Chicago [H.S]

Capítulo 57

Harry

Mis dedos se deslizaban sobre el teclado mientras observaba la pantalla de mi laptop fijamente, intentando olvidarme del hecho que Serena se encontraba en la oficina, por algún motivo, y creo que ese motivo se llama cita de Maddie con Caleb, hoy me había despertado con el pie izquierdo, haber visto a mis abuelos me había generado alegría, haber estado en Inglaterra me había generado nostalgia, de la buena, pero sobre todo, haber dormido dos noches seguidas con Maddie acurrucada cerca de mi me había generado paz, física y mental, algo completamente opuesto a la noche pasada, una noche en la que sentí frío y soledad por más de que Serena estuviera allí también, "De acuerdo," Solté aire por mi boca cuando me vi obligado a pasar mi mirada de la laptop a Serena, "Aquí tengo todas las invitaciones," Alcé ambas cejas al ver la cantidad exagerada de invitaciones blancas que había dentro de su bolso, "Nolan," Susurró tomando una de ellas con el nombre de mi mejor amigo escrito en azul, "Maddie," Me quedé de piedra y el corazón se me detuvo.

"Serena," Advertí, por algún motivo sabía que lo estaba haciendo a propósito, "No hace falta," Negué con la cabeza.

Ella sonrió poniendo sus ojos en blanco, "Vamos, Harry, ya han compartido un viaje de trabajo juntos y además es adorable, no veo por qué no invitarla," Era increíble el don que tenía para disimular su ironía y su falsedad con la situación, "Iré a entregárselas ahora," Me incorporé rápidamente del asiento al ver a Serena hacer lo mismo.

"Deja," Intenté detenerla, "Puedo hacerlo yo luego, probablemente ahora estén ocupados."

Cerré mis ojos resoplando cuando oí a Nolan reír de una manera descomunal, cuando volví a abrir mis ojos observé a Serena con una ceja enarcada, "Me imagino," Soltó una risa por lo bajo y volteó para salir de la oficina, no tuve más remedio que seguir sus pasos, entrando a la oficina en la que se encontraba mi mejor amigo, mi, ahora, nuevo enemigo y la chica en que en pocos meses me traía enamorado, "¡Nolan!" Exclamó Serena y resoplé detrás de ella, los seis ojos del lugar voltearon a nosotros y quise reírme cuando Nolan dejó de sonreír para poner sus ojos en blanco, "Tengo algo para ti," Mi sangre hirvió cuando pude ver a Caleb y Maddie susurrando el uno al otro.

"No espero el momento a que llegue," Serena sonrió y me pregunté si había sido lo suficientemente ilusa como para no darse cuenta de la ironía en la voz de mi mejor amigos.

Su cuerpo dio media vuelta, apuntando su mirada a Maddie, "¿Interrumpo?" Maddie se sobresaltó y me dieron ganas de abrazarla, justo aquí, frente a Serena, "¿Acaso estás flirteando con ella en horarios de trabajo?" Serena se dirigió a Caleb.

"De hecho, si," Asintió lentamente y apreté mi mandíbula, sabía que los ojos de Maddie estaban puestos en mi pero los míos parecían no poder salir del rostro de Caleb, preguntándome si sería capaz de matarlo visualmente.

Serena alzó ambas cejas, como si estuviera agradada ante la sorpresa, "Bueno, entonces..." Estiró su brazo en dirección a Maddie, entregándole la invitación de nuestra boda, los ojos color miel de Maddie cayeron sobre el sobre blanco y pareció necesitar unos segundos antes de tomarlo entre sus manos, "Puedes traer a una cita contigo," Le guiñó el ojo y ella levantó su mirada, sonriendo en dirección a Serena. No estaba disfrutando de la situación ni siquiera un poco, "De acuerdo," Exclamó una vez más mi, lamentablemente, futura esposa, "Iré en busca de mi bolso para retirarme," Serena pasó por mi lado y cuando Caleb se levantó de su lugar, dirigiéndose a su escritorio pude juntar mi mirada con la de Maddie, mis labios se movieron susurrando un lo siento aunque la única respuesta que obtuve fueron unos ojos en blanco.

Salí hecho una furia de la oficina de Maddie y Nolan, era como si Serena hubiera olido que éste era el peor momento para hacerlo. Hoy era la cita de Maddie y Caleb, y sabía que, ahora con la invitación, sólo estaba logrando que Maddie le ponga más emoción y seguridad a su cita, "No era necesario, Serena," Ella resopló.

"Sólo estaba entregando las invitaciones, Harry, ¿Que tiene de malo?" Sabía que no podía responderle nada lógico a su pregunta y sólo hacía que mi cuerpo quiera explotar, "Recuerda que hoy por la noche usaré tu jet, ¿De acuerdo?" Fruncí el ceño, no recordando si Serena ya me había comentado sus planes, "Pasaré el fin de semana en casa de mis padres, debo entregarle las invitaciones a ellos y al resto de mi familia, además de mi hermana tiene un anuncio y quiero estar presente para ello," Sus palabras entraron por mi oreja izquierda y salieron por la derecha, las única idea que logró quedarse dentro de mi cabeza era que Serena no estaría el fin de semana aquí, "Nos vemos a la tarde, te quiero," Depositó un beso en mi mejilla mientras me sostenía por el brazo antes de retirarse de mi oficina. 

Maddie

Cerré la puerta de mi apartamento tan fuerte que creí que la rompería, tanto Ámbar como Leslie, quienes se encontraban conmigo ya que me ayudarían con la ropa de mi cita, se sobresaltaron, volteando rápidamente para mirarme con sus ceños fruncidos, "Alguien no está del mejor humor hoy," Susurró Leslie estirando su cuello hasta encontrarse cerca del rostro de Ámbar.

"¿Sabes que estoy justo frente a ustedes, verdad? ¿Y que puedo oírte?" Solté mi bolso encima de uno de los sofás, dejando caer mis hombros y tomando una bocanada de aire.

Leslie se sentó en el suelo, tomando alguno de los almohadones que estaban bajo la pequeña mesa, "¿Que sucede?"

Ámbar se acercó a mi, "Hoy tienes una cita, tu humor debería ser completamente opuesto."

Puse mis ojos en blanco, introduje una de mis manos dentro de mi bolso, el sofá se hundió cuando Ámbar se sentó en él y aunque me complicó pude tomar la invitación al casamiento de Harry entre mis dedos, "Esto sucede," Exclamé mientras levantaba mi mano en el aire, mostrando la invitación.

Leslie abrió sus ojos a más no poder mientras tapaba su boca con la palma de su mano, Ámbar estiró su brazo, queriendo alcanzar la invitación para observarla mejor, "¿Te ha invitado?"

Asentí rápidamente, "Y no ha sido sólo Harry, sino ¡Serena!" Me crucé de brazos, completamente cabreada, había atravesado una de las situaciones más incomodas posibles.

Leslie aún continuaba impactada ante mi relato mientras Ámbar inspeccionaba el sobre, "¿Irás?" Leslie quitó la palma de su mano de su boca, permitiéndome oír de mejor forma sus palabras.

Tragué fuertemente, negando con la cabeza pero a los pocos segundos dejé de moverla, "De hecho," Mis mejores amigas comenzaron a sonreír y sabían exactamente lo que diría, "De hecho si, iré."