Capítulo 50: La visitante

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-Bell- sentí que alguien me movió

-Mmmh- me queje dando vuelta en la cama

-Vamos, despierta- volvieron a moverme

-Dejame en paz- gruñi tapandome la cabeza con las colchas.

-Debes despertar, hay alguien que debes conocer

Y fue así que se despertó mí curiosidad

-¿Quien?- pregunté sin destapar mí cabeza, escuché la risa de Kim y sentí como se ponía de pie

-Tendras que verlo tu misma- destape mis ojos y la observé caminar por la habitación- Ve a bañarte, te buscaré algo para ponerte. Creo que ya aprendiste a maquillarte un poco así que dejaré que recaiga en ti

-Bien- le sonreí y me estire en la cama- ¿Es algo muy formal?

-No, pero es una visita importante para Gar, debes estar presentable unos días- asenti y me senté.

Después de mí ritual de iniciación del día, consiste en estirarme varias veces en distintas posiciones a medida que me voy levantando, fui a bañarme.

Unos minutos después ya estaba vestida y maquillada, Kim me dijo que me dejara el pelo suelto así se secaba naturalmente y le hice caso. Una vez lista me mire al espejo de cuerpo completo y sonreí

-Es la primera vez que me vistes algo tan normal- comenté mientras ella se acercaba para ayudarme a ponerme la campera- Nunca antes me habías dado un jean, sinceramente pensaba que no había

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-Es la primera vez que me vistes algo tan normal- comenté mientras ella se acercaba para ayudarme a ponerme la campera- Nunca antes me habías dado un jean, sinceramente pensaba que no había. Al igual que las zapatillas, mí abuela siempre dice que la realeza no las usa

-Las cosas cambian Bell- dijo con simpleza sonriendo- Debo ir a terminar de hacer una cosas, en diez minutos baja a desayunar

-Esta bien- gire sonriendo, ella me devolvió el gesto antes de caminar hasta la puerta- ¡Oye! Kim

-¿Si?- me miró abriendo la puerta

-¿Dominik está en su habitación?- ella asintió- ¿Podrías decirle que venga? Por favor

-Por supuesto- me sonrió con picardía haciéndome reír.

Me senté en la cama tomando mí teléfono para usarlo un rato hasta que llegue Dominik.

Ayer tuvimos un increíble día y lo finalizamos con una increíble noche. Después del beso comenzamos a reírnos, por un instante tuve miedo de que las cosas se pusieran raras entre nosotros pero no fue así, continuamos bromeando, charlando y riendo, besándonos de vez en cuando.

Dos golpes en la puerta me hicieron levantarla vista de mí teléfono, sonreído me levanté de un salto y camine hasta la puerta

-¿Quien es?- pregunté agarrando el picaporte

-Soy yo- respondió Dominik, abrí un poco la puerta y lo observé

-¿Que vienes a buscar?- canté, el soltó un pequeña risa

No Soy Como Todas Las PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora