Chicago [H.S]

Capítulo 66

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Maddie

Harry se apoyó en el umbral de la puerta principal de mi apartamento, "Gracias," No iba a decírselo pero no tenía ninguna duda de que había sido la mejor cita que alguna vez pude tener, no tuvimos la necesidad de hacer demasiado y así y todo fue verdaderamente un día para recordar, "¿Quieres pasar?" Apreté mis labios, la idea de que sea una cita generaba en mi cierta formalidad que no solía tener con Harry.

Lo observé sonreír, "Quizás debería ir a mi casa," Mordí el interior de mi mejilla.

Aunque intenté no insistir el hecho de que Harry no se mueva de su lugar provocó que vuelva a hablar, "Aún estamos en horario de trabajo," Levanté mi rostro, buscando el pequeño reloj que tenía colgado en la pared del costado de la puerta, "Aún falta una hora," Lamí mis labios inconscientemente.

Sus ojos verdes estaban sumamente iluminados, "No era mi idea para éste día," Susurró.

Incliné mi rostro, "Pero puede serla," Sonreí sutilmente y me sobresalté cuando Harry se separó rápidamente del umbral de la puerta, se acercó a mi en cuestión de segundos y luego de cerrar la puerta del apartamento detrás de él tomó mi rostro entre las palmas de sus manos para poder pegar mis labios a los suyos. Harry se dejó caer en el sofá, tirando de mi para que caiga junto a él. Dejé escapar un suave gemido cuando me sentó en su regazo.  El cuerpo de Harry duramente presionado contra el mío provocaba que sienta por completo el calor que emitía de éste.  Todo sobre él tenía y llamaba mi nombre. Harry chupó y mordió mi clavícula al mismo tiempo que sus manos alcanzaron el dobladillo de mi vestido levantando y sacándolo de mi cuerpo.  Mis manos se apresuraron a quitar mi sujetador, ansiaba por sentir su piel contra la mía. Mi respiración se detuvo en el segundo en que sus cálidos labios alcanzaron uno de mis pezones mientras su otra mano acariciaba la piel de mi trasero y no pude contener la incoherente súplica, "Harry, te necesito,"

Bajé mi mirada, sus labios se despegaron de mi pecho y sus ojos se iluminaron, "Dilo de nuevo," Suplicó ésta vez él lamiendo sus labios

"Te necesito," Repetí sin dudarlo, como si me dejara controlar mentalmente por él. Harry obedeció y me besó con una pasión que no había descubierto hasta ahora.

El cuerpo de Harry se giró, dejándome acostada contra el sofá.  Sus manos recorrieron los costados de mi cuerpo.  Usé mis pies para bajarle sus pantalones junto con sus calzoncillos, "¿Hice esto sólo con besarte?"  Susurró quitándome las bragas y sentí que mi sangre volaba hacia mis mejillas.  Los dedos de Harry separaron mis labios húmedos y me mordí el labio inferior con fuerza.  Sonrió y se apresuró para quitarse el resto de su ropa. Nos hundimos completamente en un beso apasionado y algo áspero. Su miembro presionando contra mi estómago me estaba volviendo loca, levanté mis caderas en un intento de sentir más de él, sus dedos atraparon mis bragas una vez más, haciéndolas hacia un costado para, de manera rápida y brusca, adentrarse en mí, mis labios se separaron de los suyos mientras mi cabeza empujaba los almohadones bajo de mi en el sofá,  "Dios, nunca podría cansarme de esto, Maddie," Susurró, sus labios descansando en mi clavícula.  El miembro de Harry me llenaba como un rompecabezas.  A medida que entraba y salía, a una velocidad cada vez más rápida, comencé a convertirme en un desastre de gemidos.  Mis uñas subieron y bajaron por su espalda musculosa.  El brillo reluciente de nuestra piel junto con la luz que entraba por la ventana hacía que todo fuera mucho más sensual.  Maldiciones y gemidos resonaban en mi apartamento, las sensaciones me hicieron perder la noción del tiempo y cuando menos lo esperaba estábamos perdiendo el control. La cara de Harry se contorsionó y mis gemidos se hicieron agudos cuando sentí que todo el placer que había acumulado en el familiar nudo de mi estomago comenzaba a salir de mi, "Mierda," Murmuró antes de que comience a sentir un liquido caliente en mi estómago, cubriendo toda mi piel, Harry gruñó ruidosamente mientras perdía control sobre su cuerpo, sentía que podía volver a tener un orgasmo de tan sólo oír los ruidos de su garganta y observar lo hinchados que estaban sus labios y la vena de su cuello estallando. Mi pecho subía y bajaba intentando recuperar el ritmo de mi respiración normal, Harry se dejó caer encima de mi, "Deberíamos ducharnos," Solté una risa por lo bajo mientras asentía, llevé mis dedos hasta su cabello, estábamos completamente empapados en sudor, sin embargo no me interesaba, no podía encontrar mejor momento que éste.

Sentía algo de vergüenza al tener que admitirlo conmigo misma, pero sin dudas Harry me daba paz, me entregaba calma. Era como si nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras personalidad, todo, estuvieran hechas para encajar una con la otra. Harry estiró su cuello y comenzó a entregar pequeños besos a lo largo de mi piel, sus besos eran suaves, lentos y húmedos, utilizando su lengua para trazar algunos sectores de mi piel, "¿Vamos?" Su nariz rozaba en mi cuello, haciéndome reír, "Vamos a ducharnos," Insistí.

Su garganta produjo un sonido que no pude descifrar, no sabía si se estaba negando o si estaba accediendo, una de sus manos comenzó a acariciar el costado de mi abdomen, "Te extrañaba," Cerré mis ojos.

Sus palabras endulzaban mi día, en realidad, endulzaban el momento, ya que probablemente en cuestión de segundos se arrepentía. Continué acariciando su cabello y su espalda, esperando para oírlo decir que fue algo del momento, que no era lo que quería decir, que se había equivocado o que sólo estaba bromeando, pero las palabras nunca llegaron, el arrepentimiento nunca apareció, y antes de poder pensarlo mejor me encontré respondiendo, "Yo también te extrañaba, Harry."