Una entristecida pelinegra bebía una taza de chocolate, mientras un par de rubias la observaba con detenimiento.
¿Estás así por la baja en las ventas de la semana?, decía una rubia de cabello corto.
Tendrás que cerrar este local también, ¿verdad?, acotaba una rubia de cabello ondulado.
Lunch, no seas tan directa, dijo con cierto reproche la otra rubia.
Pero yo no lo dije con mala intención, respondía Lunch.
Eso lo sé amiga, pero a veces eres muy ligera para decir lo que piensas, acotaba Dieciocho.
Chicas no discutan ¡por favor! dijo Milk, haciendo una pausa para acotar: En efecto, estoy preocupada, no comprendo ¿quién es el infeliz que está detrás de esto?, si quiere competir que lo haga limpiamente y no ocultándose, ni valiéndose de estrategias tan bajas para llevarnos a la quiebra total, decía la pelinegra, mientras sus amigas la escuchaban con atención.
En tanto:
En un lujoso restaurante un apuesto jovencito de cabello alborotado y mirada fría, movía con impaciencia uno de sus pies, mientras por momentos posaba su mirada en una joven de cabello en puntas y vestimenta moderna que estaba buscando algo en una carpeta que estaba sobre la mesa.
Ya lo encontré, dijo Caulifa, sonriendo de manera coqueta.
Al fin, respondió con ironía Gokú.
Pareciera que me quieres evitar, dijo Caulifa.
Dame, los documentos, no dispongo de mucho tiempo, tengo que ir hacer un trámite, respondió Gokú sin responder a lo que la joven dijo.
Pero al menos tomemos algo, dijo Caulifa.
No me escuchaste, no dispongo de tiempo, respondió Gokú con firmeza, mientras se ponía de pie, haciendo una pausa para acotar: Los leeré y te los enviare a tu casa.
Yo puedo ir a tu departamento a recogerlos, decía Caulifa.
No lo hagas, no es necesario. ¡Ah¡ te sugiero que archives todos esos documentos de manera digital, así los tendrás más ordenados y cuando los necesite no será necesario que nos veamos, me lo envías por correo electrónico nada más, respondió Gokú con firmeza.
Si me estás evitando, dijo Caulifa poniéndose de pie.
Me voy, respondió Gokú, sin responderle más a la joven, dejándola furiosa.
¿Qué le pasa?, ¿Por qué se comporta así conmigo?, se ha convertido en un cretino, pero así me gustas más, y no descansaré hasta que seas mío, pensaba Caulifa, mientras veía alejarse al joven de cabello alborotado.
1 hora después:
Caulifa entraba a su casa, bajo la mirada de una joven de coleta alta, que iba de salida de la misma.
¿De dónde vienes?, dijo Kale deteniendo su andar.
¿No lo imaginas?, respondió Caulifa con ironía.
No, dijo con firmeza Kale.
Tuve una cita con el hermoso de Gokú, respondió Caulifa.
Ah, sí, me imagino que una cita de trabajo, dijo Kale con calma.
De trabajo, no querida, una cita, cita, ya sabes que nuestro padre me eligió a mí para que sea la prometida de Gokusito hermoso, acoto Caulifa.
No te hagas muchas ilusiones Caulifa, una cosa es lo que nuestro padre quiera y otra lo que Gokú quiera, dijo Kale.
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TODO TIENE UN PRECIO EN LA VIDA Y EL MIO ES: TÚ AMOR.
SonstigesEllos se amaban en secreto. Tras una tragedia los sentimientos de ambos tendrán que guardarse en lo más profundo de sus corazones transformándose este amor en: Rencor, odio, desprecio e incluso temor. Él hará un trato que ha ella le parecerá desprec...