Después de un corto viaje en auto, llegamos al centro de Slinville. Había venido un par de veces pero solo en auto, nunca me dejan bajarme porque piensan que volveré a escapar
-¿Y que quieres hacer?- preguntó Dominik tomándome de la mano mientras caminabamos observando el lugar
-Me gustaría tener una mañana normal, como cuando no era una Princesa- respondí con nostalgia- Aún que la verdad es que cuando vivía en Toronto nunca estaba despierta a esta hora, iba a la escuela a la tarde y por la noche solía salir siempre. Era un completo desastre
-¿A dónde salía una niña como tu?- pregunto burlón y lo mire sonriendo
-Era muy sociable en ese entonces, con mis amigos siempre conseguíamos la dirección de alguna fiesta a dónde ir- volví a mirar a mí alrededor
-¿Y que paso con ellos? ¿Siguen en contacto?
-Ya no- suspiré- Apenas me fui de Toronto me olvidaron, intente comunicarme con ellos por mucho tiempo hasta que una vez volví y me di cuenta de que nunca habían sido mis amigos, simplemente eran personas con las que pasaba el tiempo. Es extraño porque antes de irme al internado pensaba que pasaría el resto de mí vida a su lado, pero después conocí a Sam y a Tom, fue cuando me di cuenta que se sentía tener amigos de verdad
-¿Los extrañas?- pregunto quedándose parado frente a una tienda para mirar unas cosas
-Para nada- sonreí- No voy a mentirte, al principio lo hacía pero al pasar las semanas los olvidé completamente. Ahora ni siquiera me acuerdo porque me juntaba con ellos.
-Parece que el internado realmente te cambió- comento riendo antes de volver a caminar.
-Aún que no me gusta admitirlo, si. He madurado mucho desde que empecé, supongo que me di cuenta lo mucho que repercutian mis acciones en mí familia, antes no pasaba nada pero ahora soy una princesa y este lugar es importante para Garfield, no puedo defraudarlo.
-Ten por seguro que no lo defraudas- lo mire y me sonría dulcemente, no pude evitarlo y solté una risita mientras me ponía de puntitas de pie para besar su mejilla
-Eres adorable cuando te lo propones- dije volviendo a mí postura normal
-¿Ya no soy un asco?- pregunto riendo refiriéndose a nuestra conversación de hace rato
-Solo un poco- fijo estar ofendido mientras yo reía
-También eres un asco Isabelle
-¡No me digas Isabelle!- chille golpeando su hombro haciéndolo reír- Si vas a seguir diciéndome así tendré que ponerte encontrar un apodo que odies
-Te deseo suerte- dijo burlón y lo mire molesta
-Pudrete- solté su mano y apresuré el paso, lo escuché soltar una gran carcajada antes de sentir sus brazos rodearme por la cintura y su respiración en mí oreja
-Eres muy enojana- susurró antes de besar mí mejilla- Me gusta que seas así
-Ya no hables- dije riendo alejándolo de mí- Mejor sigamos antes de que te golpeé ese horroroso rostro
-Te gusta mí rostro- volvió a tomar mí mano y seguimos caminado
-Es lo que me gusta hacerte creer- sonreí mientras me miraba incrédulo
-¿Realmente no te gusta?- negué con la cabeza- Bien- está vez fue él quien soltó mí mano y se alejo
-¡Por dios Dominik!- exclamé riendo comenzando a ir detrás de él- Mides tres metros más que yo, no puedo alcanzarte
-No es problema mio- dijo dando zancadas mientras yo iba casi corriendo detrás de él
-¡Dominik!- chille riendo pero no sé detuvo
-Principe Dominik- uno de seguridad paso rápidamente por mí lado y frunci el ceño al verlo hablar con Dominik en voz baja
-No se aleje- Me asusté al escuchar a Derían a mí lado
-¿Qué ocurre?- pregunté encendiendo mis alarmas
-No se preocupe por eso, pero debemos irnos- iba a quejarme pero al observar a mí alrededor me di cuenta de que la mayoría estaba mirándonos, un flash me hizo cerrar los ojos unos segundo y ahí entendí todo.
Los periodistas nos estaban rodeando
Antes de poder responder, Derían ya me estaba llevando de nuevo al auto, mire sobre mí hombro y vi a Dominik caminando con rapidez entre Quentin y el otro chico de seguridad
Y así se arruina una bonita mañana
Dominik no tardó mucho en llegar a mí lado, sus dos seguridades nos mantuvieron a salvo mientras éramos atacados por cámaras, micrófonos y personas que no paraban de hacer preguntas
Apenas llegamos al auto los periodistas estaban rodeando y un ellos me golpeó en la cabeza con un micrófono, todos se quedaron callados esperando mí reacciona, pero no pudieron verla porque Derían me metió al auto
-¿Estás bien?- pregunto preocupado Demonio a mí lado
-Si- reí sobando mí cabeza- Eso fue divertido
-¿Hablas en serio?- pregunto molestó mientras el auto se ponía en movimiento
-Si, Dominik, estoy bien y ser golpeada por un micrófono fue divertido- respondí pero mí sonrisa se borró al ver su expresión de molestía- Ya olvídalo ¿Quieres?
-Bien- fue lo único que dijo antes de comenzar a mirar por la ventana
¿Por qué estaba enojado? ¡Se supone que yo fui a la que golpearon!
¿¡Por qué su personalidad es tan confusa!?
-Je ne peux pas croire que tu les laisse te traiter comme ça- (No puedo creer que dejes que te traten así) murmuró en francés- Tu es encore très immature, j'aurais même pas dû accepter de venir- (Sigues siendo muy inmadura, Ni siguiera debí aceptar venir)
-Tengo 18 años Dominik, por supuesto que soy inmadura- dije soprendiendolo, pero en realidad eso fue lo único que logré entender
-¿Me entendiste?- preguntó asustado y negué con la cabeza
-Solo esa parte donde me llamaste inmadura, si dijiste algo peor no te preocupes, no entendí lo que decías así como no entiendo porque te comportas como un imbecil- me cruce de brazo y dejé de mirarlo, estaba enojada y sabía que si seguíamos hablando todo iba a terminar peor.

ESTÁS LEYENDO
No Soy Como Todas Las Princesas
Roman pour AdolescentsIsabelle Jones, chica complicada que sólo quiere molestar a las personas y salir de fiesta cada día de la semana Cuando tiene que irse a Inglaterra para aprendes a ser una buena princesa, las cosas cambian La chica alegre y feliz puede llegar a ser...