TODO TIENE UN PRECIO EN LA VIDA Y EL MIO ES: TÚ AMOR.

Capítulo 56: "Cuando el amor prevalece: Mi precio fue tú amor"

(Último capítulo)

Un hombre maduro de cabello alborotado miraba fijamente a su hijo, mientras la madre de este se acercaba a abrazarlo.

¿Cómo estás?, decía Gine con calidez, al ver el rostro nostálgico de su hijo.

Mamá, yo...., respondía Gokú, siendo interrumpido por su padre.

Cómo va a estar mujer, ¡feliz! como debe de ser, en unas horas se casará con una chica de clase, de abolengo, como nosotros, decía Bardock con firmeza, mientras el joven de cabello alborotado respiraba hondamente mientras meditaba lo que diría al escuchar las palabras de su padre.

Padre yo no voy a casarme, dijo Gokú de repente haciendo que su madre lo mire preocupada y su padre pose su mirada furiosa sobre él.

¿Qué estás diciendo muchacho insensato?, ¿acaso crees que el matrimonio es un juego?, para decir me caso y luego no, y más a tan pocas horas de tu boda, respondió con firmeza Bardock.

Yo nunca quise casarme con ella padre, tú lo sabes, fuiste tú quien me impusiste ese compromiso, dijo Gokú con la calma posible, mientras su madre lo miraba entre sorprendida y preocupada.

Vegueta, ese muchacho del demonio es quien te anda metiendo ideas en la cabeza, claro, por ello estuvo aquí, primero las estúpidas artes marciales y ahora de seguro te dijo que no te cases pues ya no podrás seguir con las artes marciales porque tendrás que ser un esposo ejemplar, estoy seguro que él es quien está detrás de esta absurda decisión, claro como no puede volver a lesionarte para retrasar una vez más tu matrimonio, ahora te dijo que te niegues a cumplir con tu palabra, respondió Bardock furioso.

No metas a Vegueta en esto, él no tiene nada que ver en mi decisión, la lesión de aquella vez solo fue coincidencia, dijo Gokú con firmeza.

Entonces es por la maldita chiquilla esa, acotó Bardock con rabia.

No metas a ella en esto, y no la maldigas, no lo hagas, ella no merece que la califiques así, dijo Gokú con firmeza a pesar de su voz quebrada, debido al dolor que sintió al escuchar el tono de voz con que su padre se refirió a la mujer que amaba.

Y encima la defiendes, defiendes a esa asesina, ¿es qué has perdido la razón?, esa chiquilla mato a tu hermano, ¿Cómo puedes defenderla?, ella no vale nada, nada, respondió casi gritando Bardock, mientras Gine llevó las manos a su boca, al escuchar lo que su esposo dijo.

Ella no lo mato, ella no lo hizo, fue un accidente, sé que tal vez las circunstancias la inculpan, sé que no hay forma de que ella pueda probar su inocencia, lo sé, yo también me deje llevar por las palabras de Black, pero al hablar con ella me di cuenta que Black mintió, tal vez por despecho, por rencor, que se yo, pero él mintió, Milk no lo empujo, respondió Gokú, siendo interrumpido por su padre.

No lo puedo creer, estás tildando a tu difunto hermano de mentiroso, por defender a esa asesina, dijo Bardock gritando.

Ella no es una asesina, ella me contó como pasaron las cosas, nosotros la inculpamos injustamente y la perseguimos por meses lastimándola no solo a ella si no a sus seres queridos por nuestra injusta sed de venganza, acotaba Gokú.

Esa te ha lavado el cerebro, de seguro ya te sedujo como alguna vez sedujo a Black, por ello estas defendiéndola tanto, pero yo no voy a permitir que ella te siga envolviendo con sus mentiras, tú te casas hoy con Caulifa, dijo con firmeza Bardock.

No lo haré, respondió Gokú.

Lo harás porque es una orden mía, agregó casi gritando Bardock.

Ya no soy un niño para que me des órdenes, padre, dijo Gokú con firmeza.

Quiere echar tu vida a la basura por creer en la palabra de una mentirosa sin escrúpulos, respondió Bardock, mientras Gine no sabía qué hacer, solo miraba a su esposo e hijo tratando de comprender que estaba pasando.