Maddie
Para el día de mi cumpleaños número cinco mi padre me regaló una bicicleta de color violeta, recordando que era un color que me gustaba de más. Habíamos hecho una fiesta, como siempre, junto con Tyler. Insistí en que quería usar la bicicleta en el parque, provocando que mis padres discutan, ya que mi madre me explicaba que debía permanecer en la fiesta hasta que termine y mi padre le explicaba que sólo serían unos minutos, y aunque mis recuerdos no son tan claros debido a los años que pasaron, la imagen de mi bicicleta y mi padre junto a mi en el parque, a pesar del enojo de mi madre, permanecía intacta, y finalmente, terminé volviendo a mi casa de noche, con raspones y lastimaduras, pero con una nueva habilidad: saber andar en bicicleta. Los años continuaron pasando al igual que mi padre continuaba a mi lado. Allí estuvo cuando quise pintar todas las paredes de mi habitación cuatro veces seguidas en un mismo año, allí estuvo cuando tuvieron que darme varios puntos en uno de mis dedos por cortarme con el vidrio de un vaso roto, allí estuvo cuando choqué su coche el primer día que decidió enseñarme a conducir, allí estuvo cuando me rompieron el corazón por primera vez, allí estuvo cuando me gradué de la universidad, "¡Maddie!" Exclamó Harry frente a mi, mientras se acercaba a pasos agigantados, tomando mi móvil del suelo antes de incorporarse y sacudirme por los hombros, "Maddie," Repitió, llevando su mano libre hasta mi rostro, apoyando cuatro de sus dedos en mi mejilla izquierda mientras su dedo pulgar me tomaba por mi mejilla derecha. Mi estómago se revolvió, sentía que iba a vomitar al mismo tiempo que la habitación daba vueltas y las esquinas de mi vista se volvían negras, era como si aunque quisiera respirar no pudiera, como si mi cerebro se desconectara de mi corazón, como si mi cuerpo estuviera aquí, frente a Harry, pero al mismo tiempo estuviera viviendo en un mundo paralelo, "¿Helen?" Mi móvil voló al oído de Harry, sin embargo la llamada había finalizado.
"Se quitó la vida," Solté apenas con un hilo de voz, observando a través de mis ojos húmedos como el rostro de Harry se transformaba por completo, "Mi padre, Harry," Aclaré como si quedaran dudas, aunque supongo que en realidad lo dije sólo porque necesitaba decirlo en voz alta, oírme a mi misma decir lo que acababa de susurrar mi madre del otro lado de la línea.
Los ojos de Harry iban a salirse de su lugar, su piel se tornó pálida mientras se echaba hacia atrás, soltándome, "No," Susurró y me sorprendió lo igual de impactado a mi que se encontraba, "No puede ser," Negó con la cabeza. Pestañee dándole vía libre a las lágrimas que estaban conteniendo mis ojos para que comiencen a rodar por mis mejillas sin cesar, "Llamaré a tu madre," Imágenes de momentos que había pasado con mi padre comenzaban a invadir mi mente como si fueran infinitos mientras Harry buscaba torpemente su móvil, queriendo comunicarse con mi madre, queriendo que sea un error de la misma manera que yo lo quería. Quería moverme, quería hablar, quería hacer algo, sin embargo era como si mis pies, si mi boca, si mi cerebro, estuvieran cubiertos de cemento, mis rodillas se aflojaron y mientras Harry apoyaba el móvil en su oreja se acercó a mi, pasando su brazo por mis hombros, pegándome a su cuerpo, "¿Helen?" En cuanto lo oí susurrar el nombre de mi madre cerré mis ojos, dejando caer mi frente en su pecho, no estaba lista para comprobar que efectivamente mi padre se había quitado la vida, "¿Por qué?" Se preguntó Harry aún hablando con mi madre y comencé a manchar su camisa blanca con mi rimel mientras me preguntaba lo mismo, "De acuerdo." Asintió Harry aunque verdaderamente no podía escuchar cuál era la conversación que estaba manteniendo con mi madre.
"No le dije que lo sentía," Susurré sintiendo como Harry me alejaba de su pecho, sosteniéndome por mis hombros.
El dolor en mi pecho comenzaba a ser más doloroso al darme cuenta de eso, "¿De qué hablas, Maddie?"
"No le dije que lo sentía," Repetí y Harry tiró de mi, "Discutimos como nunca, sólo por la empresa," Harry se sentó en el borde de la cama, aún tirando de mi, provocando que termine encima de su regazo, "Le dije cosas horribles, Harry," Comencé a llorar nuevamente, en realidad, creo que nunca había dejado de hacerlo, "Cosas de las cuales me arrepiento, me arrepiento demasiado," Sus dedos se mezclaron con mi cabello, acariciando mi nuca, "Y no se lo dije," Me sentía abrumada por la situación, "Debemos irnos." Intenté incorporarme pero Harry me detuvo.
"No podemos ahora," Fruncí el ceño, volteando mi rostro y sintiendo como los dedos de Harry subían hasta el borde de mis ojos, quitando las lágrimas que continuaban cayendo, "Saldremos mañana a primera hora," Negué con la cabeza, queriendo salir del agarre de Harry aunque teniendo en cuenta que su fuerza siempre iba a ser mayor que la mía sabía que iba a fallar.
"No," Me negué, moviendo mi rostro para deshacerme de sus manos, "Nos iremos ahora, Harry," Apoyé mis manos en su pecho, para alejarlo y poder levantarme de su regazo, sin embargo, no fui lo suficientemente rápida y sus dedos se enroscaron en mi muñeca, manteniendome en mi lugar, "¡Harry!" Exclamé mientras fruncía mi ceño, "Necesito verlo," Susurré, "Antes de..." Ni siquiera quería decir las palabras.
Harry asintió, comprendiendo, "Mañana estaremos allí, a primera hora, Maddie," Dejé caer mis hombros, "No tenemos forma de ir ahora, Bambi," Sus palabras eran dulces en mi oído, "El piloto del jet no podrá presentarse ahora mismo y probablemente tampoco haya pasajes," Me explicó y bajé mi mirada hasta mis manos, observando lo pequeñas que parecían entre los dedos de Harry, "Mañana estaremos allí a primera hora,"
"Sólo quiero verlo antes de que lo..."
"Si," Aseguró Harry, interrumpiéndome antes de que termine la frase.
Busqué sus verdes ojos una vez más, "¿Lo prometes?" Asintió lentamente y sonreí, aunque en realidad no lo oí prometerlo.
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Chicago [H.S]
Fiksi PenggemarMaddie Tansley, hija del millonario dueño de la empresa Tansley Enterprise y reciente graduada de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, se encuentra abatida ante la sorpresa de que su padre, no sólo no quiere que continúe con el legad...