Capítulo 13: Invernadero

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Mi queridísima abuela les ordeno a las sirvientas que me obligaran a prepararme para su estúpido baile de bienvenida.

Yo no sabía muy bien que hacer y como afrontar la situación, pero por suerte Kim se encargó de que ninguna de las muchachas me hiciera parecer un payaso

Después de ducharme por más de una hora, Kim entró al baño con una toalla y me envolvió en ella con los ojos cerrados

-¡Kim!- me queje riendo mientras me empujaba fuera del baño

-Ya te estabas tardando mucho- se excusó, una vez en mi habitación me pocisiono delante de una silla, puso sus manos en mis hombros y me obligó a sentarme

-¿Que vas a hacerme?- pregunté aburrida mirando como caminaba de un lugar a otro

-Ten, ponte esto- se apresuró a darme una bata, un sostén sin breteles y una bombacha, nunca en mi vida había tocado ropa interior tan suave

-¿Por qué la reina quiere que me vea como una princesa? Eso nunca le había importado antes- me queje empezando a vestirme mientras Kim seguía buscando cosas en la habitación

-No lo se Bell- respondió desinteresada y se acercó a mí- Yo sólo sigo órdenes- me tomo de los hombros y bruscamente me giro para ayudarme a prender el sostén- Tu deberías hacer lo mismo

-No soy buena haciendolo- murmuré mientras ella me ayudaba con la bata.

Kim me volvió a sentar y me peino como recordaba que lo hacía, con fuerza y más fuerza, me ato el pelo en una colita baja y tomo una gran caja llena de maquillaje y comenzó a ponerme un montón de cosas en la cara.

Una vez que terminó, me seco el pelo y me lo planchó a tan punto en el que ningún cabello estaba fuera de su lugar

-Ponte esto, voy por perfume- me entregó un vestido negro con flores rojas y dejo los zapatos sobre la cama junto con una caja con un collar adentro

Cuando Kim salió de la habitación con pocas ganas me puse el vestido, que podría ser peor, dude en ponerme los zapatos, pero se que mi abuela enviará a los guardias a ponermelos si es necesario y después de ponerme el collar que fácilmente podría valer más que todos los órganos de mi hermanito Dan en el mercado negro, me acerqué al espejo de cuerpo completo para verme

La chica delante de mí, no soy yo, nada de eso me representa, hasta podría decir que parezco alguien de la realeza, pero no es así, yo no soy como los demás en el internado, yo no soy como mí hermano Garfield, yo no soy como mí abuela.

-Issy- gire sobre mis talones cuando Kim rompió mi burbuja, ella estaba parado en la puerta mirándome como una mamá orgullosa y en sus manos traía un perfume

-Me siento horrible- confese y su rostro se transformó en uno de tristeza

-No eres horrible Issy- dijo acercándose, dejo el perfume en el escritorio y me tomo las manos- Te ves hermosa Bell, eres la princesa más hermosa que conozco

-Ese es el problema Kim- me solté bruscamente de su agarre- Yo no soy una princesa y estoy harta de que todos quieran convertirme en una

-Issy- Me llamó cuando estaba saliendo de la habitación, pero la ignore y seguí mi camino

Baje las escaleras enojada y ya habían varias personas en el castillo, en especial en el salón real.

Ignore a todo ser humano que se me acercaba y casi corriendo salí al patio del castillo.

Una vez afuera pude respirar hondo e intente calmarme, no quiero llorar, no voy a llorar, yo odio llorar

-Que horrible es volver a verte- escuché la molesta voz de Oliver detrás de mí y gire molesta

No Soy Como Todas Las PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora