Capítulo 23: Saber

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Un mes después

Volví a mi habitación después de mi última clase del día y me cambié el uniforme por ropa más cómoda

Después de mi despedida con Oliver me quedé en el castillo un par de días siendo regañada por todos allí, hasta que mi abuela me mandó de nuevo al internada, justo lo que mi mamá dijo que no pasaría, pensé que volvería a ver a Oliver, pero me dijeron que su padre cree que es ya está listo para dejar de venir y comenzar con sus tareas de príncipe sucesor del trono

Mi mes aquí fue muy raro, todos me miraban curiosos, la Reina Franchesca me ha dejado en paz y me dejó libre de todo castigó. Me siento vacía y sin rumbo alguno, todos los días son iguales a los anteriores, solo quiero que pase el día, y cuando llega el otro día, vuelvo a querer que pase para no hacer nada, quiero tener sentido pero no lo encuentro, estoy como estancada.

Por otro lado las princesas mimadas ya no me molestan como antes, Sam y Thomas han dejado de hablarme como antes

Conclusión: me he quedado completamente sola, como mi abuela dijo que lo haría

Suspirando me senté en mi cama agarrando mi cuaderno para hacer la tarea, sin amigos no tengo otra manera de entretenerme.

Las princesas Disney entraron riendo, al verme sentada en mi cama dejaron de reír y fueron a sentarse en el sofá que pidieron que pidieran mientras yo no estaba

Busqué mi teléfono y mis auriculares para no tener que escuchar su estúpida charla, me los devolvieron después de poner no se que cosas para poder estar al tanto de todos los mensajes y llamadas que recibo

-¿Escucharon lo de Oliver?- escuché que dijo una de ellas mientras buscaba una canción

-¿Lo de su boda?- me tense al escuchar lo que dijo otra, cerré los ojos con fuerza y deje mi teléfono a un lado para agarra una lapicera

-Yo no oí nada- las mire por un segundo y Jessica me miraba antes de que Regina volviera a hablar-¿Que boda? ¿Que ocurrió?- mi vista volvió a mi tarea y fingi hacerla

-Su boda con la princesa Gretchen será dentro de un mes- un par de lágrimas cayeron en mi hoja y mi respiración se ajito

-He visto vídeos de ambos en internet, se ven felices y enamorados- dijo Lana- Estoy feliz por él, es un buen chico y se merecía algo mejor que la princesa de cuarta que está sentada allí

-No seas mala Lana- dijo Regina mientras las otras dos reian- Podría está escuchando

-¿Y eso que?- Preguntó burlona Jessica- Es la verdad

-Nadie se merece a alguien como ella- Lana habla muy fuerte y le subí el volumen a la música para ya no oirlas. Y así, de repente, sin previo aviso empecé a llorar por todo lo malo
que había pasado

No creí posible extrañar tanto a alguien como extraño a Óliver, y no me gusta hacerlo, no me gusta extrañar a alguien porque significa que me acostumbré a ese alguien, y acostumbrarse a una persona es lo peor del mundo cuando se aleja, como nos obligaron a alejarnos a nosotros.

Minutos después intentando hacer la tarea, alguien se tiró en mi cama haciendome saltar, me quite los auriculares y mire a Thomas que sonreía alegre, pero al ver mis ojos llorosos su sonrisa desapareció

-¿Que ocurre?- preguntó y baje la mirada

-No es nada- dije en un suspiró

-Vamos Issy, dime- mire a mi alrededor y las demás ya se habían ido

-Escuche decir que Oliver va a casarse- susurré volviendo a verlo, esperando ver que de sorprendia, pero eso no pasó-¿Lo sabías?

-Si, pero…

-¿Por que no me lo dijiste?- lo interrumpí dolida

-No lo se, no creí que estuvieras lista para saberlo

-Solo yo decido se estoy lista o no Tommy- dije enfadada

-Y no lo estabas- afirmó y me quedé callada- No quería que te enteraras así, lo siento

-No te preocupes, da igual- me encogí de hombros limpiando las lágrimas de un ojo- Estoy bien- limpie las del otro ojo- ¿Ves?- le sonreí y me miró con lástima

-Voy a buscar algo para comer, se que no haz comido nada en todo el día- me sonrió y se puso de pie, asentí y se fue.

El resto de la tarde estuve con Tommy y Sam, que se nos unió en nuestra pequeña merienda ilegal, no nos dejan comer en las habitaciones, ellos lograron distraerme durante un tiempo, pero de a ratos volvía a mi mente el rostro de Oliver, intente disimular lo mal que me sentía y ellos me creyeron.

Las otras pasaron y después de cenar volví junto a Sam a la habitación y nos acostamos, al apagar las luces sentí una gran presión en mi pecho y mis ojos se llenaron de lágrimas, como todas las noches

Se me hizo costumbre dormir con lágrimas en los ojos y un vacío en el corazón

No Soy Como Todas Las PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora