Capítulo 49: Felices

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Caminamos por el castillo hasta llegar a la cocina, Dominik me dijo que no dijera nada antes de que pudiera preguntar que hacíamos ahí. Le hice caso después de soltar un quejido el cual ignoro, pidió que nos llevarán la cena al invernadero dentro de unas horas y que por el momento nos dieran algo para merendar

¿Cuánto tiempo planea estar allí?

Después de que nos asegurarán que dentro de veinte minutos nos llevarían la merienda, Dominik agradeció y por fin me llevo al invernadero.

-¡Por favor Dominik!- me queje mientras era arrastrada por el patio-¡Dime qué quieres mostrarme!

-Debes esperar- dijo riendo.

-Espero que sea algo bueno- comenté, Dominik asintió y abrió la puerta del invernadero para dejarme pasar primero

-Te encantará- aseguró, intente ocultar una sonrisa y entre al lugar

-Muy bien, ya estamos aquí ¿Que tengo que ver?- pregunté observando el lugar

-Deberas esperar cierta hora- gire a verlo enojada y comenzó a reír

-¿Hablas en serio?- pregunté y asintió-¿Cuánto tiempo?

-Hasta el anochecer- dijo con tranquilidad caminando a nuestro alrededor observando las plantas

-Te detesto- gruñi achinado los ojos, el poso los suyos sobre mí sonriendo

-Me gusta que lo hagas- respondió con tranquilidad antes de darme la espalda para comenzar a regar unas rosas.

Decidí no estar enojada en aquel lugar, simplemente es imposible estarlo ya que es muy hermoso

Siempre me sentí muy tranquila estando aquí, cada vez que me sentía agobiada por todo lo que estaba pasando, simplemente corría hasta aquí y de inmediato me sentís mucho mejor

Es mí lugar en el mundo

El tiempo pasó con rapidez, merendamos riendo de distintas cosas, Dominik se burlaba de si mismo por el comentario de aquella periodista que lo llamo guapo y hasta tuvo el descaro de decir que estaba celosa por eso.

Algo muy alejado de la realidad.

No me di cuenta de que había oscurecido hasta que Dominik pidió que se llevarán todo, una vez que solo estábamos él y yo, puso algo de música en su teléfono y me hizo caminar hasta el centro del invernadero

-Ya casi es hora- dijo frente a mí mirando el techo de cristal

-¿Que va a pasar?- pregunté mirando como la luna cada vez está más arriba de nosotros-¿Esto es un tipo de ritual o algo así?

-Claro que no- respondió riendo volviendo la vista a mí- Intenta cerrar la boca unos minutos y disfrútalo

-¿Disfrutar que?- en respuesta, Dominik puso su dedo sobre mis labios para callarme, iba a quejarme pero al señalar el techo, nuevamente mire.

La luz de la luna entro directamente al invernadero, se reflejo en un espejo y este envío la luz a un colgador con pequeños trozos de espejos que reflejaron la luz de la luna en todas direcciones. Al igual que una bola disco.

El invernadero se iluminó por completó y se volvió más lindo de lo que ya era, lo que creía imposible

-Es increíble- comenté facinada observando todo el lugar

-Lo eres- la voz tranquila de Dominik me hizo mirarlo directamente

Se que debería estar observando la maravilla que es este lugar, pero simplemente no puedo despegar mí vista de los celestes ojos de Dominik

-¿Bailamos?- pregunto y sonriente asentí.

Pase mis manos por sus hombros mientras él me sujetaba por la cintura, le sonreí una vez más antes de pegar mí mejilla en su pecho mientras bailamos la lenta melodía.

Aún así pude escuchar su corazón latir con rapidez.

Hace dos semanas estaba llorando por Cole quien terminó todo lo que teníamos y a los tres días ya estaba feliz con April, pensé que me sentiría miserable por eso pero no fue así

Supongo que lo que sentía por él no era tan fuerte como creí, tal vez solo lo usaba para superar a Oliver y por eso cree algún tipo de dependencia sobre Cole que no me di cuenta que tenía hasta el momento en el que él ya no estaba ahí.

Cabe aclarar que ambos volvimos a hablar y seguimos siendo amigos, como siempre debió ser

Cerré los ojos con fuerza alejando a Cole de mí mente, ahora mismo debo consentrarme en Dominik, quien se volvió importante en mí vida.

No creí posible llegar a sentir algo por él, pero al estar así, aquí, ahora, esa creencia se desvaneció.

Me negaba a dejarme sentir algo por alguien más pero es imposible no hacerlo, Dominik me brinda cierta seguridad que no tenía con Cole ni con Oliver. Todo con él es diferente.

Me sentía bien

Me despegue un poco de él para volver a unir nuestra mirada, sus ojos brillaban de manera especial y una tenue sonrisa se dibujo en su rostro.

Quise decir algo pero sabía que arruinaría el momento, por lo que hice lo que mí corazón creí correcto...

Conduje mis manos a su mandíbula y acaricié sus mejilla sintiendo como algo se removía dentro de mí.

No me había dado cuenta que habíamos dejado de bailar en el momento en el que me puse de puntitas de pie para tener más acceso a él.

Poco a poco nos fuimos acercando hasta que nuestras frentes se unieron, Dominik soltó un largo suspiró cerrando los ojos

-Esto no parece real- murmuró con la voz ronca abriendo lentamente los ojos

-Lo es- susurré- Lo somos

Dominik volvió a sonreír antes de unir nuestros labios creando un caos dentro de mí.

Por primera vez en mucho tiempo me sentí bien estando con alguien, está vez se sentía que era el indicado

Durante mucho tiempo creí que eso de la media naranja era mentira, no creía que existiera alguien más que nos completará y estaba un poco equivocada

Con Dominik me sentía completa y se que tal vez ese sentimiento no sea eterno pero por ahora me siento bien con él.

Fue cuando me di cuenta que no era cuestión de tiempo sino que era cuestión de quién

Pase meses de idas y vueltas con Cole

Pero Dominik apareció en mí vida hace poco y su personalidad tan confusa dio vuelta mí mundo.

Quiero estar con él.

Nos quiero juntos.

Y sobre todo nos quiero felices

No Soy Como Todas Las PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora