Capítulo 44

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Harry

Finalmente Maddie decidió ir a la casa de Ámbar, algo que me tranquilizó, sólo hasta ayer. Me encontraba sentado en la cocina, preguntándome si el hecho de estar disfrutando de la soledad, la oscuridad, y el alcohol que bajaba por mi garganta se debía al mensaje que me había enviado Maddie hace unas pocas horas, avisándome que pasaría los siguientes días en la casa de Tyler. Levanté el pequeño vaso colmado de whisky y lo acerqué a mis labios, mientras el liquido comenzaba a bajar por mi garganta la luz de la cocina se encendió, "¿Que haces?" Me quejé entrecerrando mis ojos.

Serena caminó hacia la mesa y se sentó frente a mi, "No puedo dormir," Respiré hondo.

"Quizás te tendrías que haber quedado más días con tus padres," Me arrepentí de soltar esas palabras, sabiendo que nos haría discutir y mi cabeza ya tenía suficiente para escucharla hablar sin parar.

Se cruzó de brazos, bajé la mirada a mi vaso, sintiéndome incapaz de poder observarla sin compararla con Maddie, "Estás distinto," Fruncí el ceño.

"¿A qué te refieres?"

Levanté mi mirada al mismo tiempo que levantaba el vaso, "Antes eras más cariñoso."

Reí irónicamente, soltando aire por mi nariz, "¿Antes?" Ella asintió y mi móvil vibró encima de la mesa, toda mi atención se desvió al dispositivo, pero al darme cuenta de que no era Maddie, volví mis ojos a Serena, "¿Antes de que me engañes? ¿O antes cuando? Ilumíname," Continué manteniendo mi tono irónico y Serena se quejó.

"Vamos," Se incorporó en su asiento, apoyando sus brazos sobre la mesa, "Como si tu no lo hubieras hecho."

Negué rápidamente con la cabeza, "No," No estaba mintiendo, es decir, ahora si la estaba engañando pero durante todos los años que ella me engañó yo ni siquiera lo había pensado, "Mientras tú me engañabas todos los fines de semana yo ni siquiera pensaba en hacerlo,"

Puso sus ojos en blanco, "Quizás deberías preguntarte por qué a mi si se me ocurrió hacerlo," Fruncí el ceño.

"¿Qué es lo que pretendes, Serena?"

Tragó fuertemente, "Sé que me estás engañando," Mantuve su mirada sin gesticular, "Puse en la lavadora la ropa que había traído del viaje, quité tu camisa para lavarla después y la cantidad de perfume de mujer que tenía era suficiente como para darme cuenta."

Respiré hondo, terminando con el liquido que se encontraba en el baso y preguntándome si quizás éste era el momento pero admitirlo, "Estuve ayudando a Maddie en su apartamento," Me encogí de hombros, minimizando el tema. 

"¿No me engañaste?" Negué con la cabeza, dejando que la oportunidad de terminar con todo esto desaparezca.




Maddie

"¿Tyler?" Golpeé la puerta de su habitación delicadamente intentando no despertar a Lana.

Unos segundos más tarde la puerta se abrió, dejándome ver a mi mejor amigo con unos pantalones grises de algodón y una camiseta blanca, "¿Que pasa?"

Llevó la yema de sus dedos a sus ojos, para frotarlos, "¿Podemos hablar? ¿O vas a ignorarme todos los días que viva aquí?" Me crucé de brazos.

Tyler respiró profundo, abriendo la puerta por completo, "Pasa," Susurró y le agradecí mientras me adentraba a su habitación, "Maddie, no quiero hablar de ti y de Harry, lo comprendo y haz lo que..."

Chicago [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora