Un apuesto joven de mirada nostálgica que llevaba una toalla en su hombro entraba a una pequeña oficina, bajo la mirada de otro apuesto joven, pero cabello de flama.
Ya puedo quedarme a cargo de todo, decía Gokú.
Bien Kakaroto, respondió Vegueta, mientras se ponía de pie, sin dejar de mirar el rostro de su primo. Voy a averiguar sobre lo del torneo, acotó.
Me parece bien, aunque como ya te dije no creo este año poder participar en este, aún no siento que estoy en un óptimo nivel, dijo Gokú.
Yo creo que ya lo estás, pero si crees que no es aún el momento lo entiendo, acotó Vegueta.
Así es, aún no es el momento, dijo Gokú.
¿Cenarás con Caulifa o irás a casa de tus padres?, agregó el joven cabello de flama.
Cenare solo en mi departamento, dijo Gokú.
Si gustas, puedes ir a casa, a Table le encantará verte,..., respondía Vegueta.
Otro día si los tíos me aceptan voy a su casa para que cenemos juntos, acotó Gokú.
Sabes que mis padres te aprecian mucho, eres bienvenido en nuestra casa, dijo Vegueta.
Lo sé, respondió Gokú.
Bueno, ya me voy yendo, no quiero hacer esperar a Bulma, luego de que almorcemos iremos a ver los del torneo, dijo Vegueta.
Bien, respondió Gokú, mientras pensaba: Fue lo mejor, fue lo mejor, aunque me duela no saber de ti, aunque me duela el no tenerte cerca, fue lo mejor alejarte de mí y deshacerme de todo aquello que me traiga recuerdos tuyos.
En tanto:
Una nostálgica pelinegra tomaba asiento en una de las sillas que rodeaban una de las pequeñas mesas que había en el local donde ella estaba.
Ya van a cumplirse 3 meses desde que me sacaste una vez más de tu vida, 3 meses que han sido muy dolorosos para mí, el no poder verte, oír tu voz, sentir tus pasos, tu aroma, el no poder cuidar de ti como lo estaba haciendo, me genera nostalgia, ya me había acostumbrado a estar a tu lado así sea solo como una empleada, pensaba la pelinegra, al tiempo que unas lágrimas salían de sus bellos ojos negros.
Sigues triste pequeña, decía una rubia de cabello corto mientras tomaba asiento frente a su amiga.
Quiero saber de él, dijo Milk con voz quebrada, mientras unas lágrimas salieron de sus ojos y cayeron sobre el mantel de la mesa.
Y porque no le das una visitadita, respondió Dieciocho.
No puedo hacer ello, él no me recibiría, dijo Milk con nostalgia.
¿Acaso ya has hecho ello para que sepas que no te recibirá?, mañana es domingo, podrías ir muy temprano llevándole un rico desayuno para que ambos lo compartan, ¿o es que Hit quedó en venir mañana?, acotó la rubia de cabello corto.
No, él mañana no vendrá, tiene que ir a Ciudad Azul por unos negocios de su padre, dijo Milk con calma.
Entonces aprovecha ello, por tu padre no te preocupes, Krilín y los chicos lo invitamos a nuestro paseíto dominical, y tu argumentas que no puedes ir con nosotros porque quedaste en ir a visitar a tus jefes de tu ex trabajo, para ver si hay alguna novedad sobre tu retorno al mismo, agrego la rubia de cabello corto.
Sí, eso haré, no soporto más tiempo sin saber de él, respondió la pelinegra.
Horas después: "Gimnasio"
Gokú cerraba la puerta principal del gimnasio, al tiempo que su celular empezó a sonar.
Dime, respondió Gokú al ver el nombre de la persona que aparecía en el celular.
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TODO TIENE UN PRECIO EN LA VIDA Y EL MIO ES: TÚ AMOR.
AléatoireEllos se amaban en secreto. Tras una tragedia los sentimientos de ambos tendrán que guardarse en lo más profundo de sus corazones transformándose este amor en: Rencor, odio, desprecio e incluso temor. Él hará un trato que ha ella le parecerá desprec...