorio frente a él, "¿Podemos hablar sobre esto cuando vuelva a casa?" Solté mis brazos, relajándome un poco, podía observar y sentir la presión y estrés por el que estaba atravesando mi padre.

"¿Está todo bien?" Levantó su mirada y sonrió, sin embargo lo conocía demasiado bien para no darme cuenta que era una sonrisa bastante falsa.

Asintió, "Si, Maddie, es sólo que hay bastantes cosas para hacer," Hizo una mueca y quería decirle que si me tuviera a mi trabajando aquí quizás sabría exactamente como ayudarlo, pero con la advertencia que más temprano me había dado Margaret, más ver a mi padre así, hizo que entienda que verdaderamente no era el momento, "Luego lo hablaremos en casa, pero estoy orgulloso de ti Maddie, más de lo que te imaginas y estoy feliz de que te haya ido bien en la entrevista con Styles." Me negué a seguir discutiendo.

Me acerqué a mi padre y como pude lo abracé, "Gracias," A estas alturas no valía la pena alargar una discusión que probablemente no tendría fin, "Nos vemos luego." Mi padre asintió rápidamente y cuando lo observé volver su mirada a su laptop, y a los papeles que se encontraban a su lado, decidí retirarme.

Con la palma de mis manos froté ambos lados de mis brazos, con la idea de evitar el frío que parecía estar empeñado con congelarme el cuerpo. Los coches se pasaban de un lado al otro por la avenida, me encontré sonriéndo cuando pensé en Harry y rápidamente culpé a la calefacción de su coche, justificándome a mi misma que por lo único que lo recordaba era por la calidez en la que llegue a la empresa de mi padre, "Estamos en Dollop," Exclamó Leslie del otro lado de la línea, "¿Por qué no vienes?"

Apreté mi móvil aún más a mi oreja, "Imagino que Ámbar está en Dollop," Solté irónicamente, ya que la dueña de la cafetería era su madre y desde que Ámbar finalizó su licenciatura en gastronomía trabaja para su madre,  "Y, ¿No se supone que tú deberías estar trabajando?" Enarqué una de mis cejas aunque sabía que Leslie no podía verme.

Sonreí cuando doblé en una de las avenidas para dirigirme a Dollop pero aún podía escuchar a mi amiga rogarme que vaya, "Me he tomado el día, fui tía hace sólo unos meses, quería estar con mi sobrino, ¿Sabes?" Puse mis ojos en blanco.

"¿Entonces estás en Dollop para pasar tiempo con él?" Escuché a Leslie resoplar del otro lado del móvil y agradecí que la llamada haya sido cuando apenas estaba saliendo de la empresa de mi padre ya que la cafetería se encontraba a pocas manzanas.

"Sólo ven." 

Solté una pequeña risa por lo bajo y finalicé la llamada cuando me di cuenta que la esquina en la que se encontraba Dollop ya estaba en mi vista. Aunque moría de ganas por llegar a mi casa y meterme en la ducha nuevamente para rodearme de vapor, la idea de tomar un chocolate caliente hecho por Ámbar también me agradaba, "¡Maddie!" Exclamó la voz de la madre de mi mejor amiga al mismo tiempo que escuchaba las campanillas de la puerta que estaba abriendo sonar, "¿Como estás?" Sonreí aceptando el tierno abrazo de ella.

"Bien, un tanto congelada," Ella rió y los cachetes de su cara se expandieron entre su cabello oscuro.

Me tomó de las manos frotándolas junto a las de ella y pude observar a Leslie sentada en una de las altas sillas que estaban al lado del ventanal de la cafetería, "Ahora le diré a Ámbar que te prepare un chocolate caliente," Asentí rápidamente, "Y será invitación de la casa, aunque hayas hecho que llegue tarde a la cafetería hoy más temprano." Arrugué mi nariz y ella sonrió.

"Lo siento, Sue." Ella sonrió y negó con la cabeza, sacudiendo su cabellera y aunque el color ella era completamente distinto al de Ámbar, el celeste de sus ojos era idéntico, "Si me hiciste venir hasta aquí para oírte criticar a tu novio creo que ya sabes cuál será mi opinión," Leslie volteó su rostro y puso sus ojos en blanco, abrazándome sin bajar de la silla.

"No lo haré, lo prometo," A pesar de la nieve y el horroroso clima fuera de esta cafetería su cabellera negra azabache se encontraba intacta, cayendo con suavidad y llegando apenas a sus hombros, "Estamos mejor," Sus ojos grises brillaron y sonreí, aunque Lucas no me agradaba demasiado, debía admitir que Leslie era sumamente feliz cuando estaba con él, "Pero no quiero hablar de eso," Me acomodé en la silla de madera clara, teniendo que realizar un pequeño salto para alcanzarla, "Ámbar me contó sobre la entrevista," Puse mis ojos en blanco, apoyando mi pera en entre las palmas de mi mano luego de haberme quitado el abrigo.

"No quiero que me tengan pena," Desvíe mi mirada para observar la barra de madera, que llevaba el mismo color que los asientos y el suelo, con algunos detalles de metal en negro.

Observé a Ámbar aparecer tras ella guiñándome rápidamente el ojo antes de desaparecer en la cocina nuevamente, la cafetería estaba algo llena así que supuse que estaba con demasiado trabajo, "¿Quién dice que te tengo pena?" Incliné mi rostro volviendo la vista a mi amiga.

"Tus ojos," Señalé su rostro con mi dedo índice y ella rió negando con la cabeza.

Sue se acercó a nosotras, dejando delante de mi un vaso de cartón beige con una delgada capa de plástico blanco firmemente pegada, mientras que delante de Leslie apoyaba un plato de cerámica blanco con una hamburguesa, alcé mi mirada al igual que mis cejas, "Que tu no te des cuenta que ya es pleno mediodía no significa que yo no pueda almorzar una hamburguesa, ¿Sabes?" Observé mi móvil, tocando con la yema de mis dedos la pantalla y dándome cuenta de que Leslie estaba en lo correcto, "Y no te tengo pena," Sonreí dándole un sorbo al chocolate caliente, "Me parece fantástico y divertido que trabajes en la misma empresa que mi hermana." Fruncí el ceño, apoyando rápidamente el vaso en la mesa.

"¿Julie trabaja en Styles Holdings?" Mi amiga asintió rápidamente, "¿Cómo no me contaste?" Su rostro se transformó en seriedad pura mientras lo inclinaba y aunque quería actuar seria también me fue imposible cuando observé algo de ketchup caer por su barbilla.

Llevó una servilleta de color marrón hasta su rostro para poder limpiarse, "Ni siquiera sabía que trabajarías allí hasta hoy," Me encogí de hombros, sabiendo que tenía razón, "Tú tampoco," Me reí y volví a darle un sorbo a mi bebida, "Trabaja como recepcionista, en la primer planta."

Hice una mueca con los labios, "No la he visto." Mi amiga negó con la cabeza.

"Hoy termina su licencia, ya sabes, por maternidad," Asentí rápidamente, "Mañana probablemente la veas cuando vuelvas a ir."

Suspiré, "Será lindo conocer a alguien dentro de ese edificio." 

Chicago [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora