Ya estaba por cumplirse dos semanas desde que Gokú había dejado ir a Milk, dos semanas que habían sido muy duras para ambos, pues, aunque ellos fingían que todo estaba normal en sus vidas, en el fondo de sus corazones ellos sabían que no era así.
Milk trataba de sobrellevar la tristeza que sentía apoyando a su padre y amigos con el negocio, y creando cada vez que podía un nuevo postre para sus clientes. Gokú por su parte se refugiaba no solo en su trabajo para sobrellevar la tristeza y dolor que sentía por la decisión que había tomado, él había decidido entrenar arduamente en el gimnasio donde él era socio con su primo con la finalidad de poder presentarse al próximo torneo de artes marciales que habría en su pueblo dentro de alguno meses, así mismo él había decidido darle la oportunidad a Caulifa de ganarse su corazón, aunque para él sea todo un suplicio pasar más de 30 minutos con ella o permitir que esta lo bese.
Departamento de Gokú:
Un apuesto joven de cabello desordenado, vaciaba de una caja a un vaso un poco de jugo, mientras pensaba: Un nuevo día sin ti, sin tu presencia, sin escuchar tu voz, sin ver tu bello rostro, sin probar tu deliciosa comida, sin tus atenciones, claro tus atenciones eran porque te convenía ser atenta conmigo, a pesar de ello se sentía tan bien sentir que a alguien está pendiente de ti; pero todo ello a cabo, y desde que te fuiste solo tengo días de nostalgia y suplicio, si nostalgia y suplicio como hoy. Hoy es un nuevo día de nostalgia y suplicio para mí, teniendo que soportar a Caulifa, hoy nuevamente almorzare con ella, acepte nuevamente su invitación pues necesito distraerme, dejar de pensar en ti, aunque no creo lograrlo, siempre hay algo que me hace recordarte, aunque no merezcas el más mínimo de mis pensamientos, no puedo evitar dejar de pensar en ti y sentir nostalgia al saber que ya no podré verte nuevamente.
En tanto:
Una pelinegra de mirada entristecida caminaba con una pequeña fuente de alimentos en su mano hacia una de las mesas de un pequeño local, mientras pensaba: Ya está por cumplirse dos semanas desde que me dijiste que me fuera de tu casa, dos semanas que para mí han sido muy duras, él no saber nada de ti, me duele mucho, todos los días me pregunto, ¿qué estarás haciendo?, ¿estarás alimentandote bien?, ¿no estarás bebiendo como aquellos primeros días que llegue a tu casa?, ¿estarás bien?, ¿me extrañarás?, porque yo, porque yo sí te extraño, y te extraño mucho, mucho.
Señorita, escuchó la pelinegra, haciéndola reaccionar.
Dígame, dijo Milk con calma, deteniendo su andar y girando su rostro ante el llamado.
Es mi pedido, en esa mesa no hay nadie, respondió un joven de lentes con calma.
¡Eh! ¡Disculpe! estoy algo distraída, dijo Milk, girando sus pasos para ir a la mesa donde estaba el joven.
No se preocupe, lo bueno es que ya tengo mi pedido en la mesa, respondió el joven.
Con permiso, dijo Milk, mientras caminaba con la mirada nostálgica, hacia el lugar donde estaba una de sus amigas.
Tomate unos minutos, ve a descansar, creo que no has dormido bien, se te nota muy ojerosa, yo te cubro con las entregas, Ten puede solo en la cocina, decía una rubia de cabello ondulado.
¡Gracias Lunch! Voy a descansar un poco, respondió la pelinegra, mientras se sacaba el delantal que llevaba puesto.
¿Te sientes mal?, dijo una rubia de cabello corto, que había llegado junto a un calvo, llevando unas bolsas de alimentos.
No dormí bien, me tomaré unos minutos para descansar, Lunch me cubrirá, respondió Milk.
Claro, descansa Milk, yo apoyo a Ten en la cocina, dijo un calvo.
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TODO TIENE UN PRECIO EN LA VIDA Y EL MIO ES: TÚ AMOR.
AcakEllos se amaban en secreto. Tras una tragedia los sentimientos de ambos tendrán que guardarse en lo más profundo de sus corazones transformándose este amor en: Rencor, odio, desprecio e incluso temor. Él hará un trato que ha ella le parecerá desprec...