Capítulo 57: Estudio

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Me deje caer de espaldas sobre la cama y dejé que mí cuerpo se relajara

Ya paso un día desde mí intento de secuestró y aún tengo fatiga muscular, después de tomar el té con mí abuela unos médico vinieron a verme para saber si todo estaba bien.

Dijeron que el dolor solo durará unos días al igual que las marcas de rasguños en mí cara que me hizo Jess.

Mí nuevo teléfono comenzó a sonar haciéndome sentar en la cama para contestar la videollamada de Sam

-Hola- respondí poco animada volviéndome a tirar a la cama

-¿Cómo estás?- pregunto con la boca llena de comida

-Adolorida- respondí- Ya te enteraste de lo que paso ¿Verdad?

-Por supuesto- dijo obvia y sonreí- Canselaran las clases por un tiempo, pero intentaré ir a verte, hablé con Tom y dijo que podríamos ir mañana si es que estás de acuerdo

-Me gustaría verlo- le sonreí

-A mí igual- soltó una risita- No podría pasar tanto tiempo lejos de ustedes, no sabemos cuándo podremos volver al internado y no quiero esperar meses para volver a escuchar sus odiosas voces en persona

-No volveré al internado- reí y me miró confundido- Me expulsaron

-¡Lo lograste y no me incluiste!- chillo haciéndome reír de nuevo

-No quería que pasará- me defendí- Mañana te cuento los detalles y te daré consejos para que también te expulsen

-¡Si! Por favor- respondió- No se cuánto tiempo más pueda aguantar en ese lugar sin estar contigo

-¿Que hay de April? Creí que ya me habías cambiado por ella- bromee y me miró mal

-Ella me agrada mucho pero no es “La no princesa Isabelle”- hizo comillas con los dedos antes de volver a comer lo que parece ser yogurt con cereales- Nadie podría llenar tus zapatos, son enormes por cierto ¿Cuánto calzas?

-Ya estabas siendo muy dulce Sam, me parecía extraño que no me insultaras cada dos palabras- ambas reímos.

Continuamos hablando un rato hasta que terminó de comer y su madre la obligó a despedirse de mí para que continuará con sus clases de no se que.

Deje mí teléfono sobre la mesa de noche y me acosté debajo de las colchas para poder dormir, ha sido un largo día.

Hablé con por teléfono con mis padres y Garfield durante toda la tarde hasta que logré convencer a todos de que no me iría a ningún lado, aún sigo muy molesta con todos y eso no va a cambiar por un largo tiempo.

Además vivir con mí abuela tal vez no sea tan malo, es una señora mayor

¿Qué tan insoportable puede ser?

***

Baje las escaleras dando pequeños saltitos, apenas siento molestias en mis músculos y eso es genial, odio estar adolorida, creo que todos lo odiamos

Caminé por la casa hasta llegar a la sala donde mí abuela estaba desayunando, me senté frente a ella y espere hasta que alguien trajo mí desayuno

-Esta casa esta muy vacía- comenté- En Slinville está lleno de gente siempre

-Paso mucho tiempo fuera de aquí, me gusta pasear por Inglaterra y normalmente solo vengo a dormir ¿Para que quiero muchas personas trabajando aquí si no estoy?- dijo sin dejar de leer el periódico

-Vives aquí hace años ¿Qué tanto paseas?- me reí y me miró mal unos segundos

-Siempre encuentro como entretenerme- respondió- No todas mis amistades están muertas Isabelle.

-¿Tienes alguna amiga de toda la vida?- ella asintió

-La conociste cuando eras una niña, tal vez no la recuerdes- dijo dejando el periódico a un lado para mirarme- Su nombre es Angélica, la conocí mucho antes de conocer a tu abuelo, recuerdo que solía burlarse de mí cuando le hablaba de lo enamorada que estaba de él.

-La recuerdo- sonreí- Ella solía darme caramelos duros cuando nadie nos veía ya que mamá me prohibía comer muchas cosas dulces.

-¡Y con mucha razón!- exclamó haciéndome reír- Normalmente eras muy hiperactiva y si comías cosas dulces no había manera de detenerte

-No pensé que recordarás esas cosas- comenté e hice una mueca, nunca fui muy unida a mí abuela, eso está claro. Siempre fui más allegada a mí abuelo y después de su muerte me aleje completamente de ella, me arrepiento de eso, seguro mí abuela estuvo triste por mucho tiempo y tal vez la compañía de su única nieta podría haberla hecho sentir menos triste

-Tengo buena memoria- sonrió orgullosa- Recuerdo todo el desastre que hacías y como Garfield corría detrás de ti intentando arreglar todo lo que rompias. Aún lo hace

-Y lo seguirá haciendo- reí-¿Hoy saldrás?

-Si- respondió- Me iré después del almuerzo y volveré en la noche ¿Necesitas algo?

-¿Recuerdas los chocolates que él abuelo solía regalarme?- pregunté y ella asintió, cuando era niña no había forma en la que mí abuelo no me regalará esos chocolates cada vez que iba a visitarlo- ¿Crees que podrías conseguir algunos? Hace años no como uno y creo que ya he olvidado su sabor

-Intentare conseguirlo- respondió- Creo que Angélica conoce a quien los hace, podría pedirle que me consiga algunos

-Eso sería estupendo- dije feliz- Gracias abuela

-No es nada Isabelle- volvió a tomar el periódico

-¿Podrías decirme Issy o Bell?

-Por supuesto que no- dijo y solté una risita- Esos apodos son muy bobos, te llamere por tu nombre aún que no te guste.

Lo supuse.

-Por cierto- dije recordando la charla que tuve con Sam- Hoy vendrán dos amigos por la tarde. Tal vez tengan que quedarse a dormir ¿Te molesta?

-Para nada- aclaro su garganta- Mientras no rompan nada y no me los cruce, estaremos bien

-Eso no sucederá- sonreí

-Cambiando de tema, hablé con tu madre, ella acepto que te quedes conmigo siempre y cuando no dejes de estudiar, tendrás clases durante la semana aquí y supe de buena fuente que también tomas clases de piano, tendrás que practicar. Hay uno en una de las habitaciones de arriba puedes usar ese.

-Se supone que ya tuve mí último año de escuela- me queje-¿De verdad debo continuar?

-No son clases normales Isabelle, es como si nunca te expulsaran del internado con la diferencia de que tendrás las clases aquí y podré ver algunas- me miró- Tal vez pueda burlarme de ti un rato.

-Me alegra que mí sufrimiento te cause placer- irónice-¿Este será mí último año?

-Ya lo veremos, todo depende de tu desempeño en tus clases, así que te recomiendo que te esfuerces, continuar tus estudios secundarios con casi veinte años es algo de que avergonzarte

-Todavia tengo 18

-Si te graduas este año tendrás 19 y si lo hacer el próximo ya tendrás 20. No quieres ser una fracasada ¿O si?

-Ya lo soy- me encongí de hombros sonriendo, ella rodo los ojos y volvió a su lectura

Tal vez estar aquí si sea un poco agotador

No Soy Como Todas Las PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora